El dueño de Joselito: «Voy a cobrar 300 millones haciendo de testaferro»

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  • Manuel Cerdán y M.A. Ruiz Coll

El consejero delegado de Cárnicas Joselito, Juan Luis Gómez, se reunió en mayo de 2015 en Alba de Tormes (Salamanca) con un empresario del sector de la hostelería, al que ofreció participar como «testaferro» en el cobro de un bono soberano de deuda pública emitido por el Gobierno de Nicolás Maduro.

Durante la conversación, que OKDIARIO publica en exclusiva, Gómez reveló que tenía previsto cobrar al menos 300 millones de euros por su participación en el bono soberano actuando como “testaferro” de dos altos cargos del régimen chavista: el entonces presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (ANV) y hombre de la máxima confianza de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, y el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes.

“Yo te puedo decir que voy a cobrar 300 millones de la primera [operación]. Lo que se hace es de testaferro”, explicó Gómez a su interlocutor. Respecto a los dos altos cargos chavistas implicados, añadió lo siguiente: “Ellos van a cobrar cualquier puta salvajería. Lo que quieren es irse de allí porque les van a matar. Este tío lo que quiere es largarse”, añadió en alusión a Nelson Merentes.

Nelson Merentes fue ministro de Finanzas del Gobierno de Hugo Chávez desde 2004 a 2007, y luego pasó a presidir el Banco Central de Venezuela (BCV), desde abril de 2009 a enero de 2017. Con un breve paréntesis, entre agosto de 2013 y enero de 2014, durante el cual presidió la institución Eudomar Tovar, quien según las conversaciones de Juan Luis Gómez también estaba implicado en la operación.

«Es un fideicomiso a 20 años»

La conversación cuya grabación reproduce OKDIARIO se produjo en mayo de 2015, tras el primer viaje de Juan Luis Gómez a Venezuela. El consejero delegado de Cárnicas Joselito ofreció al empresario hotelero participar en el negocio con una aportación de 20.000 euros, que le permitirían ganar 30 millones. Una rentabilidad inaudita.

Juan Luis Gómez explicó: «Yo el otro día hice una transferencia de 25 [25.000]. Y ahora Ana dice: ‘Buenas tardes Juan, había que pagar 350.000 dólares, y faltan 14.700. Por lo visto faltan 7.000, rechazaron una [transferencia] de 7.000. Ojalá tú pudieras conseguir esta cantidad’».

A continuación, Juan Luis Gómez explicó a su interlocutor que cobraría los beneficios del bono venezolano mediante un “fideicomiso”: “La manera de cobrar tú luego es con un fideicomiso a 20 años”, explicó, “y tú todos los meses cobras el rendimiento que dé eso. Y cuando pasan los 20 años coges los 30 kilos [millones]”.

Juan Luis Gómez había explicado a sus socios que el dinero permanecería depositado durante 20 años en forma de “fideicomiso” en una entidad financiera de Hong Kong a nombre de una empresa radicada en un paraíso fiscal (que sería la encargada de administrar esos fondos, mediante un contrato confidencial que garantizaba a los inversores su participación en los beneficios).

«No puede saberlo nadie»

Durante este tiempo, los socios cobrarían su parte correspondiente de los intereses generados por la cifra millonaria del bono soberano, facturando por servicios ficticios prestados a la sociedad radicada en el paraíso fiscal.

Una vez concluido el período de 20 años, cada socio podría cobrar la cantidad íntegra de sus beneficios. En el caso de Juan Luis Gómez, le correspondían al menos 300 millones de euros tras haber realizado una inversión inicial de cerca de 2 millones y medio para cubrir los gastos financieros de la emisión del bono y los viajes a Hong Kong, Ginebra, Londres y Caracas, siempre según su versión.

El consejero delegado de Cárnicas Joselito recalcó ante su interlocutor el carácter secreto de la operación: «No puede saberlo nadie, como se enteren de esta movida, ese fideicomiso se corta y se acabó». Tras la reunión celebrada en mayo de 2015 en Alba de Tormes (Salamanca), el empresario hostelero aceptó participar en el negocio: siguiendo las instrucciones de Juan Luis Gómez, el 5 de mayo de 2015 realizó una transferencia de 20.000 euros a la cuenta bancaria 635872*** del JP Morgan Chase Bank, cuya beneficiaria era la empresa Printmatic Inc., con sede en el Estado de Wyoming (EEUU).

La transferencia de 20.000 euros que el empresario hostelero realizó al JP Morgan para participar junto a Juan Luis Gómez en el bono venezolano.

El director de esta compañía era Oscar Ciccone, socio en otras dos empresas de Florida (Euroasia Holding Group LLC y Las Americas Propperties LLC) de la venezolana Verónica Álvarez (la mujer que aportó el bono venezolano a Juan Luis Gómez) y su pareja, Hansy Araos, quien aseguraba ser sobrino del presidente del Banco Central de Venezuela.

Dos semanas después, el 20 de mayo, el empresario hostelero realizó otra transferencia de 13.000 euros a la cuenta del JP Morgan, esta vez con fondos que le había hecho llegar el propio dueño de Cárnicas Joselito a través de un colaborador. Este emisario recogió el dinero en la empresa que Juan Luis Gómez posee en Jerez de los Caballeros (Badajoz), Campo Jerez SL, y a cambio tuvo que firmar un recibí con un concepto falso de entrega de muebles.

La segunda transferencia, de 13.000 euros aportados por el consejero delegado de Cárnicas Joselito, a la misma cuenta del JP Morgan.

En ambas transferencias se hizo constar el concepto falso «pago préstamo» para enmascarar la operación. El empresario hostelero ha asegurado a OKDIARIO que Juan Luis Gómez no ha cumplido ninguno de sus compromisos: no sólo no ha visto ni un euro de los 30 millones prometidos por su participación en el bono venezolano, sino que le dejó a deber más de 140.000 euros, por las comidas y alojamiento en su hotel durante más de un año de Petru Ciuciu, el socio rumano del consejero delegado de Cárnicas Joselito, y otros participantes en el negocio.

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