Charles Michel convoca a los líderes europeos en Bali a una reunión urgente tras el ataque a Polonia

Noche larga en Bali (Indonesia). El ataque ruso sobre territorio OTAN, en la frontera de Polonia con Kiev, ha obligado a varios líderes mundiales a salir de la cama antes de hora, para ponerse a trabajar en una cuestión que preocupa en especial a Europa. Tanto que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha decidido convocar de urgencia a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE presentes en el G20 a una reunión que se celebrará dentro de unas horas. Polonia se plantea pedir la revisión del artículo 4 de la OTAN, para consultar al resto de países miembros «cuando una de las partes fuese amenazada».

Michel, antes de convocar a los dirigentes comunitarios, ha hablado con el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki. Según el gabinete del mandatario europeo, Michel le ha «asegurado la plena unidad y solidaridad de la Unión Europea». La presidenta de la UE, Ursula Von der Leyen, ha transmitido «mi pésame y mi mensaje más fuerte de apoyo y solidaridad con Polonia y nuestros amigos ucranianos».

El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ha hablado con su homologo polaco alrededor de las cinco de la madrugada hora indonesia (siete horas menos en Francia). Con la cumbre del G20 llegando a su fin -hoy se celebran las últimas reuniones-, Macron ha pedido a su ministro de Defensa que monitorice toda la información relativa a este ataque ruso sobre territorio OTAN. El presidente norteamericano Joe Biden, alrededor de las 5.45 de la madrugada, también ha llamado al mandatario polaco.

De momento el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, a pocos minutos de las seis de la mañana en Indonesia, es de los pocos que no ha informado de que se haya activado ante la nueva situación geopolítica. Algunos de sus ministros, consultados por este periódico, desconocen si ha tenido algún tipo de actividad esta madrugada. Con ellos, de momento, no ha tenido ningún tipo de contacto. La previsión, sin embargo, es que llame a su colega polaco con el que mantiene buena relación.

Lavrov

Quien ha decidido abandonar ya Bali ha sido ni más ni menos que el ministro de Defensa ruso Sergei Lavrov. El hombre que representaba a Vladímir Putin en la cumbre, tras participar en la cena de gala que ofreció el presidente indonesio anoche, ha puesto rumbo hacía Moscou de madrugada. Antes, por eso, ha dado órdenes de negar cualquier relación de su Ejército con el ataque sufrido en Polonia. Aseguran desde el Kremlin que el país europeo lo usa para «aumentar la escalada de tensión».