Los reyes más feos de España, según sus retratos
La edad moderna que comprende desde el siglo XV al siglo XVIII, fue una época donde en España se sucedieron gran cantidad de monarcas. Ocurrió algo parecido en Europa, y todos ellos fueron dejando su sello en la España de su época. Junto a esto, y gracias a los retratos que han permanecido intactos hasta la fecha, podemos hacernos una idea de cómo eran físicamente los monarcas de la época. Y algunos no salen muy bien parados y forman parte de la lista de reyes más feos de la historia de las monarquías en el mundo.
Según estos retratos, muchos de nuestros monarcas no podríamos decir que eran demasiado guapos y esto podría deberse a la endogamia generaliza de la época, que no solo afectaba a las clases reales. Nobles, grupos religiosos, y otras clases sociales de la época, practicaban las relaciones sexuales con parientes lo que favorecía a que la herencia genética no fuera muy favorecedora para nuestros monarcas.
Felipe IV, ¿el Hermoso? (1478 – 1506)
Felipe IV de España fue conocido por «el Hermoso», apodo que, a juzgar por muchos de sus retratos, no le hacía ningún favor. Pasó a la historia como uno de los reyes más severos y que se enfrentó a la iglesia por sus privilegios fiscales, algo que nunca vio con buenos ojos. También pasó a la historia como uno de los reyes más guapos.
A juzgar por sus retratos, o bien el pintor no le tenía demasiada estima, o bien la belleza de sus años era entendida de manera muy diferente a la actual.
Fernando el Católico (1452 – 1516)
El marido de la reina Isabel I de Castilla tampoco parece que fuera muy beneficiado físicamente. Incluso, podemos pensar que Felipe el Hermoso y él fueran familia por el retrato tan parecido, aunque simplemente eran suegro y nuero. Al parecer el peinado de Fernando y el de Felipe era el que se llevaba en la época, y el pintor quiso trasladarlo a sus cuadros. ¿Sería el mismo autor el que hizo los dos retratos?.
Felipe IV (1605 – 1665)
Conocido como «el Grande», la principal característica de la cara de este rey era su mentón pronunciado y su mandíbula, que le dificultaba el habla y masticar, lo que le convirtió en otro de los reyes más feos de nuestra historia. Esto podría ser debido a la herencia de una familia tan endogámica como la casa de Habsburgo.
A pesar de esto, se le recuerda como un rey culto, amante de las artes, de la lectura, el teatro, los toros y las mujeres, por las que sentía una especial atracción.
Carlos III de Borbón (1716 – 1788)
El retrato de Rafael Mens de este rey ilustrado, parece que hace bastante justicia de la cara y el físico de Carlos III, ha sido calificado por muchos historiadores como uno de los mejores gobernantes de nuestro país.
Físicamente tenía pinta de ser algo escuálido, con cara alargada y con un mentón pronunciado. Además, sus ojos medio achinados y su larga nariz afilada, no lo convirtieron en el monarca más guapo de la época.
Fernando VII «el Deseado» (1784 – 1833)
Apodado «el Deseado» por su vuelta tras la salida de José Bonaparte de España, aunque su físico no hacía pensar que fuera demasiado atractivo para las mujeres de la época.
El rey además tuvo serios problemas para traer descendencia al país dado que sufría de una macrosomía genital, es decir, las dimensiones de su miembro viril eran superiores a la media, lo que le impedía tener relaciones sexuales con facilidad con sus mujeres. Tuvo cuatro esposas, y solo su sobrina, María Cristina de las dos Sicilias, le dio descendencia.
Carlos II «el Hechizado» (1661 – 1700)
No hay duda que los retratos que existen de Carlos II, «el Hechizado», no son lo mejor para un rey. Posiblemente fue de los reyes más feos de España y, con poco, el más feo de las realezas europeas.
Heredó prácticamente lo peor de la casa Habsburgo. Decían que tenía un retraso mental, era raquítico, estéril y su lengua era tan gruesa, que apenas se le entendía al hablar. Fue el último rey de los Austria que reinó en España.
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