Hallazgo medieval

Terrorífico descubrimiento en Polonia: hallan el cuerpo de un vampiro enterrado en el siglo XIII

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Entierro antivampírico en Polonia. Foto: Monumentos de Lublin en Facebook.

En la ciudad de Chelm, Polonia, arqueólogos han realizado un descubrimiento que revela las creencias y miedos de la Europa medieval. En principio, se creía que era el cuerpo de un vampiro enterrado. Pero todo parece responder a prácticas destinadas a combatir el vampirismo, un temor profundamente arraigado en el folclore de la época.

El hallazgo tuvo lugar en el recinto de la Basílica de la Natividad de la Santísima Virgen María, un lugar con siglos de historia. Los investigadores están analizando las particularidades de esta tumba, cuyo contenido presenta características poco habituales en los entierros convencionales.

¿Cuál fue el terrorífico hallazgo que tuvo lugar en Polonia?

El equipo arqueológico descubrió los restos de un individuo cuya tumba estaba marcada por elementos claramente orientados a prevenir su regreso de entre los muertos.

El cuerpo fue encontrado con la cabeza separada del torso y colocada boca abajo, mientras que piedras pesadas cubrían su pecho. Estas medidas no eran casuales, sino parte de una tradición medieval vinculada al miedo al vampirismo.

Según Pawel Wira, Conservador Provincial de Monumentos de Lublin, estas prácticas se aplicaban a quienes eran considerados entidades demoníacas. «Enterrar a alguien con la cabeza cortada o con piedras sobre el cuerpo era una forma de asegurarse de que no volviera de la tumba», afirmó Wira.

Otro elemento curioso del hallazgo son los postes clavados en la tumba, uno orientado al este y otro al oeste. Los arqueólogos interpretan que estas marcas servían a los clérigos de la época para vigilar posibles signos de reanimación.

En este marco, los arqueólogos siguen llevando a cabo análisis adicionales para determinar la edad y otras características del individuo hallado, lo que podría arrojar más luz sobre su identidad y el contexto de su entierro.

¿Cómo se supo que eran restos de un vampiro enterrado en el siglo XIII?

El enterramiento se ha datado en el siglo XIII gracias al análisis de fragmentos de cerámica encontrados en las inmediaciones de la tumba. Los investigadores también determinaron que el cuerpo fue sepultado sin ataúd ni elementos funerarios, algo que refuerza la teoría de un entierro excepcional.

Este no es el primer caso de un entierro vinculado a creencias antivampíricas en Polonia. En Pień, se hallaron restos de una mujer con una hoz colocada alrededor de su cuello, diseñada para decapitarla si intentaba levantarse de la tumba. En otra región, se descubrió un niño con un candado en el pie, una práctica simbólica que buscaba evitar su regreso.

Dariusz Polinski, arqueólogo de la Universidad Nicolás Copérnico, explica que estas medidas reflejan el temor a que los muertos regresaran como «espíritus malignos o vampiros». En su opinión, el hallazgo en Chelm aporta una nueva perspectiva sobre las costumbres funerarias medievales.

Así, el hallazgo en Chelm plantea preguntas sobre la posible existencia de un cementerio desconocido en el área. Aunque la ciudad era un importante centro religioso y administrativo en la Edad Media, no se había documentado la presencia de un cementerio en la zona.

Esto podría indicar que las tumbas descubiertas pertenecen a un grupo reducido de individuos considerados fuera de lo común.

Cómo eran las supersticiones medievales en Europa del Este

Las creencias antivampíricas no eran exclusivas de Polonia. En Europa del Este, durante la Edad Media y hasta el siglo XVII, era común emplear medidas extremas para evitar la reanimación de los muertos.

El folclore de la época atribuye a los vampiros la capacidad de regresar al mundo de los vivos para causar daño, lo que motivaba prácticas como decapitaciones y uso de objetos contundentes sobre los cuerpos.

Cabe remarcar que existen prácticas similares en otras regiones. En Bulgaria, Rumanía y Hungría se han documentado enterramientos con estacas en el corazón.

A modo de conclusión, el estudio de estos hallazgos permite reconstruir parte de las creencias que marcaron la mentalidad medieval y su percepción de lo sobrenatural. En el caso del vampiro enterrado de Chelm, las evidencias apuntan a un claro intento de neutralizar cualquier posibilidad de que este individuo regresara al mundo de los vivos.

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