Caso Orlandi: el Vaticano reabre la investigación por la adolescente desaparecida hace 40 años
La familia Orlandi ha pedido reunirse con el fiscal
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El Vaticano ha anunciado la reapertura del caso Emanuela Orlandi, la adolescente vaticana que desapareció de forma misteriosa en 22 de junio de 1983 cuando regresaba a su casa tras su clase de flauta en Roma. El promotor de Justicia del Vaticano, Alessandro Diddi, realizará nuevas investigaciones sobre la desaparición de la joven de 15 años, que era ciudadana de la Ciudad del Vaticano en una nueva investigación a partir de una interpuesta en el pasado por su hermano Pietro.
Los familiares de Emanuela Orlandi este miércoles han cursado una petición al Vaticano para reunirse con el Promotor de Justicia Alessandro Diddi tras anunciar la reapertura de la investigación, citada anteriormente.
«A pesar de ser un caso tan mediático, yo, como representante legal de la familia Orlandi, aún no he recibido ninguna comunicación formal del Vaticano», ha reconocido la abogada Laura Sgrò, que ha añadido: «Precisamente por eso he preparado una petición formal que presentaré mañana en la que solicito información detallada sobre la apertura de estas investigaciones y una reunión con el promotor de justicia para tener un intercambio lo antes posible».
Todavía así, Petro Ornaldi ha reconocido que la iniciativa de la magistratura de Oltretevere, casi 40 años después de la desaparición de su hermana en el centro de Roma, ha cogido por sorpresa a la familia, a pesar de estar dictada a partir de sus numerosas peticiones de que se reabra la investigación en el Vaticano. Una decisión que coincide con la emisión el año pasado del documental, dividido en cuatro entregas, La chica del Vaticano: La desaparición de Emanuela Orlandi, emitido en Netflix, dirigido por Mark Lewis.
"Nonostante il tam tam mediatico di ieri, non ho ancora ricevuto alcuna comuncazione formale dal Vaticano". Lo dice all'ANSA l'avvocato degli Orlandi, Laura Sgrò, che annuncia la presentazione di un'istanza per chiedere un incontro con il pm". #ANSAhttps://t.co/3PSOwHHDYd
— Agenzia ANSA (@Agenzia_Ansa) January 10, 2023
El caso de Emanuela Orlandi es uno de los sucesos más conocidos de Italia, por el misterio que envuelve su desaparición, por tratarse de la hija de un funcionario de la Prefectura de la Casa Pontificia, y por las sospechas que, a lo largo de 40 años, han apuntado desde la intervención de la mafia italiana hasta incluso personas que podrían haber estado cercanas a la Curia Romana.
Incluso existieron numerosas comunicaciones anónimas, de entre las que destacó una llamada telefónica para pedir un intercambio: la adolescente por Ali Ağca, encarcelado por intentar asesinar a Juan Pablo II. Sin embargo, nunca se logró saber si Emanuela seguía viva. Precisamente, estos sucesos se explican en su documental citado anteriormente de Netflix.
A lo largo de los años se ha informado de avistamientos de Orlandi en diversos lugares, incluso dentro de la Ciudad del Vaticano, pero ninguo respaldado por pruebas sólidas. La desaparición de la niña desató un intenso interés mediático en Italia, que ha llevado a calificar el caso como «el misterio sin resolver más famoso de Italia». Incluso, su hermano Pietro intentó recurrir al Papa Benedicto XVI.
Las especulaciones sobre la desaparición de Orlandi, y la de otra chica de 15 años en el mismo verano de 1983, se han sucedido a lo largo de los años. En 2012, la familia pidió una investigación cuando se encontraron restos óseos sin identificar al lado de la tumba en la basílica de San Apolinar de Enrico De Pedis, el jefe de la Banda de la Magliana, la mafia de Roma durante las décadas de 1970 y 1980. A finales de noviembre de 2018, los fiscales de Roma afirmaron que los huesos encontrados en un anexo de la nunciatura del Vaticano en Italia no pertenecían a Emanuela Orlandi ni a la otra chica, Mirella Gregori. El análisis de los restos entonces demostró que databan de antes de 1964 y pertenecían a un hombre.
En julio de 2019, el Vaticano abrió las tumbas de dos princesas alemanas en el cementerio teutónico del Vaticano, después de que la familia recibiera una carta anónima con una foto del panteón y el mensaje «busquen donde apunta el ángel». Las tumbas estaban vacías.
Emanuela era la cuarta de los cinco hijos de Ercole y Maria Orlandi. Su padre era trabajador del Instituto para las Obras de Religión, conocido popularmente como el Banco Vaticano. Según Pietro Orlandi, hermano mayor de Emanuela, la familia vivía en el interior de la Ciudad del Vaticano. Aunque el curso escolar había concluido, su hermana seguía recibiendo clases de flauta tres veces por semana en la Escuela Tommaso Ludovico Da Victoria, vinculada al Pontificio Instituto de Música Sacra. También formó parte del coro de la iglesia de Sant’Anna dei Palafrenieri.
El 22 de junio de 1983, Emanuela Orlandi le pidió a su hermano Pietro que la acompañara a la clase de flauta. Pero, Pietro se negó. La decisión que más lamenta en su vida: fue la última vez que vio a Emanuela. Su desaparición, después de que salió a aquella clase de música, ha sido una de las intrigas en la historia reciente de Italia y, sobre todo, uno de los misterios sin resolver que sigue resonando dentro de los muros vaticanos. Desde entonces, Pietro busca a su hermana.
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