Theresa May acusa a Rusia del envenenamiento del ex espía Skripal y exige explicaciones a su embajador
La primera ministra británica, Theresa May, ha dado a Rusia dos días, hasta que termine la jornada del martes, para dar una explicación «creíble» sobre el envenenamiento del exagente doble ruso Sergei Skripal y su hija Yulia, tras apuntar que Moscú es «muy probablemente» el responsable del envenenamiento.
«Está claro que el señor Skripal y su hija han sido envenenados con un agente nervioso militar del tipo desarrollado por Rusia», ha afirmado May en una intervención ante la Cámara de los Comunes. «El Gobierno ha llegado a la conclusión de que es muy probable que Rusia sea responsable de este acto contra Sergei y Yulia Skripal», ha añadido.
Así, May ha señalado que «o se trata de un acto directo del Estado ruso contra nuestro país» o Moscú ha permitido que el agente nervioso llegue a manos de otros. El gas fue utilizado en la localidad inglesa de Salisbury.
La primera ministra ha subrayado que la investigación sigue abierta, pero ha advertido de que Reino Unido podría adoptar «medidas más drásticas» contra Rusia.
En concreto, ha anunciado que han convocado al embajador ruso en Londres, Alexander Yakovenko, para pedirle explicaciones por la presencia del gas nervioso en Salisbury. Concretamente, May ha fijado un plazo de dos días para que Moscú dé explicaciones antes de que termine la jornada del martes.
La primera ministra ha advertido de que «si no hay una respuesta creíble daremos por hecho que ha habido un uso de la fuerza por parte del Estado ruso en territorio británico y contra Reino Unido y entonces regresaré a esta Cámara y plantearé toda las opciones que adoptaremos en respuesta», ha asegurado.
«No vamos a tolerar este descarado acto de asesinato de civiles inocentes en nuestro suelo», ha apostillado la mandataria británica en su intervención.
Skripal, antiguo agente doble de 66 años, y su hija Yulia, de 33, están ingresados desde el 4 de marzo tras ser hallados inconscientes en un banco de la catedral de la localidad de Salisbury, en el sur de Inglaterra. Salisbury es una ciudad muy tranquila, pero desde el incidente se pueden ver vehículos militares y soldados con trajes de protección y máscaras de gas en varios puntos relacionados con la investigación.
El hijo del espía, Alexander, falleció en julio del año pasado a los 43 años y los medios británicos informaron que murió en San Petersburgo, en Rusia. La esposa de Skripal, Liudmila, murió en 2012 a los 60 años de edad de un cáncer.