Historia hispánica

Poca gente lo sabe, pero este militar extremeño jugó un papel crucial en la Independencia de EE.UU.

Militar extremeño
Retrato del marino español José Solano y Bote. Foto: Dominio Público.

Su nombre no suele aparecer entre los más recordados de la historia militar española, ni en las crónicas sobre la guerra por la independencia de Estados Unidos. Sin embargo, este militar extremeño desempeñó tareas de gran impacto en la geopolítica del siglo XVIII.

Con una formación científica y una trayectoria en la Armada marcada por la estrategia, las exploraciones y el espionaje, su influencia se extendió hasta el escenario americano. Esta es la historia de un español, con un papel decisivo que pasó casi inadvertido.

¿Quién fue el militar extremeño que jugó un papel crucial en la Independencia de EE.UU.?

Nacido en Zorita, provincia de Badajoz en Extremadura, José Solano y Bote pertenecía a una familia hidalga de tradición local. Su linaje, originario de Navarra y asentado en la región desde tiempos de la Reconquista, le vinculaba con nombres como el de Estefanía Pizarro, familiar del conquistador del Perú.

Fue el quinto de once hermanos y recibió una educación poco habitual en la época gracias a un benefactor familiar que lo llevó a Madrid, donde aprendió latín, francés, historia y matemáticas.

A los 15 años ingresó en la Real Academia de Guardamarinas de Cádiz. Mostró un perfil técnico que lo distinguió de otros aspirantes: se destacó en aritmética, navegación, fortificación y cosmografía.

Fue considerado un marino con una sólida base científica, alejado del modelo tradicional de oficial. Su carrera comenzó a consolidarse cuando participó en 1744 en el combate naval del cabo Sicié, a bordo del navío El León, en el marco de la guerra contra los británicos.

A partir de entonces, su proyección en la Armada se vinculó estrechamente con el impulso modernizador que defendían figuras como Jorge Juan. Este marino e ingeniero ilustrado fue quien lo eligió para acompañarlo en una misión de espionaje industrial en Gran Bretaña.

Así fue el intrigante espionaje científico de José Solano en Londres

En 1749, José Solano viajó a Londres junto a Pedro de Mora. Bajo una tapadera de perfeccionamiento en matemáticas, ambos debían recopilar información sobre tecnologías navales británicas.

La operación, organizada por el marqués de la Ensenada, incluía la compra de instrumentos científicos y la contratación de técnicos. Solano llegó a infiltrarse en astilleros como el de Deptford y fue descubierto tras acceder a una fragata cubierta de cobre.

Tras su regreso a España, participó en proyectos hidráulicos en el Tajo y en obras en el puerto de Cartagena. Pero fue en 1753 cuando su perfil científico y militar lo llevó a la Expedición de Límites al Orinoco.

Su misión consistía en delimitar fronteras entre territorios españoles y portugueses tras la firma del Tratado de Madrid. Coordinó tareas de navegación, astronomía, cartografía y construcción de embarcaciones.

Durante esta campaña, recorrió ríos como el Orinoco y el Amazonas, fundó poblaciones como San Fernando de Atabapo y San Carlos de Río Negro, y elaboró uno de los primeros mapas completos del sistema fluvial. Su labor fue esencial para la posterior organización del territorio en la Capitanía General de Venezuela.

¿Por qué este militar extremeño fue clave en la independencia de Estados Unidos?

Ya como gobernador y capitán general de Venezuela desde 1763, Solano y Bote impulsó una intensa política de reformas: reorganizó el territorio, promovió exploraciones, mejoró infraestructuras y reforzó la defensa militar de la región.

En este contexto, su rol se volvió decisivo durante la guerra entre España y Gran Bretaña iniciada en 1779, en el marco de la alianza hispano-francesa que respaldó la independencia de Estados Unidos.

José Solano fue nombrado comandante de la escuadra naval que actuó en el Caribe durante este conflicto. Su tarea: colaborar con las tropas del general Bernardo de Gálvez y bloquear las rutas marítimas británicas. Esta estrategia permitió a las fuerzas aliadas tomar control sobre puntos clave como Mobile y Pensacola, cortando el abastecimiento enemigo desde el Golfo de México.

Estas operaciones fueron determinantes para debilitar la posición británica en América del Norte. La historiografía estadounidense reconoció la importancia de estas campañas navales para la victoria final de las trece colonias, aunque el nombre de Solano y Bote rara vez aparece en los manuales de historia.

Según recoge el historiador Thomas E. Chávez en su obra sobre la contribución hispana a la independencia estadounidense, «la participación de la Armada Española en las Antillas fue crucial, y figuras como Solano, aunque menos conocidas, resultaron fundamentales en la contención británica».

Tras la guerra, el militar extremeño fue recompensado con nuevos cargos: presidió la Real Audiencia de Santo Domingo y más tarde regresó a la península, donde recibió el título de marqués del Socorro. Falleció en Madrid en 1806, dejando atrás una carrera basada en el conocimiento científico, la acción militar y la administración territorial.

Aunque su figura quedó en segundo plano, su influencia fue decisiva en dos aspectos: el afianzamiento del dominio español en América y el respaldo indirecto a la independencia de Estados Unidos.

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