El miedo se adueña del edificio incendiado de Zaragoza donde duermen indigentes: «No viene la Policía»
Los vecinos sufren la okupación de decenas de sin techo todas las noches
Denuncian que no es el primer fuego que se produce por parte de los indigentes que duermen


OKDIARIO te muestra en este reportaje las impactantes imágenes de los coches convertidos en chatarra fruto de las virulentas llamas que parecían devorar todo un bloque de casas en el barrio de Tenerías, junto al Parque Bruil de Zaragoza. Los testimonios de los vecinos afectados tampoco dejan indiferente. El miedo a las okupaciones y robos se apodera ahora de todos ellos que temen que la zona se convierta en un polvorín de más inseguridad después del incendio que se declaró este pasado lunes.
Un incendio en el garaje al aire libre de una urbanización de este barrio deja en evidencia el problema social que sufren estos vecinos, convirtiéndose su propia morada en un infierno desde que los porches de estos edificios se convirtió en el lugar donde decenas de indigentes duermen cada noche.
Ante esta situación, los vecinos se han organizado: han creado una asociación para lograr que sus demandas sean escuchadas por las autoridades. Ante las cámaras mostrarán su indignación por lo que opinan que con otra gestión de la inmigración y las personas sin recursos «podría haberse evitado esta circunstancia».
«Es insostenible, llevamos años tenemos miedo de salir por la tarde cuando la noche cae», explicarán. Varios de los afectados denuncian la cantidad de enseres que se acumulan en toda esta zona debido a las decenas de personas sin hogar que duermen en los bajos del edificio. «Esto va a peor y el incendio es la demostración de que no exageramos. La situación es seria, tenemos miedo», nos explicarán desde el Colectivo Bruil.
El incendio en Zaragoza: ¿caso aislado?
Los vecinos sostienen que el incendio del lunes no fue un suceso aislado e insisten en que «se veía venir». De hecho, tan sólo hace unas semanas, el propio Ayuntamiento de Zaragoza se comprometieron en intensificar la vigilancia cuando se reinaugure el albergue municipal que se encuentra en este barrio, al tiempo que señalan a la Delegación de Gobierno como responsable en la gestión de la crisis migratorio. Pese a ello, los vecinos se sienten desatendidos, y señalarán a este albergue como uno de los problemas de inseguridad de la zona.
Mientras tanto, en el bloque afectado siguen sin tener agua. Las vigorosas llamas sorprendieron a varios de sus moradores al llegar el fuego a varias plantas de altura del edificio, donde ardieron unos 14 de vehículos. La espesa nube de humo inundó de pánico toda la zona que podía esperarse lo peor.
Unas 70 viviendas todavía siguen afectadas de las consecuencias del incendio, y no han podido regresar a sus casas, puesto que están llenos de hollín y no tiene agua corriente. El humo afectó a toda la fachada de la vivienda y la mancha ennegrecida deja constancia de la virulencia de las llamas.
Tanto en los accesos a la comunidad como en varias casas los cristales se rompieron, lo que ha despertado otros temores, robos y okupaciones, pues además denuncian que no hay presencia policial por las noches hasta que la situación se solucione.
Afortunadamente todo quedó en un susto y no se lamentan heridos ni daños personales. El incendio no afectó a la estructura del edificio y gracias a que el fuego se desató sobre las 18:00 horas, los vecinos pudieron reaccionar y abandonar sus hogares. Entre los vecinos, el malestar y la indignación van a más. Son conscientes de que de haberse producido el incendio por la noche, la realidad fácilmente sería otra.
Después de casi una semana, no hay luz en el rellano de este edificio de siete plantas y cuatro cajas de escaleras, situado en la calle Taboada números 2-8. Esta zona tal y como hemos tratado de mostrar en OKDIARIO durante varios meses en distintos reportajes, sufre un grave problema de inseguridad.
La Policía fue avisada
La Policía Científica y el Grupo de Homicidios todavía investiga el motivo por el cual se ocasionó el fuego y si fue o no provocado. Para los vecinos el suceso era esperable, puesto que esa misma mañana la comunidad de vecinos llamó a la Policía por «la porquería que había en los porches» y especialmente en uno de los rellanos donde se desencadenó el fuego: «Ahí había colchones, mantas, una bombona de gas, cartones, preservativos, bicicletas», nos relatarán.
«Pese a ello, la policía nos dijo que no podían retirarlo porque era propiedad del indigente», relata la mujer que dio la alarma horas antes. «Siento rabia, impotencia, esto se podía haber evitado», añadirá otro de los vecinos a quien se le ha quemado la casa. «No pagamos impuestos para esto», denunciarán.
En los muros de la urbanización, se leen en carillas de papel, mensajes manuscritos donde se preguntan los afectados «dónde está Cruz Roja», o por qué «nadie les ha ofrecido un hotel para dormir» hasta que pueden regresar a sus casas. «Sí, nos sentimos desamparados. Los sin techos tienen derecho, pero nosotros parece que no», nos contestarán perplejos a las cámaras.