La llegada de Trump a la Casa Blanca tambalea el plan de paz de Santos con las FARC en Colombia
En los mismo días que el presidente francés, François Hollande, se reunía con ‘Pablo Catatumbo’, líder de las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tomaba posesión en Washington el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump. Y si las posiciones entre Trump y Europa están alejadas –Brexit, OTAN, libre comercio…–, hay otro escenario en el que la lenta burocracia de la Unión Europea y la lejanía de sus Estados miembros con el hemisferio latinoamericano puede separar aún más las políticas exteriores de la UE y EEUU, en teoría los socios preferentes de la sociedad occidental.
Donald Trump se plantea «revisar su posición» sobre los acuerdos alcanzados por Juan Manuel Santos con los jefes de la guerrilla narcoterrorista. Al menos así lo ha hecho saber su flamante secretario de Estado, Rex Tillerson, quien este fin de semana hizo saber que el nuevo presidente de Estados Unidos está “estudiando la posibilidad de retirar todo el apoyo al presidente de Colombia por el acuerdo firmado por su gobierno con una organización terrorista”.
Puse a Farc en la lista de terroristas de EEUU. Ahí siguen.
— Andrés Pastrana A (@AndresPastrana_) January 23, 2017
Y es que las FARC no han salido de la lista de organizaciones terroristas para la Administración estadounidense, en la que entraron en el año 1997, durante la Presidencia de Bill Clinton en Washington y de Andrés Pastrana en Bogotá. Así, Tillerson explicó en la misma alocución ante la prensa que el Gobierno Trump no se ha planteado la posibilidad de retirar al que también es el mayor cártel de la droga del mundo de la lista de terroristas ya que el presidente Trump desaprueba toda relación de cualquier gobierno con terroristas.
El presidente francés, François Hollande, visitó este martes, junto a su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, la localidad de Caldono, en el departamento de Cauca (sur), una de las zonas donde se concentrarán los guerrilleros de las FARC hasta completar su paso a la vida civil.
Ambos mandatarios, acompañados por el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y la ministra de Trabajo, Clara López, se reunieron a puerta cerrada con el jefe de la misión de Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnauld, y con el guerrillero ‘Pablo Catatumbo’.
Ya en una comparecencia ante los medios de comunicación, Hollande explicó que con su presencia en dicho lugar, «sin duda el teatro de los combates más terribles», pretendía evidenciar el apoyo de Francia y Europa al proceso de paz en Colombia. «Europa asume su cuota y lo hará todavía más. Francia también tiene que traducir sus compromisos en hechos», dijo, precisando que su Gobierno aportará su experiencia «en la unidad de búsqueda de personas desparecidas que prevé el acuerdo de paz».
Contrasta la reunión de Hollande con el líder terrorista y su actitud para con el acuerdo, aprobado por la vía de urgencia en el Congreso colombiano después de que fuera rechazado por la ciudadanía en plebiscito, con su nulo interés por verse con la oposición democrática colombiana, liderada por el ex presidente Álvaro Uribe, al frente del partido Centro Democrático (CD)
De hecho, el equipo de Hollande quiso remarcar en los días previos a la visita que “los mensajes de la oposición” colombiana “no han sido amistosos”, como una justificación de que no esté previsto un encuentro con quien representa a, al menos, la mitad más uno de los colombianos, tras la victoria del NO en el plebiscito del pasado 2 de octubre de 2016.