El alcalde de Mineápolis humillado y expulsado de una protesta antirracista por negarse a abolir la Policía
Entre las llamativas imágenes que están dejando las revueltas que se están produciendo en las manifestaciones contra la violencia racial, una de las más surrealistas es la que se ha registrado este domingo en la ciudad de Mineápolis, la ciudad de donde surgió este último episodio a raíz de la muerte de un ciudadano negro, George Floyd, asfixiado por un policía blanco.
Se trata de la humillación que ha sufrido el alcalde de la localidad del estado de Minnesota, Jacob Frey. El mayor de la ciudad, progresista y del Partido Demócrata, acudió a una de las manifestaciones celebradas este domingo para acompañar a la gente como uno mas. Ocurre que no precisamente siempre el objeto de estas movilizaciones es luchar contra el racismo, sino que detrás de ello se esconden -cada vez menos ocultas- otro tipo de aspiraciones.
Una de ellas, la de acabar con la Policía. En Estados Unidos hay gente que asegura que ese es su objetivo. Algunos de ellos estaban en la manifestación en la que se metió el alcalde Frey, que escuchó el discurso, megáfono en mano, de una chica que exigía precísamente eso, la abolición de la Policía Le preguntaron directamente al alcalde si era algo que iba a hacer. Evidentemente, este dijo que no, que no es una opción, lo que avivó la ira de los allí presentes.
En ese momento, se dispararon los abucheos al alcalde, a quien se le ‘invitó a marcharse’, esto es, se le dejó claro que ya no era bienvenido en esa manifestación: se le echó. Se le regaló un auténtico paseo de la vergüenza, una humillación en toda regla. Los móviles grababan y registraban cómo tenía que marcharse del lugar entre la multitud. Todo, recordemos, porque este alcalde progresista no quiere abolir la Policía en la ciudad de Mineápolis.
Estrangulamientos prohibidos
El Ayuntamiento de Mineápolis ha aprobado este viernes una orden que, entre otras cosas, prohíbe a la Policía de la ciudad hacer uso de la técnica de los estrangulamientos durante las detenciones, mientras que Nueva York ha anunciado que hará lo propio en su estado, después de la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de un agente.
Casi dos tercios de las personas a las que la Policía de Minéapolis ha inmovilizado por el cuello desde 2012, un total de 428, eran de raza negra, según un estudio de la CNN elaborado con datos del propio Departamento de Policía de la ciudad.
También el agente Derek Chauvin la usó con George Floyd y le causó la muerte como consecuencia de «la sumisión, la restricción y la compresión del cuello», según la autopsia oficial.
Esta cifra significa que el procedimiento en cuestión, que está restringido o prohibido en muchos departamentos de Policía en Estados Unidos, se ha usado una media de casi una vez a la semana en Mineápolis desde ese período. Además, el 14 por ciento de estas 428 personas, un total de 58, perdieron la consciencia después de que los agentes les inmovilizaran por el cuello.
Asimismo, la orden exige a la Policía de Mineápolis, ubicada en el estado de Minesota, que informe e intervenga si un agente utiliza esta técnica. Al mismo tiempo, la orden, a la que ha tenido acceso la cadena de televisión CNN, exige que el jefe de la Policía de Mineápolis autorice el uso de armas de control de multitudes, como balas de goma y gases lacrimógenos.
Por último, el texto aprobado, que es temporal y necesitará la ratificación de un juez para entrar en vigor, ordena también que se impongan las medidas disciplinarias oportunas y permite auditorías civiles de las imágenes procedentes de las cámaras corporales de los agentes.
«Este es un momento en el que podemos cambiar totalmente la manera en la que opera nuestro Departamento de Policía», ha indicado el alcalde de Minéapolis, Jacob Frey, que ha admitido que en el pasado ha habido dificultades para llevar a cabo cambios de esta naturaleza y ahora, finalmente, puede hacerse «bien».