La Unión Europea reitera que tendrá que tratar con los talibanes pero con «condiciones»
El Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Josep Borrell, ha reiterado este jueves que el bloque tendrá que dialogar con el régimen talibanes para conseguir que la ayuda humanitaria llegue a la población afgana y conseguir evacuar a todos aquellos que todavía quieran salir del país, aunque ha precisado que la relación dependerá de una serie de «condiciones».
A su llegada a la reunión informal que los ministros de Asuntos Exteriores tienen en Eslovenia, el jefe de la diplomacia europea ha explicado que las dos prioridades de la UE ahora mismo son hacer llegar la ayuda humanitaria a todos los que lo necesiten y conseguir sacar del país a colaboradores de las instituciones europeas o a personas vulnerables que «no consiguieron un asiento» en los aviones que salieron del aeropuerto de Kabul hasta el pasado 31 de agosto.
«Esto requiere tratar con los talibanes. Veremos cómo hacerlo de una forma coordinada, poniendo condiciones y dependiendo del cumplimiento de estas condiciones, el tipo de gobierno que formen y cómo se comporten tendremos un trato exitoso con ellos», ha defendido.
Borrell ha insistido en que relacionarse con los islamistas «no significa reconocimiento», aunque después ha distinguido entre un reconocimiento «factual» para «resolver problemas prácticos» y otro «político» que «está basado en condiciones» y «requiere tiempo y ver cómo evolucionan las cosas».
Sobre la relación futura de la UE con el régimen talibán también ha hablado el ministro polaco, Zbigniew Rau, quien ha precisado, en la misma línea que Borrell, que no habrá reconocimiento «sin condiciones. «Es necesario cooperar con ellos, pero para reconocerlos legalmente deben probar que lo merecen y el factor de los Derechos Humanos es crucial», ha argumentado.
«Aprender lecciones»
Algunos de los ministros de los Veintisiete, como el danés Jeppe Kofod o el portugués Augusto Santos, han llegado al encuentro resaltando la importancia de «reflexionar» y «aprender lecciones» de la crisis afgana. «Tenemos que reflexionar de manera colectiva», ha dicho el segundo, para que otros «procesos de estabilización y de protección puedan funciona mejor».
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha confiado en que los Veintisiete den una respuesta «unidad» a la situación para conseguir evacuar «lo antes posible» a los colaboradores que no han conseguido salir del país y para «ser capaces de proteger los Derechos Humanos, especialmente de mujeres y minorías que están ahora en riesgo».
A su vez, el ministro griego Nikos Dendias ha señalado que la crisis afgana también debe ser discutida de forma específica desde la perspectiva migratoria, sobre todo teniendo en cuenta que «algunos países pueden intentar instrumentalizar (la migración) para presionar a la UE».
Sanciones más duras para Bielorrusia
De hecho, los representantes de Lituania, Letonia y Polonia han llevado a la reunión de este jueves la «crisis migratoria» a la que se están enfrentando después de que Bielorrusia haya abierto sus fronteras a migrantes como forma de presión hacia la UE.
«Tenemos que estar preparados para una posible crisis migratoria, nosotros ya nos estamos enfrentando a una. Es una preocupación creciente y existe posibilidad de que los afganos que huyen de su país elijan la ruta del Este que (Alexander) Lukashenko ha abierto», ha dicho el lituano Gabrielus Landsbergis.
De su lado, el letón Edgars Rinkevics, ha tildado de «ataque híbrido» la actuación del régimen de Lukashenko y ha avanzado que los tres países pedirán que la UE imponga «sanciones más duras» a Minsk por sus actividades.
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