El dinero que Urdangarin desvió a paraísos fiscales tampoco ha aparecido
«Nunca hemos tenido cuentas en paraísos fiscales», aseguró Iñaki Urdangarin durante el juicio del caso Nóos celebrado por la Audiencia Provincial de Baleares. No era exactamente cierto.
Pese a las penas de cárcel, el proceso judicial ha dejado intacto el entramado de sociedades que Iñaki Urdangarin y Diego Torres montaron en varios paraísos fiscales, con ayuda de testaferros, para ocultar su fortuna. De este modo, ambos socios podrían mantener en el extranjero buena parte de los 20 millones de euros que el Instituto Nóos ingresó mediante contratos de asesoramiento a Administraciones públicas (6 millones de euros) y empresas privadas (cerca de 14 millones).
En el registro del domicilio de Marco Antonio Tejeiro (cuñado de Diego Torres y responsable de la contabilidad de Nóos), las fuerzas de seguridad hallaron abundante documentación manuscrita que arrojó luz sobre la existencia de un entramado de decenas de sociedades, radicadas en países como Belice, Luxemburgo, Panamá, Antillas Holandesas, Islas Vírgenes y Reino Unido.
En algunos casos, se trataba de empresas fantasma que no llegaron a utilizarse. En otros, las iniciales I.U. y D.T. anotadas a mano por Tejeiro delataban los movimientos del dinero de Urdangarin y Torres entre sociedades de Belice, Luxemburgo y Reino Unido.
Una falsa ONG para niños con discapacidad
La Fiscalía Anticorrupción y el juez Castro lograron acreditar que ambos socios desviaron 650.000 euros del Instituto Nóos a Belice. En este paraíso fiscal habrían manejado la sociedad Blossomhill Assets, a través del testaferro de Panamá Gustavo Alberto Newton.
Urdangarin y Torres también se sirvieron de una sociedad creada en el Reino Unido, De Goes Center for Stakeholder Management, para desviar al extranjero los fondos que recaudaban a través de la Fundación del Deporte, la Cultura e Integración Social. Aunque sobre el papel esta Fundación era una entidad sin ánimo de lucro destinada a favorecer la integración de niños con discapacidad, ambos socios la utilizaron para enriquecerse.
A raíz de la documentación intervenida a Tejeiro, el juez instructor del caso Nóos, José Castro, también ordenó investigar otras tres sociedades vinculadas a Urdangarin y Torres en el extranjero: Vikram Strategy Advisors, manejada desde Belice por un testaferro, Torima Limited, radicada en el Reino Unido, y Global Corporate, con presencia en Estados Unidos.