Urdangarin muestra un rostro avejentado tras 15 meses en prisión
Iñaki Urdangarin ha acudido este jueves a su primer día de voluntariado en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid), dedicado al cuidado de discapacitados, tras haber pasado 15 meses en prisión por la condena que le impuso el Tribunal Supremo con motivo del caso Nóos. Urdangarin ha mostrado un rostro avejentado respecto al que mostraba días antes de ingresar en la cárcel en 2018 y ante el juez en 2017.
El ex Duque de Palma ha llegado al centro sonriente y saludando a los periodistas que aguardaban a su llegada con un «‘¡buenos días!». Urdangarin ha mostrado un aspecto demacrado tras su estancia en prisión, tal y como atestiguan las imágenes que ilustran esta noticia.
Urdangarin ingresó el 18 junio de 2018 en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila). Este jueves, después de un año y 3 meses, ha acudido por primera vez a realizar un voluntariado en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón. El juez accedió a la petición del ex Duque de Palma en aplicación del artículo 177 del Reglamento Penitenciario, por la que se rigen los condenados que aún se encuentran en segundo grado, al cumplir una serie de requisitos como la baja peligrosidad y la ausencia de riesgo de fuga. Esta resolución se aplicó en contra del criterio fijado por Instituciones Penitenciarias y del informe del fiscal.
Argumentos del juez
El magistrado explicó que Iñaki Urdangarin se encuentra en el «más absoluto aislamiento» en una cárcel de mujeres y que, a pesar de que fue el centro en el que él se presentó, es la Administración la que ha decidido que siga ahí, con lo que el aislamiento no es voluntario, sino «impuesto».
En ese contexto, argumentó que una condena no puede ser un elemento de «desestructuración de la persona, pues ello casaría mal, no ya solo con la finalidad de la reinserción sino que incluso chocaría con las más elementales normas de humanidad que deben inspirar el cumplimiento de las penas».
Por ello, las salidas y el contacto humano, ayudarán a «reducir o eliminar la desocialización y deshumanización, destrucción del individuo, que conlleva la soledad absoluta a la que se la sometido, lo cual conecta con algo esencial en cualquier programa de tratamiento: fomentar la autoestima».
Sus condiciones
Para su voluntariado, Iñaki Urdangarin debe acudir los martes y los jueves de cada semana al centro del voluntariado, según lo acordado. Tiene la obligación de regresar a su celda a primera hora de la tarde. Para llegar al centro, el marido de la Infanta debe recorrer 103 kilómetros por sus propios medios y en ningún caso bajo el amparo de las fuerzas de seguridad.
El juez de vigilancia le concede un tiempo máximo de ocho horas por cada uno de los días de la semana que acuda al Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón. Este tiempo comienza nada más salir de prisión para acudir a su voluntariado.
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