La CUP tumba el ‘plan C’ de Puigdemont e impide a Turull comparecer ante Llarena como president electo
Jordi Turull, candidato de Junts per Catalunya a la presidencia de la Generalitat, ha fracasado en su intención de ser investido, este jueves, por la negativa de la CUP a facilitarle sus votos. Los antisistema decidieron abstenerse en una asamblea a contrarreloj celebrada esta misma tarde, al considerar que el programa del aspirante no es rupturista y no persigue la construcción de la República.
De esta forma, Turull- el plan C de Puigdemont, tras su renuncia y la de Jordi Sánchez, en prisión-solo ha logrado el apoyo de los 64 diputados de Junts per Catalunya y ERC. Estas formaciones suman 66 votos, pero Carles Puigdemont y Toni Comin, fugados en Bélgica, no pueden votar, con lo que la cifra ya resultaba insuficiente sin el apoyo de los antisistema.
Tras la votación fallida, el reloj de la investidura empieza a correr, de forma que, si en un plazo de dos meses no se inviste a un president, habrá nuevas elecciones.
En manos de Llarena
La siguiente fase en Cataluña queda ahora pendiente del juez del Supremo, Pablo Llarena. Turull, junto al resto de líderes secesionistas en libertad, está citado a una vistilla, este viernes, en la que Llarena comunicará la apertura de auto de procesamiento. El magistrado podría decidir además nuevas medidas, entre ellas, como es probable, el ingreso en prisión.
De esta forma, el candidato vería frustrada la opción de una segunda sesión de investidura, que se celebraría 48 horas después de la primera, es decir, el sábado. Si Llarena decreta cárcel para Turull, no hay opción para que ese pleno se convoque, ya que el candidato tendría suspendida su condición política, por aplicación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Consciente de la relevancia de la cita ante el juez, Turull ha pronunciado este jueves un discurso taciturno y ‘blanco’, sin referencia alguna a la república ni a la independencia. Sin levantar la vista del papel, el candidato ha asegurado que asume el “riesgo” de ser investido presidente de la Generalitat por “dignidad”. Ha subrayado que asume “el encargo” de la investidura “con todas las consecuencias” y ha ofrecido “diálogo, diálogo y diálogo” al Estado para tratar de resolver el conflicto político en Cataluña.
En el turno de réplica, la oposición ha coincido en que el pleno de este jueves se ha convocado a la medida de los independentistas, y en vista a la citación en el Supremo.
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha rechazado que Turull sea la «solución» a Cataluña porque “forma parte del problema”, representa el “conflicto”, la “incertidumbre” y el “lío” de la “novela de ficción del ‘procés’”.
Arrimadas ha calificado el discurso del candidato de “poco creíble”, con el que “ha decepcionado a todo el mundo”, tanto a los independentistas, que “esperaban otra cosa”, como a los que quieren “convivencia”: “Usted no es creíble para apelar a la concordia”, le ha reprochado.
Desde el PSC, Miquel Iceta, ha asegurado sentirse «desconcertado» por el discurso, y le ha pedido aclarar si es sincero o solo es “una pequeña anécdota o giro argumental por necesidades del guión”.
Iceta se ha mostrado no obstante satisfecho con las apelaciones al diálogo y de construir consensos, tanto del candidato Turull como de ERC, y les ha pedido que se decidan, porque “este país, dividido, no avanzará”.
Los ‘comunes’ también se han desmarcado de Turull. Su líder, Xavier Domènech, ha rechazado las “astucias y las tácticas” que no sirven para “recuperar el autogobierno”. “No nos merecemos esto”, ha espetado, antes de insistir en que no apoyarán al candidato.
Desde el PP, Xavier García Albiol, ha considerado que la propuesta del candidato es una farsa para “continuar en el barro del desafío y el conflicto“.
“Mis hijos por las mañanas van al colegio con más alegría que la que ha demostrado usted en su discurso”, ha ironizado.
Por su parte, la CUP-de cuyos cuatro diputados depende la investidura-ha arremetido contra lo que ha considerado un “discurso autonomista” y ha advertido de que su formación da por acabado el ‘procés’ y pasa a la oposición.
Aunque no lo han confirmado, los antisistema han sugerido que también se opondrán a la investidura de Turull en una segunda vuelta, en la que se necesitan más ‘síes’ que ‘noes’. En ese caso, la sesión también resultaría frustrada.
De cualquier forma, si Turull no ingresa este viernes en prisión, se plantea renunciar a la candidatura para no enfrentarse a un fracaso en una nueva votación, según fuentes parlamentarias.