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‘Joaquín: El Novato’: Pablo Motos confiesa sus momentos más duros desde que empezó ‘El Hormiguero’

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Pablo Motos
Pablo Motos en Joaquín: El Novato.

Antena 3 emitió este miércoles la tercera entrega de Joaquín: El Novato. Tras haberse convertido en el mejor estreno de entretenimiento de los últimos 10 años, Joaquín Sánchez recibió a uno de los invitados más esperados: Pablo Motos.

A pesar de ser una de las figuras clave de la televisión de nuestro país, el presentador de El Hormiguero no suele conceder entrevistas. Pablo Motos es reacio a mostrar la parcela de su vida que hay más allá de su programa, no obstante, debido a la amistad que le une a Joaquín, decidió hacer una excepción.

El programa conducido por Joaquín Sánchez volvió a convertirse en lo más visto de la noche de los miércoles. En una noche en la que el futbolista del Betis y el presentador de El Hormiguero se intercambiaron los papeles de entrevistador y entrevistado. 

Durante la entrevista, Pablo Motos se sinceró con Joaquín sobre sus momentos más duros en El Hormiguero, un programa que supera ya los 16 años en emisión. A lo largo de todos estos años, al presentador lo único que le ha frenado fue la COVID-19, llegando a presentar el programa incluso el mismo día de los funerales de sus padres.

«Cuando se murió mi padre, le fui a enterrar y me acordé de su frase sobre que ‘un hombre tiene que ser serio con el trabajo’… y yo no le podía fallar. Cuando el dolor es tan grande y no lo conoces, tú no te puedes controlar. Me salvó Alejandro Sanz, que se portó conmigo como un caballero y me hizo una noche inolvidable», recordó Pablo Motos.

En cambio, cuando falleció su madre, al terminar el programa rompió a llorar abrazado a Laura Pausini, la invitada de aquella noche: «Les enterré por la mañana a 350 kilómetros y me vine por la noche a hacer el programa», explicó.

Por otro lado, Pablo Motos reconoció el motivo por el que estuvo a punto de dejar El Hormiguero. Y es que no muchas personas saben que el presentador se planteó cancelar el programa en la octava temporada, por un cúmulo de falta de ideas, presión y desmotivación.

«Vamos por la temporada 16, y en la temporada ocho lo pasé muy mal y lo quería dejar. Me parecía que ya estaba todo hecho y sentía que no tenía ideas nuevas. Ya no me emocionaba como antes. Hay veces que la presión te puede y la temporada ocho a mí me pudo», confesó.

En ese contexto, el apoyo de sus amigos fue fundamental. Ellos fueron quien ayudaron al carismático presentador a sobrellevar el bache y coger las riendas del programa de nuevo: «Ellos te cogen, te levantan, te cuidan y te ponen una tirita», señaló visiblemente emocionado.

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