Vicente Gil: «Sánchez está obsesionado con Ayuso y desesperado con Koldo»

Sánchez está desesperado con el caso Koldo y obsesionado con Ayuso. Ya no sabe qué hacer para darle carnaza a sus periodistas de cámara y desviar la atención. El 11M no le ha salido muy bien como cortina de humo.

Sánchez ha puesto a trabajar la Fiscalía. Pero no con Koldo. Contra Ayuso. Mejor, contra su novio. Hacienda le hizo una inspección y como detectó un posible delito fiscal, la semana pasada lo trasladó a la Fiscalía de Madrid.

La denuncia ha sido filtrada con rapidez a la prensa del régimen para que Silvia Intxaurrondo, Escolar o Àngels Barceló tengan por donde arrastrarse profesionalmente un día más en defensa de su jefe, Pedro Sánchez, y ganarse el sueldo.

Resulta que la fiscal jefe de Madrid, de donde se supone que ha salido la filtración, es Pilar Rodríguez Fernández, nombrada por Dolores Delgado en 2018 nada más llegar Sánchez a La Moncloa. El día que tomó posesión, tuvo como padrino al ex ministro de Justicia de Zapatero, Mariano Fernández Bermejo. Fernández Bermejo tuvo que dimitir porque la prensa le pilló de cacería con el juez Baltasar Garzón y Dolores Delgado el mismo fin de semana que Garzón lanzó la operación Gürtel contra el PP. Se fueron de caza dejando a los detenidos en el calabozo. Se llevaron al entonces jefe de la Policía Judicial, Juan Antonio González García. Ya ven que hay jueces, policías y fiscales del PSOE que son como una familia.

Más allá de si el novio de Ayuso cometió o no un delito fiscal, es todo tan ridículo que resulta que la inspección se refiere a los años 2020 y 2021, cuando Ayuso aún no era su novia. ¿Qué relevancia pública tiene esto en la gestión de la Comunidad de Madrid? Ninguna.

Lo del PSOE sí es una trama. La vida es un banco de favores. Periodistas a sueldo del poder tratando de proteger a Sánchez y a su mujer. Fiscales que filtran la noticia, qué casualidad, el mismo día en que Sánchez tiene que acudir al control del Senado para responder del caso Koldo después de 10 meses sin aparecer por allí. Sánchez se ha escudado en el 11M para eludir el tema. Es un inmoral.

Hoy sabemos que hubo otro posible delcygate con 79 maletas que Maduro envió a Madrid, hace un año, en aviones de la compañía Plus Ultra, que vuela a Venezuela. Entraron a España por Barajas, sin ningún control, como valija diplomática. El Gobierno de Sánchez rescató a Plus Ultra en marzo de 2021. Dio 53 millones de euros a una línea aérea desconocida y casi sin pasajeros. El actual Fiscal General del Estado, Álvaro García Torres, mandado de Dolores Delgado, premió a la fiscal que consiguió el archivo de la causa, Pilar Llopis, con un puesto en la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

El caso Koldo apesta a cloaca. ¿Entienden ustedes cómo el PSOE corrompe el sistema para tapar sus vergüenzas y el dinero supuestamente robado? Son ovejas negras de la judicatura, indignas de los puestos que ocupan. No todos son así, por supuesto. Los jueces y fiscales, en su mayoría, están resistiendo el golpe de la amnistía. Pero el PSOE tiene una verdadera trama en puestos clave de la judicatura desde los tiempos de Felipe González.

Como en la Policía. Aznar no hizo la regeneración prometida y hoy lo seguimos pagando. Zapatero y Rubalcaba renovaron generacionalmente a sus peones policiales y de toga. Luego llegó Rajoy que, como todos sabemos, no se enteró de nada.

Pelayo Barro ha publicado en OKDIARIO que Marlaska dio por buenas las mascarillas de la trama Koldo 23 días antes de recibirlas. O sea, que en el Ministerio del Interior son unos genios con capacidad de adivinación. Se gastaron 3,5 millones de euros a ojo. Las pagaron un 30% más caras.

¿Saben quién aparece en este asunto porque él mismo ha confesado a la UCO que habló con Koldo? ¡El comisario Lenin! ¡Cómo no! Otro que tal baila. Así conocen a José Antonio Rodríguez sus compañeros de la policía por los servicios prestados durante años y años al PSOE, no a los ciudadanos, desde los tiempos de Rubalcaba y Zapatero.

Marlaska y Sánchez lo nombraron, nada más llegar al poder, en el puesto clave de la coordinación entre Policía y Guardia Civil: director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad. Por ahí pasa toda la información que manejan ambos cuerpos en todo tipo de investigaciones y por ahí pasa la espinosa y delicada gestión de los fondos reservados. Tan de confianza es el comisario Lenin para Sánchez y Marlaska que sigue en ese puesto pese a estar jubilado desde hace tres años.

La dirección del Gabinete de Coordinación y Estudios siempre la ocupó un oficial de la Guardia Civil (el coronel Pérez de los Cobos, entre otros) hasta que Sánchez y Marlaska nombraron al comisario Lenin, nacido, por cierto, un 11M (11 de marzo) pero de 1956. ¡Qué casualidad!

Al comisario Lenin se le atribuye la destitución del coronel Manuel Sánchez Corbí como jefe de la UCO nada más ser nombrado por Marlaska. Sánchez Corbí había investigado casos de corrupción tanto del PSOE como del PP durante la etapa Rajoy. Lenin le congeló los fondos reservados para dejar inoperativa a la UCO nada más llegar y luego animó a sus superiores políticos a cesarlo. Está claro que Lenin, Marlaska y Sánchez no querían a Sánchez Corbí al frente de la UCO. Luego se quitaron también a Pérez de los Cobos de la comandancia de Madrid. Les debían de resultar demasiado honrados.

Pero el sanchismo ha encontrado estos años en la Guardia Civil generales más dóciles aparentemente… si no han olvidado -claro- que el honor es su divisa. ¿Qué hacía el DAO de la Guardia Civil, Manuel Llamas, viéndose en secreto con Koldo? ¿A qué santo vino eso? Si Marlaska le mandó a verlo, ¿por qué no lo citó en su despacho oficial, como número dos de la Guardia Civil, con testigos delante? A Llamas lo nombraron DAO en diciembre pasado, cuando la trama ya se sabía investigada.

Todo apesta. Como lo del comandante Rubén Villalba (de muy mala fama entre sus compañeros desde hace tiempo) que se supone dio el chivatazo a la trama Koldo y al que, el mes pasado, Marlaska envió, con un buen sueldo, a la embajada de España en Venezuela. Otra vez Venezuela por medio con rescates y deudas recuperadas por arte de birlibirloque.

Dicen que lo del novio de Ayuso es un posible delito fiscal de 350.000 euros de cuando Ayuso no era su novia. ¿Imaginan ustedes un posible delito fiscal de casi 200 millones de euros entrando en maletas por Barajas sin control alguno? ¿Quién cobra comisiones en Venezuela? ¿Cuándo aparecerá Zapatero en escena del caso Koldo?