La España de los Austrias: un imperio en expansión
¿Cómo fue la España de los Austrias y quiénes fueron los diferentes monarcas? Aquí te dejamos algunos datos interesantes.
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Durante el reinado de Carlos I y Felipe II, los denominados Austrias mayores, España se convirtió en la mayor potencia de Europa. La herencia territorial de Carlos I de España, procedente de los Habsburgo (Países Bajos y Condado de Borgoña) y de los Trastámara (Coronas de Aragón y Castilla), aunado a la conquista de América, marcó el comienzo del Imperio español y de una de las monarquías más poderosas de la historia.
El emperador Carlos V (Carlos I de España)
Con la muerte de Fernando II de Aragón, su hijo Carlos asumió el trono como Carlos I de Castilla y Aragón. La herencia del joven monarca abarcaba todas las posesiones españolas en el Nuevo Mundo y alrededor del Mediterráneo, además del denominado Flandes o los Países Bajos y el Franco Condado.
Tras la muerte de su abuelo paterno Maximiliano I, Carlos heredó los territorios Habsburgo de Alemania, y fue elegido como Emperador con el nombre de Carlos V. El Emperador y Rey Carlos era el hombre más poderoso de la Cristiandad.
Después de derrotar a Francia en las Guerras Italianas, Carlos V intentó negociar con los estados protestantes en Alemania que se protegían bajo la Liga de Esmalcalda. Pero la postura hostil tomada por los protestantes y los católicos los llevó a una guerra que fue intervenida por los ejércitos españoles del rey. Pese a la derrota militar por parte de los protestantes, Carlos V finalmente firmó la Paz de Augsburgo.
Carlos se casó con la Infanta Isabel, hermana de Juan III de Portugal en 1526. Treinta años después, abdicó sus posiciones, pasando el imperio español a su único hijo superviviente, Felipe II de España, y el Sacro Imperio Romano Germánico a su hermano, Fernando.
El sucesor de Carlos, Felipe II
Felipe II, el Prudente, asumió el trono español en 1556. Tras viajar por Italia, los Países Bajos y ser reconocido como sucesor regio en los Estados flamencos y por las Cortes castellanas, aragonesas y navarras, se dedicó a gobernar el vastísimo Imperio español desde la corte madrileña. Durante su reinado, Felipe II tuvo que enfrentarse a numerosas dificultades como problemas fiscales y económicos, bancarrotas y otros conflictos internos que propiciaron la muerte del príncipe heredero.
En lo que respecta a los conflictos externos, Felipe II asumió una lucha con Francia por el control de Nápoles y el Milanesado, la cual terminó pacto de paz en Cateau-Cambrésis en 1559. Tras la muerte de su esposa María Tudor en 1558 las relaciones con Inglaterra se complicaron, en especial, por la lucha del control marítimo que mantuvieron ambos países. Tras el fracaso de la Armada Invencible, se produjo el declive del poder naval español en el Atlántico.
A pesar de todos estos problemas, Felipe II triunfó políticamente al lograr la unidad ibérica con la anexión de Portugal y sus dominios y conseguir grandes victorias militares contra Francia (San Quintín) y el Imperio otomano (Lepanto).
El sucesor de Felipe II, Felipe III
A la muerte de su padre, Felipe III ocupó el trono de España y Portugal en septiembre de 1598. Durante su reinado, el sistema de gobierno fue el mismo que adoptaron los primeros Austrias, pero debido a su incapacidad como monarca y poco interés en la política, pronto fue sustituido por el poder delegado a un válido, el duque de Lerma.
Pese a que continuó la política de hostilidad con los turcos otomanos y hubo un confrontamiento con la República de Venecia y el ducado de Saboya, la política exterior de Felipe III se orientó hacia la pacificación. De hecho, se firmó la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos 1609. Después de la expulsión de los moriscos, comenzó la guerra de los Treinta Años en la que España apoyó al emperador Fernando II de Austria.
Debido al deterioro de la situación política y la crisis económica Felipe III sustituyó al duque de Lerma por su hijo, el duque de Uceda.
El reinado de Felipe IV
El nuevo rey Felipe IV llegó al trono en 1621 y contrajo matrimonio en dos ocasiones, de los cuales solo le sobrevivieron tres de los doce hijos que nacieron. Al igual que Felipe III, el monarca cedió los asuntos de Estado a la figura de los validos, entre los que destaca el Conde-Duque de Olivares. Durante su reinado, Felipe IV tuvo que enfrentarse a una recesión económica y cuatro bancarrotas que, en parte, fue causada por la agresiva política exterior que se implementó para mantener la hegemonía española en el continente.
Debido a estos problemas financieros, los reinos de la Corona de Aragón se revelaron, el Principado de Cataluña y Portugal se sublevaron contra Felipe IV, a la vez que España cedía a Francia el Rosellón, parte de Cerdaña y los Países Bajos. La devastación y declive del imperio de España era un hecho.
Carlos II y el fin de la dinastía
Carlos II, el único hijo superviviente de Felipe IV, estaba gravemente enfermo y tenía retraso mental, por lo que permaneció bajo la influencia de su madre durante toda su vida. Carlos heredó todas las posesiones de los Austrias españoles, pero cedió su regencia a válidos que no fueron lo suficientemente competentes para hacer frente a Guerra de Devolución que Luis XIV de Francia llevó adelante contra los Países Bajos Españoles en 1667-1668, perdiendo varios territorios, incluyendo las ciudades de Lille y Charleroi.
Las últimas décadas del siglo XVII vieron la decadencia y el estancamiento completo en España; producto situación económica y la crisis política y social y la ineficacia e incapacidad de los gobernantes.
Sin dejar descendientes, Carlos II decidió ceder que el trono pasara al príncipe Borbón Felipe de Anjou, dando fin a la línea de la Casa de Austria.
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