Escándalo en Podemos

La trampa de los 3 SMI: Podemos permite a sus cargos recibir más de 6.000 euros ‘limpios’

El reglamento de Podemos recoge el compromiso de los tres salarios mínimos, pero abre la puerta a complementos individualizados que sobrepasan esa cuantía

Eduardo Inda
Pablo Iglesias e Irene Montero.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

No cobrar más de tres salarios mínimos fue uno de los compromisos ‘de oro’ de Podemos. Al menos, de cara a la opinión pública. Ese mensaje, rotundo y concreto, admite sin embargo en la práctica muchos matices. Las acusaciones del cobro de sobresueldos por parte de determinados miembros de la organización devuelven a la actualidad el régimen económico real de los cargos y trabajadores podemitas. Entre sueldos, complementos y demás retribuciones o ‘pluses’, Podemos permite que sus cargos excedan con mucho esos tres salarios mínimos. Según las propias normas de Podemos, podrían superar los 6.000 euros al mes.

El documento ético de Podemos establece el «límite salarial general para todos los miembros de Podemos de tres salarios mínimos interprofesionales» y para «la totalidad de sus funciones», según se recoge también el reglamento general aplicable a cargos del partido. Eso supondría, en 2019, 12.600 euros al año. 

Aunque Irene Montero defendió que los diputados de Podemos no se actualizarían el sueldo de acuerdo a la subida del salario mínimo, lo cierto es que el reglamento no limita nada en ese sentido, lo que ampara posibles modificaciones en función de esos incrementos.

Pero la polémica llega cuando se suman todos los complementos autorizados. A la cuantía antes señalada, «se añadirá medio SMI por cada persona a su cargo hasta un máximo de dos SMI adicionales». Es decir,  una suma de hasta 4.500 euros al mes.

Salarios ‘personalizados’

El reglamento, vigente desde 2017, deja la puerta abierta a los ‘tratos’ individualizados, al determinar que «las condiciones económicas deberán adaptarse a aquellas circunstancias extraordinarias en las que la persona solicitante justifique que soporta las cargas económicas especiales».

Esas «cargas especiales» serían: tener descendientes o ascendientes a cargo, enfermedades crónicas o discapacidad propia o de algún familiar a cargo, familias monoparentales, «situaciones de fuerza mayor o emergencia que ocasionen periodos de especial vulnerabilidad económica» o separaciones y divorcios y otros casos «coyunturales».

La revisión salarial se puede dar también en situaciones más subjetivas, cuando existan «obligaciones contractuales o situaciones personales que con carácter irreversible la persona no pueda cubrir si se aplicara la limitación salarial, siempre que ello le suponga un grave perjuicio hasta el punto de impedir su actividad política o profesional al servicio de dicho órgano representativo o de gobierno».

Además, el reglamento abre la puerta a estudiar otros casos «de fuerza mayor durante el periodo de la situación que las provoque», una situación que «deberá ser acreditada de forma periódica».

Dietas e indemnizaciones

El salario se incrementa notablemente con otros complementos, en forma de indemnizaciones por gastos de diverso tipo.

Así, el reglamento destaca que «los gastos de alojamiento y manutención en sedes parlamentarias, así como los desplazamientos a las mismas y en la circunscripción para el ejercicio de sus funciones» no se incluyen en las cuantías anteriores, referidas al cobro de los salarios mínimos.

Podemos admite que sus cargos puedan recibir indemnizaciones por alojamiento, siempre que para la actividad política sea necesario desplazarse más de 100 kilómetros del lugar en el que estén empadronados, y por un importe máximo de 850 euros al mes. 

El partido recoge también dietas de hasta 120 euros diarios para hoteles o hasta 30 euros por manutención, para cubrir la asistencia de sus cargos a sesiones plenarias o reuniones de grupo. También permite que el responsable de Finanzas acuerde una «indemnización global de manutención de carácter mensual», de hasta 600 euros. 

A ello se añade la cobertura de gastos por traslado y movilidad, de forma que se indemnizarán desde los billetes de transporte público al coche particular, con 20 céntimos por kilómetro. Aunque el párking no es reembolsable, el partido sí contempla hasta 100 euros en el caso de que, por razones de «ubicación, tiempo o seguridad», fuese necesario contar con aparcamiento.

De esta forma, sumando todas las excepciones al cumplimiento de los tres salarios mínimos más los gastos indemnizables y otros complementos, se puede llegar y superar fácilmente los 6.000 euros. Eso sí, siempre según la aplicación estricta del reglamento.

«Austeridad»

Podemos asegura en el reglamento que su objetivo es «acabar con los privilegios políticos» y, para ello, considera que «debe reglamentarse el compromiso de verdadera austeridad y eficiencia con los recursos, tanto de la organización –fruto del esfuerzo y compromiso de tantos de nuestros inscritos y nuestras inscritas y de la asignación pública que sale de los impuestos de la gente– como los que de exclusivo origen público retribuyen –de forma a veces realmente obscena– los cargos políticos».

El reglamento avisa que las dietas percibidas por parte de la institución parlamentaria o de Gobierno «se destinarán a cubir gastos finalistas inherentes a su cargo», de forma que quedarán excluidos por ejemplo los actos de partido. Los ingresos no justificados, se dice también, serán devueltos. 

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