Muere Fidel Castro a los 90 años
Fidel Castro falleció este viernes a los 90 años, ha confirmado su hermano y presidente de Cuba Raúl Castro en la televisión oficial. Castro se proyectó al mundo desde la pequeña isla de Cuba, donde ejerció un poder absoluto, que debió ceder a su hermano el 31 de julio de 2006, aquejado de una grave enfermedad intestinal. En febrero de 2008 renunció definitivamente a la presidencia de Cuba y en abril de 2011 a la jefatura del gobernante Partido Comunista (único).
Su enfermedad y delegación del mando abrieron una nueva etapa en la historia de Cuba, con perspectivas de cambios económicos, aunque no políticos, bajo el gobierno de Raúl Castro.
Cinco años menor, Raúl Castro se esmeró en reformar el ineficiente y agotado modelo socialista de corte soviético, instaurado tras el triunfo de la revolución, el 1 de enero 1959.
En el ocaso de su vida, Fidel alcanzó a ver lo que parecía imposible: el fin de la enemistad con Estados Unidos, su principal adversario por medio siglo, fruto de un histórico acercamiento iniciado por Raúl y el presidente Barack Obama y anunciado al mundo el 17 de diciembre de 2014.
Partido único y represión
Ambos países restablecieron lazos diplomáticos el 20 de julio de 2015, cerrando el último capítulo de la Guerra Fría en América.
Obama justificó el drástico cambio de política hacia Cuba afirmando que los intentos de aislar a Cuba habían terminado por aislar a Estados Unidos en el continente, y pidió al Congreso que elimine el embargo a la isla.
Fidel Castro llegó a ser el más antiguo gobernante en ejercicio en el mundo y bajo su régimen nació el 70% de los 11 millones de cubanos, que desde 2006 se habituaron paulatinamente a su eclipse del poder.
Hombre del eterno desafío a Washington, que instauró un régimen comunista a 150 kilómetros de las costas de Estados Unidos, el líder cubano despertó amores y odios: considerado por unos como símbolo de soberanía y dignidad latinoamericanas, de solidaridad y justicia social; y por otros como un dictador megalómano y cruel, una valoración que acreditan las más de 6.000 ejecuciones bajo su mandato.
Sus críticos le achacan haber forjado un sistema totalitario de partido único, represor de toda disidencia y con un rotundo fracaso económico; pero sus admiradores destacan que elevó los índices de salud de Cuba al nivel de los del primer mundo, desarrolló la educación, la cultura y el deporte.
Convaleciente, irrumpió en marzo de 2007 como autor de una columna llamada ‘Reflexiones del Compañero Fidel’, de las que llegó a publicar más de 400 en la prensa cubana, principalmente con arremetidas contra Washington y alertas sobre los peligros que enfrenta el planeta.
Última aparición pública en julio de 2015
Visto en los primeros años de enfermedad solo en fotos y vídeos, en traje deportivo, Fidel se recuperó y reapareció en público en julio de 2010 en algunos encuentros académicos sobre temas internacionales, e incluso vistió en ocasiones de verde olivo, pero sin insignias militares para dejar claro que no retornaría al gobierno.
Apareció en público por última vez el 13 de agosto de 2015, el día en que cumplió 89 años, cuando se reunió con dos presidentes aliados, el venezolano Nicolás Maduro y el boliviano Evo Morales, que habían llegado a La Habana a saludarlo.
Nacido el 13 de agosto de 1926 en la aldea de Birán (oriente), hijo de un inmigrante gallego devenido terrateniente y una cubana humilde, llegó al poder el 1 de enero de 1959 al derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista, tras 25 meses de lucha guerrillera en la Sierra Maestra.
Enfrentó a once presidentes de Estados Unidos, a la invasión de Bahía de Cochinos organizada por la CIA en 1961, a la crisis de los misiles de 1962, al embargo impuesto por Washington casi desde el inicio de la revolución, a la caída del muro de Berlín y a la desintegración de la Unión Soviética, que había sido el sostén económico, ideológico y militar de la isla por tres décadas.
Bajo su gobierno, dos millones cubanos abandonaron la isla por razones políticas y económicas, y se radicaron principalmente en Miami (Estados Unidos), desde donde los más feroces anticastristas organizaron o apoyaron conspiraciones y planes de asesinato en su contra, a veces en complicidad con la CIA.
Fidel Castro, a quien tantos y tantas veces dieron por muerto, tuvo ocho hijos: una mujer (Alina, quien se le opuso y emigró a Miami) y siete varones, cinco de ellos con Dalia Soto del Valle.
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