Trapero dice ahora que tenía un plan para detener a Puigdemont por el 1-O
Trapero ha confirmado además que avisó al entonces presidente de la Generalitat de que el 1-O "iba a provocar necesariamente" problemas de orden público y de seguridad ciudadana.
El exjefe de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero se puso a disposición del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y de la Fiscalía para detener al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y a sus consellers, tras la declaración de independencia del 27O.
Así lo ha asegurado el mayor Trapero, destituido a raíz de la activación del artículo 155 de la Constitución, en su declaración como testigo ante el Tribunal Supremo por el juicio del «procés», a preguntas de Xavier Melero, abogado del exconseller de Interior Joaquim Forn.
El mayor de los Mossos d’Esquadra, pendiente de ser juzgado en la Audiencia Nacional por rebelión, ha admitido que la policía catalana desconocía la «trascendencia jurídica» de la declaración unilateral de independencia aprobada por el Parlament o en qué delitos se podría haber incurrido, pero lo veía como algo «aparentemente de una cierta gravedad».
Por ese motivo, ha explicado que comunicó a los órganos judiciales que se ponía a su disposición por si ordenaban «algún tipo de acción» relacionada con esos hechos, actuación que, ha precisado, «teníamos prevista desde hacía dos días».
Según ha detallado Trapero, entre las 13.30 y las 14 de la tarde en que el Parlament aprobó la «declaración esta» (sic) llamó por teléfono al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, y al entonces fiscal superior de Cataluña, el fallecido José María Romero de Tejada.
En esas conversaciones, ha agregado, les comunicó que «el cuerpo está a disposición de la Fiscalía y del órgano judicial», tras haber tenido conocimiento de que el Parlament había aprobado la declaración de independencia, una resolución que los miembros del Govern procesados han rebajado durante el juicio a mera resolución de carácter simbólico, sin efecto jurídico alguno.
En ese sentido, ha apuntado que los Mossos se ofrecieron a llevar a cabo las acciones que ordenaran los órganos judiciales, que el cuerpo tenía previstas desde hacía dos días y que, ante la insistencia de Melero, ha concretado que eran la detención de Puigdemont y sus consellers.
Avisó a Puigdemont
Además, el ex mayor de los Mossos d’Esquadra ha confirmado que avisó al entonces presidente de la Generalitat de que el 1-O «iba a provocar necesariamente» problemas de orden público y de seguridad ciudadana.
Trapero ha corroborado que la tarde del 28 de septiembre de 2017 transmitió a Puigdemont y a los exconsellers Junqueras y Forn que si el 1-O tiraba para adelante se generarían problemas de orden público al coincidir dos millones de personas con intención «de hacer algo» y unos 15.000 policías que tenían la orden judicial de impedir el referéndum.
Por este motivo, la cúpula de los Mossos advirtió a Puigdemont, Junqueras y Forn de que la coincidencia de votantes y de fuerzas de seguridad para impedir el referéndum «iba a provocar necesariamente problemas de orden público y de seguridad ciudadana», según Trapero.