El cómico Jimmy Morales, futuro presidente de Guatemala

La política en este siglo XXI no deja de deparar sorpresas. Guatemala cerró la primera vuelta de sus elecciones presidenciales con un giro radical en la política que ha gobernado el país durante décadas. El escándalo de corrupción que derrocó a Otto Pérez Molina ha aupado a un candidato por sorpresa. Su nombre es Jimmy Morales y su currículum es de lo más variopinto. Cómico, actor y director, el nuevo aspirante a dirigir los designios de todos los guatemaltecos se considera conservador y su mensaje ha calado entre la población, harta ya de las corruptelas de la clase dirigente. «Ni corrupto, ni ladrón», esa es la soflama que ha repetido durante la campaña. Un mensaje de marcado tinte populista que le ha dado un resultado excepcional. Morales ha descubierto también en las redes sociales un importante aliado para llevar a todos los rincones de Guatemala su programa de regeneración.

El caballo de batalla del hasta hace unos meses desconocido político se ha centrado en una reforma profunda de las instituciones con el objetivo de limpiar de corrupción todo el sistema, desde la administración pasando por la policía. El candidato del Frente de Convergencia Nacional (FCN) ha crecido como la espuma en las encuestas a medida que se acercaba el día de la votación. A mediados de agosto, el candidato de la oposición Manuel Baldizón de Libertad Democrática Renovada (LIDER) notaba el aliento de Morales cuando se destapaban los casos de corrupción en el país. Con un 30% de la intención de voto para Baldizón y un 20% para Morales, parecía claro que se llegaría a una segunda vuelta. Desde entonces, con la detención del presidente Otto Pérez Molina por corrupción como telón de fondo, la figura de Morales comenzó a subir como la espuma hasta el día de los comicios. El resultado provisional conocido ayer obligaba a una segunda vuelta. Morales obtuvo el 24% de los votos escrutados, la candidata de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Sandra Torres, ex mujer del que fuera presidente Alvaro Colom, obtuvo el 20% lo mismo que el conservador Baldizón.

Una carrera en el cine y la televisión

La tablas logradas después de tantos años en televisión lanzaron a Morales a la arena política. Su saber estar y los mensajes claros que lanzaba desde los atriles le llevaron a presentarse como candidato a la alcaldía de Mixco en 2011. Más tarde se convirtió en secretario general del FCN, partido siempre ligado a la cúpula militar del país pero en el que, según indica el propio Morales en su página web, él se encargó de limpiar: «El partido político FCN Nación no está integrado por ex militares, a partir del año 2013 en que fui nombrado Secretario General del partido, la dirigencia fue remplazada en un 99% por personas de mi entera confianza, sin experiencia política, pero con el deseo y la capacidad de construir una Guatemala feliz e inmortal».

Jimmy Morales produjo junto a su hermano Sammy un programa de humor llamado ‘Moralejas’ que se mantuvo durante 15 años en antena en el canal público de la televisión guatemalteca dando vida a los personajes ‘Nito y ‘Neto’.

Tras el éxito televisivo, Morales vio el filón en el mundo del cine. Su incursión se produjo como actor y productor participando en siete películas: ‘Manzana güena en noche buena’, ‘La misteriosa herencia’, ‘Detectives por error’, ‘Ve que vivos’, ‘Una aventura en el más allá’, ‘Repechaje’, ‘Gerardi’ y ‘Un presidente de a sombrero’.

El caso de Beppe Grillo en Italia

No es la primera vez que un cómico se presenta a unas elecciones. Y no es la primera vez que este tipo de personajes aprovecha el hastío de la población con la clase política. Uno de los casos más recientes y con más repercusión ha sido el de Beppe Grillo, un cómo italiano integrante del Movimiento 5 estrellas que en las elecciones generales italianas de 2013 arrasó a los partidos políticos tradicionales. Grillo encabezó la fuera más vota en el Congreso y una amplia representación en el Senado. El golpe que asestó este partido nacido de un movimiento ciudadano fue durísimo, especialmente para el partido del que fuera presidente Mario Monti. La sociedad italiana se rindió al mensaje populista de Grillo, que chocaba frontalmente con las políticas impuestas por la UE y de las que Monti era ejecutor.