La desigualdad en la vacunación amenaza la pronta recuperación económica de Oriente Medio
El Fondo Monetario Internacional espera que el crecimiento económico de Oriente Medio alcance el 4% este año, pero esas perspectivas halagüeñas ocultan las profundas divisiones económicas de la región. Las economías de Oriente Medio se están recuperando de la pandemia de la COVID-19 más rápido de lo previsto, en gran parte debido a la aceleración de las campañas de inoculación masiva y al aumento de los precios del petróleo. Pero el Fondo advirtió el domingo que una distribución desigual de las vacunas podría hacer descarrilar la recuperación de la región, ya que las perspectivas de los países ricos y pobres son divergentes.
Las economías de Oriente Medio y África del Norte o región MENA, que incluye a todos los países árabes e Irán, experimentó una contracción del 3,4% de su PIB en 2020, según las últimas estimaciones, debido a la caída de los precios del petróleo y a las medidas de contención adoptadas para evitar la propagación de la COVID-19. Según el FMI, el crecimiento en la región se acelerará hasta el 4% este año, un aumento de 0,9 puntos en comparación con su última proyección publicada a principios de febrero. En su informe de perspectivas económicas regionales publicado el domingo, el FMI dice que espera que los niveles de PIB de los países que más se han vacunado alcancen cifras de 2019 el próximo año, mientras que, para otros, la recuperación se ralentizará.
«Esta recuperación a varias velocidades es a diferentes niveles, entre los que son rápidos en la vacunación (…), los que serán lentos y los que llegarán tarde», dijo Jihad Azour, director del departamento Oriente Medio y Asia Central en el FMI. «El despliegue de la vacuna y la respuesta política juegan un papel importante en la calidad y profundidad de la recuperación económica», agregó.
El FMI espera que la economía de Emiratos Árabes Unidos crezca este año un 3,2%, y la Expo Mundial de Dubái, reprogramada para octubre de 2021, es la clave de la recuperación del país. Dubái espera que el enorme evento atraiga a 25 millones de visitantes y una serie de acuerdos, anunciando un brillante futuro post-pandémico. Los EAU han lanzado una de las campañas de inoculación más rápidas del mundo, con más de 90 dosis administradas por cada 100 residentes hasta esta semana. Sin embargo, el colapso de la hostelería, el turismo y el comercio minorista plantea retos para la deslumbrante Dubái, donde una cascada de despidos afectó a los trabajadores extranjeros y redujo la población del emirato en un 8,4%, según la agencia de calificación S&P Global.
Las perspectivas son más sombrías para las economías frágiles y en desarrollo, muchas de ellas con campañas de vacunación retrasadas, pocos recursos para el estímulo fiscal y unos ingresos procedentes en gran medida de sectores como el turismo, que han sido los más lentos en recuperarse de la pandemia. Mientras que los países ricos tienen previsto vacunar a la mayor parte de su población en unos pocos meses, es probable que franjas de la región -desde Afganistán y Gaza hasta Irak e Irán- no inoculen a una parte significativa de sus poblaciones hasta mediados de 2022, según el FMI.
El FMI prevé una lenta recuperación en 2021 para Egipto y Pakistán, países importadores de petróleo y dependientes del turismo, que sufrieron un éxodo de inversores extranjeros el año pasado. El Fondo revisó a la baja su estimación de crecimiento para Jordania, donde la tasa de desempleo juvenil se ha disparado hasta el 55%. Sudán sigue sumido en la deuda y amenazado por la inestabilidad, pero su economía podría crecer por primera vez en años al obtener un nuevo acceso a las redes financieras internacionales.
Líbano, golpeado por crisis económicas, sociales y políticas, es el único país de la región donde se espera que la actividad se contraiga aún más después de una recesión del 25% en 2020. El país, que ha luchado durante meses para formar un nuevo gobierno, entabló conversaciones con el FMI por el apoyo financiero el año pasado, pero rápidamente chocaron con un muro debido a la falta de consenso político sobre las reformas necesarias. «En ausencia de un gobierno, es muy difícil para nosotros brindar algo más que asistencia técnica y apoyo político», dijo Azour.
Algunos países de la región, particularmente en el Golfo, sí han lanzado campañas de vacunación masivas. Pero el acceso a las vacunas sigue siendo un desafío para muchos otros países debido a la escasez, retrasos en las entregas, conflictos internos y dificultades financieras. Después de contraerse un 4,8% en 2020, se espera que los estados del Golfo ricos en petróleo crezcan un 2,7% este año.
Pero en otras partes de la región, desde Yemen y Sudán hasta Libia y Líbano, donde la inflación se dispara, la inestabilidad prevalece y las guerras han dejado cicatrices duraderas, los efectos perjudiciales de la pandemia se prolongarán y causarán daños económicos, según el FMI, posiblemente durante años.
«Llevamos un año de crisis y la recuperación ha vuelto, pero es una recuperación divergente», dijo a The Associated Press Jihad Azour. «Estamos en un punto de inflexión. … La política de vacunación es la política económica».
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