El ‘susanista’ Fernández será el presidente de la gestora del PSOE si se hunde hoy
El presidente del gobierno asturiano y secretario general del PSOE de Asturias, Javier Fernández, será el presidente de la gestora en caso de que el partido se hunda de la mano de Pedro Sánchez. El líder socialista se juega esta noche su futuro político y los barones críticos ya ven repuesto en quien consideran la ‘mano derecha’ de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Los últimos sondeos, incluso los propios de Ferraz, no son nada buenos para el partido y los presidentes territoriales, críticos con la labor de Sánchez, ya piensan en la creación de este órgano ante el ‘sorpasso’ en las urnas.
De darse este caso, un sector que goza de gran apoyo dentro del partido se plantea alzar la voz contra Sánchez la misma noche electoral y transmitirle que debe de abandonar su silla como secretario general, como ya lo han hecho anteriores dirigentes tras otras debacles en la formación. Le ocurrió a Felipe González en el año 1996, a Almunia en 2000, a Zapatero en 2011 y a Alfredo Pérez Rubalcaba en 2014.
De ser así, el partido convocaría al Comité Federal para aprobar una gestora que se encargaría de las nuevas negociaciones para formar gobierno con el resto de partidos. El asturiano Javier Fernández sería quien estaría al frente de este órgano, ya que goza de la mayoría de apoyos de los barones territoriales. Esta opción es la favorita de los críticos con Sánchez, que ven cada vez más cerca la llegada de Díaz a Madrid. De esta manera, sí que le daría tiempo a plantar cara a Sánchez en el Congreso que se celebrará en otoño. La andaluza dispondría de tres meses para preparar su candidatura al alargarse los plazos por la creación de la gestora. Cabe recordar que Sánchez ya jugó sus bazas para aplazar este Congreso ordinario del partido, previsto para febrero y, con ello, retrasó su reelección o revocación. La situación no puede esperar más para los barones, quienes transmitirán a Sánchez que debe de echarse a un lado en caso de hundimiento.
Los escenarios
Los socialistas barajan diferentes escenarios dependiendo del resultado. Sólo hay unanimidad en hacer lo que sea necesario por no vivir una crisis a la griega, como la del PASOK. La cuenta atrás electoral termina con un PSOE cada vez más dividido. Por un lado, Ferraz y los ‘sanchistas’ dan por hecho que no se dará el ‘sorpasso’ de Unidos Podemos “ni en votos ni en escaños”, aseguran. Pero por el otro, afirman que, aunque sean optimistas, «no se puede negar lo evidente» con la mayoría de sondeos anunciando que el ‘iceberg’ está cerca y la formación tiene que dar un giro para evitar el hundimiento. “Si perdemos en escaños, habrá lío y nos tendremos que reunir de urgencia para crear la gestora”, explica a OKDIARIO un dirigente socialista curtido en noches electorales.
Los socialistas estudian diferentes escenarios ante lo que pueda pasar la misma noche electoral. “Todo esta estudiado ante tantas posibilidades”, comentan desde la sede sin aportar más datos. Las porras en Ferraz sitúan al PSOE en segunda posición. En ese caso, los cercanos al líder socialista ven a Sánchez pactando con Podemos porque “sólo así el partido podrá remontar”, insinúan. Este acercamiento solamente se daría si el PSOE queda en segunda posición, recalcan algunos miembros que están a favor de la maniobra. El propio Sánchez buscará la misma noche electoral el acercamiento a los de Pablo Iglesias si mantiene la segunda posición y puede gobernar. Esta opción se ha comentado entre los suyos, a puerta cerrada, para buscar distintas opiniones y un posible consenso de cara al Comité Federal. Ninguno de los barones críticos con Sánchez respalda la propuesta.
Sánchez ve su salvación en Iglesias
Los ‘sanchistas’ explican que éste podría ser el mejor escenario para levantar el partido. Esta vez sí que hablan de sondeos para explicar que Podemos obtendría los suficientes escaños para dejar a los soberanistas fuera de las negociaciones. Cabe recordar que tanto miembros de la dirección como los propios barones dejaron claro al secretario general durante las pasadas negociaciones que no podría formar gobierno con quienes pretender romper España, los nacionalistas. Esta vez, y estudiando los resultados la noche electoral, Sánchez podría formar un gobierno con fuerzas de izquierda sin necesidad de contar con las formaciones independentistas. De hecho, Pablo Iglesias ya habría sugerido ese paso dejando claro en campaña que el referéndum de autodeterminación para Cataluña «no será una línea roja» y que pretende sacarlo de la mesa de negociaciones. Algo que, por supuesto, no convence a todos los socialistas.
Pero la vieja guardia y los presidentes territoriales más críticos, en su momento, dejaron claro a Sánchez que “con Podemos ni en sueños”. Aunque por si se le había olvidado, se lo volvieron a recordar en los cierres de campaña Felipe González (en Madrid) y Susana Díaz (en Sevilla). La lideresa recordó al secretario general el trato que antes daban al ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero. “Antes decían que se vendía a la Troika, pero ahora hasta lo llaman por su nombre de pila: José Luis. Todo es un camino de odio y rencor hacia el PSOE y lo de la ‘cal viva’ no fue un calentón como hicieron ver”, se arrancó el viernes Díaz en Sevilla provocando numerosos aplausos del público. Con el mismo tono arrancó las palmas González en la capital, señalando que nunca le “encontrarán apoyando a populistas inmovilistas de derecha, ni a populistas rupturistas de pseudoizquierda que rompen la solidaridad entre los españoles”, sostuvo el ex jefe del Gobierno.
La última e “impensable” solución que le ven algunos es que el Partido Popular y Ciudadanos sumen suficiente para formar gobierno y dejar al PSOE en la oposición. Los pocos socialistas que piensan de este modo esgrimen entre sus argumentos que, de este modo, “tendríamos mucho tiempo para rearmarnos desde la oposición”.
Un PSOE débil y sin programa
Sin duda, la mayoría de dirigentes afirma en privado que el partido pasa por horas bajas y que están “desanimados”. La gran queja es que la formación tiene que crecer en liderazgo –creen que la figura de Sánchez lo ha debilitado– y también en ideas. “Hemos perdido presencia en los grandes medios y eso se ha podido ver en esta última campaña”, añaden. Su esperanza reside en que estos comicios les den un pequeño margen de maniobra para que puedan aportar soluciones. “Con Rubalcaba el PSOE buscó reformular su programa. Sin embargo, con Sánchez no se ha avanzado en esto”, exponen las mismas voces críticas.
El actual secretario general ha superado las debacles electorales de 2015 y 2016 pese a obtener los peores resultados en 137 años de historia de la formación. Ahora, el PSOE sufre su peor crisis semejante a la de otros partidos socialdemócratas europeos que caen en picado ante las nuevas demandas de la ciudadanía y el surgimiento de formaciones que llaman la atención por la novedad. Los socialistas afrontan la dura batalla de renovarse o morir ante unos comicios que no se presentan nada halagüeños para la formación.