Los galos caen en los penaltis ante Suiza, que se medirá a España en cuartos

Pena máxima para Francia y Mbappé

Suiza se clasificó para los cuartos de final de la Eurocopa después de derrotar a Francia en un encuentro de locos y en el que los penaltis decidieron al ganador. Kylian Mbappé falló el penalti decisivo que acaba con la gran favorita al título eliminada antes de tiempo

España se enfrentará a Suiza en los cuartos de final: así queda el cuadro final de la Eurocopa

Francia Mbappe
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Suiza estará, contra todo pronóstico y predicción, en los cuartos de final de la Eurocopa. Francia, la vigente campeona mundial, ve como su sueño de conquistar también el cetro continental finaliza tras un partido loco (3-3) y en el que la tanda de penaltis decidió en su contra. Un fallo de Mbappé desde los 11 metros acabó con el encuentro y confirma el bombazo de lo que va de campeonato. Los helvéticos se medirán a España el viernes en San Petersburgo.

Suiza se había adelantado en la primera mitad y Ricardo Rodríguez tuvo un penalti en el 55′ para poner el 0-2, pero su fallo resucitó a los gallos, que en cuatro minutos ya le habían dado la vuelta al luminoso. Sin embargo, y con 3-1 en el marcador, Francia se confió y Seferovic y Gavranovic mandaron in extremis el encuentro a la prórroga, donde no pudo decidirse el vencedor. Sí en los penaltis, donde Lloris, héroe en las mismas lides minutos atrás, no pudo atrapar ninguno de los cinco lanzamientos de los helvéticos y Sommer, sin embargo, sí hizo lo propio con el decisivo de Mbappé.

Un remate alto de Varane abría la veda al minuto de un partido que aún no sabía de su locura, pero a partir de ahí, Francia no pudo ponderar en el casillero de ocasiones claras, mostrando un fútbol gris en el que sus dos estrellas ofensivas, Mbappé y Benzema, se veían demasiado solos y desasistidos también entre ellos mismos. No había combinación ni fluidez, aunque el verdadero golpe llegaría junto al cuarto de hora de partido, con un testarazo inapelable de Seferovic ante el que nada pudo hacer Lloris, pero sí Lenglet, que mostró sus costuras en la marca, causa del 0-1 que ponía patas arriba el encuentro.

El despliegue de Suiza era digno de mención y después del tanto de Seferovic no sólo no bajó un ápice en su intensidad, sino que dotó de temple a su fútbol ofensivo, aprovechando las dudas de la todopoderosa Francia, contra las cuerdas frente a un combinado que se desplegaba como una auténtica grande sobre el césped del Arena Nationala de Bucarest.

El nombre propio era Seferovic, pero como mejor jugador de los suizos respondía Breel Embolo. El atacante del Borussia Monchengladbach combinó las labores de segundo delantero con las de todocampista para dar aire en cada posesión a su equipo, bien por medio de sus arrancadas con balón o bien por movimientos sin balón que por poco no supusieron un 0-2 que le hubiera puesto las cosas muy, muy cuesta arriba a la vigente campeona mundial.

El descanso era la mejor noticia para Francia, pese a las ocasiones lejanas de Benzema y Rabiot, y la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva a 45 minutos de un fracaso sonado ejercían de presión sobre un combinado que debía cambiar cosas para volver al teórico dominio que se le presupone sobre la selección vecina.

Deschamps tenía que actuar y lo hizo, retirando los tres centrales –Lenglet, fuera– e introduciendo a un extremo regateador como Coman. Volcar el partido era el objetivo pero la retaguardia iba a quedar desguarnecida… con consecuencias graves. Una conducción extraordinaria del carrilero Zuber dejaba a la luz las carencias en velocidad de Pavard, que para culminar su pifia cometía un penalti grosero sobre el futbolista suizo. El VAR rescataba a Rapallini, que obvió la acción en primera instancia.

El 0-2 estaba al caer pero Ricardo Rodríguez, veterano curtido en mil batallas, iba a sufrir en sus propias carnes la presión del pase a cuartos. Lloris, con una mano abajo majestuosa, hacía el resto para evitar el segundo y, sin querer, lanzar a Francia hacia la victoria. Lo único que le faltaba a esta selección repleta de talento físico y técnico era confianza, y la parada de su capitán les espoleó hacia unos minutos de éxtasis con otro gran protagonista: Karim Benzema.

El ‘9’ del Real Madrid, ’19’ con los blues, aparecería dos veces en dos minutos para anotar dos goles que le daban la vuelta al partido en medio de la locura. En el primero, una asistencia defectuosa de Mbappé se convertía, como el agua en vino, en golazo por obra y gracia del mago Karim, que con un control en el que se encontraron suerte y talento ponía las tablas antes de empujar a gol una pared artística de Griezmann y Mbappé.

Francia remonta y Suiza completa la machada

El encuentro ya se había volteado, pero Paul Pogba, el mejor jugador de Francia en lo que va de Eurocopa, le pondría un –otro– toque de calidad extrema para poner el gol de la tranquilidad. Un remate desde 20 metros, con el interior, le quitaba las telarañas a la escuadra y permitía al jugador del United bailar y disfrutar como hace muchos meses que no hace en el fútbol de clubes.

A partir de ahí, todo podía haber sido coser y cantar para los franceses, pero un nuevo gol de Seferovic ponía de nuevo la carne en el asador y Gavranovic daba un susto de muerte con el 3-3… anulado por fuera de juego. El futbolista del Dinamo de Zagreb había fallado a la primera, pero se guardaba un as en la manga en forma de jugada maradoniana, dejando sentado a Kimpembe y cruzando para imposibilitar la estirada de Lloris. Era el minuto 90 y el segundo 3-1 remontado en escasas horas. Coman tenía la última con un voleón que se chocaba con el larguero. La prórroga se convertía en realidad..

Mbappé falla el penalti del adiós

El tiempo extra dejó tantos problemas físicos como oportunidades, en unos minutos en los que el cansancio hizo mella y Mbappé, entre otros, sufrió el fallo y el calambre casi a la vez. El ’10’ marró la más clara y Suiza tampoco tuvo lo suficiente para amedrentar a Lloris y hacer saltar la banca. Media hora de sufrimiento después los penaltis iban a decidir al campeón.

Los lanzadores fueron seleccionándose con convicción y lanzando cada cual con mayor maestría. Pogba, Akanji, Giroud, Mehmedi…. hasta llegar a Mbappé, el mejor futbolista de cuantos quedaban en el césped y responsable del quinto, que iba a marrar un lanzamiento de pena máxima para Francia y que lanza a Suiza como rival de España en cuartos de la Eurocopa.

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