‘The Economist’ advirtió en 2015 de que Podemos era la marioneta de Putin en España
El 19 de febrero de 2015 el semanario británico The Economist publicó un reportaje titulado En el bolsillo del Kremlin: Quién apoya a Putin y por qué en el que analizaba los peligrosos vínculos de la Rusia de Vladímir Putin con los partidos populistas que surgían en aquellos tiempos en Europa. Entre ellos, el Podemos de Pablo Iglesias, punta de lanza de un frente prorruso en Bruselas gracias a sus entonces flamantes cinco eurodiputados conseguidos en las elecciones europeas de mayo de 2014. La ilustración de portada retrataba a Putin como un maestro titiritero moviendo los hilos de la geopolítica mundial.
El semanario apuntaba a Podemos y al doble rasero de Iglesias con Rusia: «Otra formación del ala izquierdista prorrusa es Podemos en España. Su líder ha acusado a Occidente de doble rasero al tratar con Rusia», afirmaba refiriéndose a unas declaraciones de Iglesias en las que decía que los líderes europeos, «al dictado de la OTAN», no tratan por igual a Rusia e Israel.
Este «al dictado de la OTAN» no ha perdido vigencia en la formación chavista. Durante la crisis de Afganistán, Irene Montero salió de su retiro para culpar a los países de la OTAN, entre ellos España, por la situación de la mujer afgana y los acusó implícitamente de «violencia estructural» contra las ciudadanas de dicho país. Montero fue más allá señalando con su dedo acusador a estos Estados por seguir, a su juicio, «el camino de la guerra y la alianza con la industria militar».
Entre los populistas de derechas, The Economist citaba el caso del Frente Nacional francés, que, dicen, «admira abiertamente Putin» y le acusaba de haber recibido un préstamo de más de 9 millones de euros de un banco vinculado indirectamente con el Kremlin.
Pablo Iglesias ya había dicho dos años antes de este reportaje, en marzo de 2013, que igual que aceptó dinero de Irán para hacer un programa de televisión en HispanTV, aceptaría lo mismo de Rusia. En un acto celebrado ante militantes de extrema izquierda, Iglesias aludió a las críticas que había recibido por cobrar de Hispan TV, la televisión creada por la teocracia iraní.
«Mucha gente», comentó, «puede decir: vosotros, si sois de izquierdas, ¿cómo podéis hacer un programa para un Gobierno como el de Irán, que es una teocracia, con la que no podemos estar de acuerdo? O, ¿aceptaríais hacer algo para una televisión financiada por el Gobierno de Putin?».
Y se respondió a sí mismo, para justificar que recibía dinero de una dictadura que vulnera a diario los derechos humanos: «A los iraníes les interesa que se difunda en América Latina y España un mensaje de izquierdas para desestabilizar a sus adversarios, ¿lo aprovechamos, o no lo aprovechamos?».
«Mira, la geopolítica es así, no vamos a ser los únicos imbéciles que no hagamos política, cuando todo el mundo hace política», dijo Iglesias para rematar su argumentación, «quien haga política tiene que asumir cabalgar contradicciones, nosotros estamos dispuestos a cabalgarlas».
Como informó OKDIARIO, Iglesias y sus más estrechos colaboradores recibieron «entre 600.000 y 700.000 euros anuales» de la dictadura de Irán desde 2013, según un informe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional al que tuvo acceso este diario.