Salud

Cómo tratar la vaginosis bacteriana

Las infecciones vaginales pueden causar muchos problemas

vaginosis bacteriana
Las infecciones vaginales pueden causar muchos problemas

La vaginosis bacteriana es una infección vaginal que está causada por un crecimiento excesivo de bacterias en esa zona tan íntima, y puede tratarse con antibióticos pero también de otras maneras. Si quieres saber cómo tratar la vaginosis bacteriana, sigue leyendo y toma nota de algunos cuidados importantes para hacerlo en casa.

Cuando la vagina está en su estado natural, cuenta con una flora bacteriana que la protege de microorganismos dañinos, pero cuando su pH se altera, las bacterias pueden crecer y producir una infección.

Cuidados para tratar la vaginosis bacteriana en casa

  • Yogur natural: el yogur natural es muy beneficioso en este caso ya que contribuye a restablecer la flora vaginal, fortalece el sistema inmunitario y mejora la reacción contra los agentes patógenos. Además de comer un yogur natural al día, también puedes aplicar una pequeña cantidad en el exterior de la vagina, siempre previa consulta a tu médico.
  • Probióticos: además del yogur natural, que también es un probiótico, hay otros que pueden ser de gran ayuda y son totalmente naturales, como chucrut, el kéfir o la kombucha, entre otros. Consume cualquiera de ellos a diario y tu infección mejorará.
  • Ropa íntima: es recomendable que utilices prendas íntimas de algodón, ya que es transpirable y tanto tu piel como tus partes íntimas lo agradecerán. Evita los tejidos sintéticos, atrapan la humedad y favorecen el crecimiento de las bacterias.
  • Higiene íntima: está claro que la higiene es fundamental que sea buena en todos los sentidos, siempre, pero más aún la íntima cuando hay vaginosis bacteriana y también para evitarla. Las bacterias de la zona anal suelen pasar a la vaginal, por lo que hay que lavar a diario la zona. Además, es imprescindible que cualquier juguete sexual que vayas a utilizar esté bien limpio y desinfectado antes de utilizarlo.
  • Lavarse las manos: además de las rutinas de higiene, es muy importante que te laves las manos cada vez que vayas a tocar tu zona íntima. Lo ideal es que lo hagas con las manos enjabonadas y bajo el chorro de agua del grifo.

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