Otro depósito de nitrato de amonio almacenado en la central térmica libanesa Zouk Mikael hace sonar las alarmas
La sociedad libanesa trata de recuperarse de la explosión ocurrida hace más de una semana en el puerto de Beirut, mientras los rumores no paran de sucederse. El último de ellos tiene que ver con un depósito de nitrato de amonio que, según algunas informaciones, podría estar almacenado en la central térmica Zouk Mikael en la región de Kesrouan en el Monte Líbano, según han desvelado el diputado Shamil Roukoz, yerno del presidente de la República, Michel Aoun y el alcalde de la región, Elias El-Bainou.
El Ministerio de Energía, por su parte, ha confirmado que la sustancia almacenada en esta central térmica no es nitrato de amonio. En un comunicado oficial, el Ministerio ha respondido al diputado Roukoz afirmando que “esta información es incorrecta” y ha aclarado que el porcentaje de este producto en la planta de Zouk “es muy pequeño, no explota y no se quema”. No obstante, de acuerdo con información a la que ha tenido acceso el digital Al Ain, el poder judicial dictó la decisión de destruir estos materiales, lo que ha generado dudas sobre su peligro.
Tras conocer la presencia de estos materiales, el fiscal general de casación, el juez Ghassan Aweidat, dictó la decisión de retirar los materiales peligrosos del Laboratorio Térmico Zouk y destruirlos por métodos científicos, ya que la cantidad alcanzó unos 3.974 kg de sustancias peligrosas. Según fuentes a las que ha tenido acceso Al Ain, el nitrato de amonio que se almacena en esta central podría “conducir a un nuevo desastre”, razón por la cual el poder judicial del país de los cedros ha decidido emitir una orden para destruirlos.
Las manifestaciones por la presencia de estos materiales no han dejado de sucederse, de acuerdo con varios medios locales que, han explicado, que los materiales fueron trasladados desde la zona de Zouk Mikael al área de Kfardebian en el Monte Líbano, lo que hizo que la gente de la región organizara vigilias de protesta. Dadas las circunstancias, las autoridades decidieron devolver este material a Zouk Mikael, desatando también la ira ente la población de la zona.
El país de los cedros ha vuelto a ser víctima del miedo y la desesperanza. En este escenario son cada vez más los testimonios que aseguran haber advertido al Ejecutivo libanés sobre el peligro del nitrato de amonio. En 2016, cuatro años antes de que la explosión de Beirut provocase el caos e hiriera a más de 6.000 personas, un funcionario del Gobierno de Estados Unidos expresó su preocupación a un funcionario portuario libanés por el almacenamiento inseguro de una serie de químicos volátiles, ha afirmado el periódico Arab News. Esta persona notó debilidades en la cobertura de las cámaras de seguridad y advirtió de la mala ventilación del hangar en el cual se encontraba almacenado el nitrato de amonio. Este testimonio es una prueba más de que algunos responsables políticos y de seguridad eran conscientes de las miles de toneladas de nitrato de amonio que se estaban almacenando en el almacén del puerto de Beirut.
Una oleada de protestas ha vuelto a conquistar la capital del país este martes. La violencia ha vuelto a protagonizar estas manifestaciones que, han estado marcadas, por los enfrentamientos entre algunos de los allí presentes y la Policía libanesa, que han finalizado con un saldo parcial de al menos 42 heridos de diversa consideración. La Cruz Roja libanesa ha señalado que tuvo que trasladar a diez de estas personas a centros hospitalarios, mientras que el resto recibieron atención sanitaria en el lugar de los hechos.
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