Uno de cada 4 centros de atención médica en el mundo carece de servicios básicos de agua

Un niño trata de beber agua en un cubo en el centro católico Don Bosco, de Bangui, Centroáfrica. (Foto: AFP)
Un niño trata de beber agua en un cubo en el centro católico Don Bosco, de Bangui, Centroáfrica. (Foto: AFP)

Naciones Unidas, a través de la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, ha publicado el primer informe global que evalúa la situación del agua, el saneamiento y la higiene en los centros de salud e instalaciones de asistencia sanitaria de todo el planeta. Entre los datos que arroja la publicación destacan los siguientes: en primer lugar, uno de cada 4 centros de salud carecen de servicios básicos de agua, lo que afecta a más de 2.000 millones de personas. En segundo lugar, uno de cada 5 centros de salud no cuenta con un servicio de saneamiento ni instalaciones básicas para la higiene de las manos o la eliminación de los deshechos. Esto implica que 1.500 millones de personas están en riesgo de padecer infecciones y enfermedades incluso letales, como el cólera, cuyos casos de diagnóstico superan los 1,3 millones de personas cada año y cuya tasa de muerte se eleva hasta las 143.000 personas en todo el mundo. En tercer lugar, el informe revela que solo la mitad de los Países Menos Adelantados (PMA) – en total son 47 Estados (el 25% del total de países) designados por Naciones Unidas en base a criterios como el PIB per cápita, el capital humano y la vulnerabilidad económica – cuentan con servicios básicos de agua en sus instalaciones. La importancia de esta cifra radica en que en este grupo de países se producen la quinta parte de los nacimientos en todo el mundo, es decir, 17 millones de partos cada año que tienen lugar en condiciones sanitarias ínfimas debido a la falta de sistemas de saneamiento e higiene, lo que multiplica exponencialmente la posibilidad de propagación de infecciones e incluso la muerte de la madre o el bebé. En esta línea, la OMS y UNICEF han probado que anualmente se producen 1 millón de muertes en el momento del nacimiento – casi 3.000 al día – de las cuales el 26% están provocadas por infecciones que afectan a los bebés y el 11% por infecciones que padecen las madres.

Otros datos que aporta Naciones Unidas en este sentido son, por ejemplo, que 4.000 millones de personas no disponen de acceso a servicios básicos de saneamiento y limpieza segura de los deshechos, como retretes o letrinas. Esto, a su vez, genera dos efectos: por un lado, repercute en que el 80% de las aguas residuales son vertidas a los ríos o mares sin tratamiento, lo que genera una contaminación irreversible de las bolsas de agua del planeta. Por otro lado, esta falta de higiene provoca que cerca de 1000 niños y niñas mueren cada día por enfermedades diarreicas asociadas con la carencia de sistemas de saneamiento.

Por ello, Naciones Unidas ha incluido en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) garantizar una vida saludable y promover el bienestar universal como el objetivo número 3 y garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento como el objetivo número 6. De acuerdo con el informe oficial que evalúa el cumplimiento de los ODS de 2018 (SDG Index and Dashboards Report 2018. Implementing the goals. Global responsibilities), de los países que conforman la OCDE, solo México se encuentra en una situación de incumplimiento del objetivo de agua limpia altamente insuficiente (el incumplimiento máximo según el índice). Este mismo nivel se encuentra en Myanmar, Pakistán y Timor Oriental; Afganistán y Haití; Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí, EAU y Yemen; prácticamente todos los países del África Subsahariana, a excepción de Nigeria, que tiene un índice de cumplimiento moderado; y Kiribati, Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón en Oceanía.

El problema o reto que supone la gestión de un recurso limitado como es el agua necesita de una conciencia universal, pues para el año 2050 se estima que al menos una cuarta parte de la población mundial viva en un país con sequías y escasez crónica de agua dulce. La Fundación Aquae ya reveló, a finales de marzo, que para el año 2050, la mitad de la población mundial – 5.700 millones de personas – sufrirá escasez de agua, y alrededor de 240 millones carecerán directamente de este recurso. En esta línea, el informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos de 2019 elaborado por la UNESCO, alerta que “si la degradación del medio ambiente natural y las presiones insostenibles sobre los recursos hídricos mundiales continúan al ritmo actual, el 45% del PIB global, el 52% de la población mundial y el 40% de la producción mundial de cereales estarán en riesgo para el 2050”. Actualmente, según Naciones Unidas, 3 de cada 10 personas en el mundo carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura.

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