La comunidad internacional tilda a las elecciones sirias de “farsa”

La comunidad internacional tilda a las elecciones sirias de “farsa”
Elecciones en Siria

Siria finaliza su jornada electoral marcada por la fuerte crítica internacional. Organismos como Naciones Unidas (ONU) o la Unión Europea (UE) han tachado de “farsa” las elecciones convocadas por el país árabe. A pesar de que los resultados aún no se han hecho públicos, no existe duda alguna de que el actual presidente Bachar al-Asad se impondrá como el claro vencedor de unos comicios sin oposición real, lo que le permitirá seguir durante siete años más en el poder.

El alto representante de la UE, Josep Borrell, ha manifestado que “las elecciones que tuvieron lugar en Siria el 26 de mayo no cumplieron ninguno de los criterios de una votación genuinamente democrática y no contribuyen a la solución del conflicto”. Borrell ha defendido que estos comicios se deberían haber llevado a cabo de acuerdo con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU.

“Sólo pueden ser creíbles si todos los sirios, incluidos los desplazados internos, los refugiados y los miembros de la diáspora, pueden participar en un entorno seguro y neutral, sin amenaza de intimidación y en una competición política libre y justa”, recoge la declaración del Alto Representante. En esta misma línea se ha manifestado el Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Jeffrey DeLaurentis declaraba que «un acuerdo político creíble no puede esperar».

“Seguimos afirmando con firmeza que la única manera de avanzar es impulsar un proceso político que cumpla con las condiciones señaladas en la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad», subrayó DeLaurentis.

A pesar de las incesantes críticas internacionales, la jornada electoral en Siria finalizó sin grandes altercados. Los más de 12.100 centros electorales se mantuvieron abiertos durante 17 horas. La agencia oficial de noticias siria SANA confirmó el cierre de estos centros a las 7 PM. hora local y anunciaba el inicio del escrutinio, cuyo resultado deberá darse a conocer en un plazo de tres días desde la finalización de los comicios, de acuerdo con la Constitución.

Desde el Gobierno sirio señalan que las elecciones muestran que “el país está funcionando normalmente a pesar de un conflicto de una década”. Un conflicto que ha provocado la muerte de cientos de miles de personas y ha expulsado de sus hogares a 11 millones, lo que supone la mitad de la población del país. El propio presidente y candidato a la reelección, Bachar al-Asad eligió votar en un colegio electoral situado el barrio de Duma, en un acto lleno de simbolismo.

Duma ha estado bajo el control de grupos rebeldes hasta 2018 y ha sufrido durante mucho tiempo un fuerte asedio por parte del régimen. Además, este suburbio a las afueras de Damasco experimentó un ataque químico, perpetrado por el Gobierno de Al-asad, que mató al menos a 50 civiles. Este hecho desencadenó una serie de ataques aéreos contra presuntos emplazamientos de armas químicas como respuesta de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.

«Siria no es lo que intentaban comercializar, una ciudad contra otra y una secta contra otra, o la guerra civil. Hoy estamos demostrando desde Duma que el pueblo sirio es uno», señaló Asad después de haber depositado su voto. Una declaración que se contradice con la realidad que vive el país, donde el Gobierno de Asad controla el 70% del territorio por lo que en lugares como la provincia de Idlib – en manos de una serie de grupos rebeldes – y el noreste de Siria -bajo control de la administración autónoma kurda – no se ha convocado a su población a las urnas.

Estas elecciones suponen una forma de legitimar el papel de Bachar al-Asad en Siria de cara a la comunidad internacional. En palabras del experto Ignacio Álvarez-Ossorio no es más que una forma de mantener una “cierta fachada democrática en un proceso totalmente ademocrático”. Siria y ante la más que probable reelección de al-Asad se enfrenta a múltiples retos como puede ser la crisis económica o la normalización de relaciones con el resto de los países árabes.

Desde que se iniciará la guerra civil siria en 2011 el país árabe se encuentra totalmente aislado, y estas elecciones son una oportunidad para que el régimen sirio proyecte legitimidad ante los Gobiernos de la región. Arabia Saudí, principal apoyo de los opositores de al-Asad durante la guerra, ha abierto la puerta a entablar relaciones con Siria. Medios de comunicación sirios han confirmado que el ministro de Turismo del país, Muhammad Rami Martini, ha visitado Arabia Saudí por primera vez en lo que es, al parecer, el primer viaje al Reino del Golfo de un ministro del régimen sirio en una década.

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