Un asesor de Cifuentes estuvo imputado por beneficiar a Flores en el Madrid Arena
Al formar su gabinete como presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes fichó como asesor a Jorge Rodrigo, quien era el “número dos” la empresa municipal propietaria del Madrid Arena cuando se produjo la muerte de cinco chicas en la fiesta de Halloween de 2012. Rodrigo estuvo imputado por este caso y fue destituido por Ana Botella por no informarle sobre un contrato preferente con la compañía Diviertt de Miguel Ángel Flores para el uso del recinto situado en el recinto ferial de la Casa de Campo.
En la actualidad, Jorge Rodrigo ejerce funciones de asesor de la presidencia de la Comunidad de Madrid, estando adscrito orgánicamente a la Consejería de Presidencia y Justicia del gobierno regional. En el momento de la tragedia del Madrid Arena era el director gerente de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), empresa pública propietaria del pabellón donde murieron las cinco jóvenes y cuyo consejero delegado era José Ángel Rivero.
El 9 de enero de 2013 el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, imputa a ambos responsables de Madridec. En una de sus declaraciones ante el juez, Rodrigo culpó de la tragedia a tres de sus subordinados por no parar la fiesta.
Finalmente, el 29 de agosto de 2014 el juez aprobó el sobreseimiento provisional de las actuaciones sobre varios investigados, entre ellos Rodrigo y Rivero, después de que la Fiscalía lo pidiera. De esta manera, ambos dejaron de estar imputados.
Aunque la tragedia no tuvo consecuencias penales para Rodrigo y Rivero, sí las tuvo de tipo político. El 21 de noviembre de 2012, tres semanas después del fallecimiento de las cinco jóvenes, Ana Botella les destituyó por ocultar la existencia de un contrato muy favorable de Madriec con Diviertt. Ambos responsables de la empresa municipal negaron que hubieran ocultado dicho contrato a la entonces alcaldesa de la capital de España y que se había producido un error por el que ella no había visto el documento.
El contrato, firmado en septiembre de 2011, garantizaba a Diviertt que ningún competidor suyo podría alquilar el Madrid Arena un mes antes o un mes después de un evento organizado por la empresa de Flores. De esta manera, y espaciando sus fiestas de forma adecuada, Diviertt se garantizaba el uso en exclusiva del pabellón. Además, Diviertt obtenía un descuento del 5% en el caso de organizar más de cinco eventos anuales, y del 10% por más de 10.