Las universidades españolas dispuestas a romper con las israelíes si no apoyan la paz

La Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE), una asociación sin ánimo de lucro que aglutina a 77 universidades (50 públicas y 27 privadas), se ha comprometido este jueves a romper con los centros de Israel que no apoyen «la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario».

La CRUE ha expresado su compromiso en una nota de prensa. En concreto, han pactado «revisar y, en su caso, suspender los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario».

Además, la asociación ha pedido «intensificar la cooperación con el sistema científico y de educación superior palestino». En esa línea, se han comprometido a ampliar sus «programas de cooperación, voluntariado y atención a la población refugiada».

El acuerdo lo ha alcanzado la Junta Rectora de CRUE, el organismo que gobierna la asociación, y en el que están representadas algunas de las universidades, aunque no todas.

La asociación también se ha pronunciado a favor de que «en el ejercicio de la libre expresión no se produzcan conductas, igualmente reprobables, de antisemitismo o islamofobia, así como a cualquier otro comportamiento de odio».

En la reunión de este jueves, la Junta Rectora ha querido dejar «constancia de su hondo pesar por los gravísimos acontecimientos que en estos momentos se están produciendo en la Franja de Gaza». Entre otras cosas, toman nota del «compromiso con la paz, la convivencia y la justicia y con la defensa del derecho internacional humanitario» de las universidades españolas.

Sin embargo, consideran necesario ir un paso más allá, ya que se ha sentido «profundamente conmovida por el agravamiento del conflicto y las penosas consecuencias que está teniendo para la población palestina».

«Hacemos nuestro el sentir de nuestros campus y la reivindicación que desde ellos se está extendiendo para que, desde distintas instancias, se adopten medidas que pongan freno a la escalada de violencia que se está produciendo», manifiesta CRUE.

La Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas ha exigido «el cese inmediato y definitivo de las operaciones militares del ejército israelí». A su vez, también solicita que se frene «cualquier acción de carácter terrorista, y la liberación de las personas secuestradas por Hamás».

Por otro lado, también se conmina a Israel que «respete el derecho internacional». La asociación pide a su vez que el Gobierno de Netanyahu «permita la entrada en Gaza de toda la ayuda humanitaria que pueda proveerse para cubrir la emergencia de su población civil».

Los representantes de las universidades ahondan algo más y solicitan que «se articulen las medidas que correspondan por parte de las instancias internacionales para acometer lo antes posible la reconstrucción y recuperación del territorio palestino».

Protestas universitarias contra Israel

Las protestas universitarias contra la ofensiva israelí en Gaza han sido una de las principales actividades que han aparecido en el foco mediático estos días. Numerosos estudiantes en distintas instituciones educativas de Estados Unidos protestaron ocupando espacios comunes de los campus universitarios.

En España, un grupo de estudiantes ha copiado esta forma de protesta y han ocupado zonas de varias universidades de nuestro país. Entre otros lugares, se ha llevado a cabo en Madrid, Barcelona, Valencia, Navarra, País Vasco o Granada.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, partido con el que Rego ha entrado de la mano en el Ejecutivo, animó a realizar estas «acampadas» en las instituciones. «Cada día que pasa sin que reconozcamos el Estado Palestino y rompamos relaciones con Israel es un día menos para Palestina», escribía en un mensaje a través de sus redes sociales. Y añadía que «las acampadas estudiantiles en todo el mundo» son las que «enseñan el camino».

Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya advirtió que estas manifestaciones no pueden coartar la libertad del resto de estudiantes a recibir la educación universitaria. «No son manifestaciones pacíficas, eso va en contra de la ley», aseveró el mandatario norteamericano. «No hay lugar en ningún campus», manifestó el político demócrata, «para el discurso de odio o la violencia de ningún tipo». Aunque concedió que debe existir respeto a expresar «sentimientos fuertes y convicciones profundas», matizó que «no todo vale».