Venezuela muere de hambre y Maduro ofrece 5 millones de $ en combustible para los afectados de ‘Harvey’
Venezuela se muere de hambre. No hay alimentos de primera necesidad en los supermercados, faltan medicinas en los hospitales y las farmacias, la inflación se acerca al 720% según el FMI, mientras la moneda cae en su valor real frente al dólar por la falta de producción en el país más rico en reservas de petróleo del mundo. Pero entre todo este caos, el dictador Nicolás Maduro se atreve a ofrecer públicamente ayuda a Estados Unidos para los afectados por el desastre provocado por el huracán ‘Harvey’ en Texas.
Según ha anunciado este miércoles el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza, el régimen bolivariano aportará cinco millones de dólares a las comunidades de EEUU afectadas por las inundaciones del ‘Harvey’. El programa se enmarcaría en la recuperación de un plan de suministro de combustible para calefacción puesto en marcha en 2005 por el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), tras el paso del huracán ‘Katrina’ que dejó 1.800 muertos en Louisiana.
Pero, y aquí viene la trampa, la iniciativa se llevaría acabo utilizando la red de distribución de Citgo, la empresa petrolera filial de PDVSA en suelo estadounidense. PDVSA, la compañía estatal de petróleos de Venezuela no sólo ha visto reducida su producción en más de la mitad desde el inicio de la grave crisis del país, sino que se ha convertido en «una base de lavado de dinero procedente del narcotráfico», según denunció en este periódico María Corina Machado, una de las líderes opositoras de Venezuela.
«Sobre la base de aquel antecedente va a haber un apoyo directo de Citgo, una contribución de hasta cinco millones de dólares para apoyar a las familias afectadas en Houston y Corpus Christi (Texas)», ha dicho el canciller Arreaza a través de la televisora estatal VTV.
Pero PDVSA (Petróleos de Venezuela SA) ha sido el blanco de las últimas sanciones decretadas por el Gobierno de Donald Trump contra la dictadura bolivariana. A través de una orden ejecutiva de la Casa Blanca, el presidente prohibió el pasado viernes comerciar con nueva deuda emitida por el Gobierno de Maduro y la empresa de hidrocarburos.
Según ha señalado Arreaza en su discurso televisado, la ayuda en combustible se entregaría «en coordinación» con los alcaldes y demás autoridades de las ciudades afectadas. Pero es de prever que la operación financiera que acompañe a este programa se vea afectada por el decreto de la última semana y que la Administración Trump no vea con buenos ojos una intervención extranjera —y de un Estado con el que las relaciones son de enorme tensión y a cuyo dirigente califica de «dictador»— en una de sus mayores catástrofes de las últimas décadas.
Arreaza informó que el régimen chavista también pretende «destinar un porcentaje de las ventas» de gasolina de Citgo a la reconstrucción de viviendas dañadas, así como a los refugios de damnificados. Y que propondrá el envío de material, socorristas y médicos en ayuda a EEUU. Todo, cuando ambos países carecen de relaciones diplomáticas regulares desde 2010.