El súper público de Podemos se llama como el plan de Chávez y Maduro contra el comercio: «Precios Justos»

Ione Belarra y Nicolás Maduro.
Ione Belarra y Nicolás Maduro.
Rafael Gallego

Podemos nunca ha escondido la inspiración chavista que impregna cada una de las propuestas que pretenden trasladar de la narcodictadura que financió su creación -como ha desvelado y lo sigue haciendo OKDIARIO-, pero ahora le han dado una vuelta de tuerca yendo un paso más allá. El proyecto de «Precios Justos» que este domingo ha presentado la actual líder de la formación morada, Ione Belarra, copia directamente el nombre de una ley creada por Hugo Chávez y afianzada por Nicolás Maduro en Venezuela con la que el régimen fijaba los precios máximos de venta de los productos en los supermercados al tiempo que atacaba los márgenes de beneficio de los distintos eslabones de la cadena de distribución. Es decir, el mismo objetivo que el socio comunista del Gobierno pretende alcanzar en España.

Podemos lleva tiempo en plena ofensiva contra las principales cadenas de distribución y, singularmente, contra Juan Roig, presidente de Mercadona, la cadena de supermercados líder en España. En este sentido, la actual cabeza visible de la formación morada, Ione Belarra, ha pisado este domingo el acelerador con una propuesta para pasar de las palabras a los hechos. Más allá de la aspiración podemita de imponer mayores impuestos a los líderes de la distribución, Belarra ha anunciado con gran boato su propuesta de crear un supermercado público para hacer frente «al oligopolio de la alimentación liderado por el capo Juan Roig». Y ha desvelado el nombre de tal iniciativa: «Precios Justos». No se han esmerado en ocultar la inspiración de su medida estrella. Se trata del mismo nombre con el que la narcodictadura desarrolló su plan para atacar a los comerciantes en Venezuela. Un plan que, por otro lado, resultó a la postre fallido.

Fue el dictador Hugo Chávez quien presentó en 2011 la llamada Ley de Precios Justos, con la que se limitaban los márgenes de beneficio para los comerciantes al 30%. Esta ley venía a ayudar en el mantenimiento de la entonces recién creada red de supermercados públicos en Venezuela, llamados Abasto Bicentenario, y que no terminaban de despegar. Estos comercios dependían directamente del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación y, como es uso y costumbre en el régimen chavista, procedían de la expropiación de dos cadenas llamadas CADA y Éxito. Esta red pública, mantenida con vida artificialmente desde el Gobierno, terminó resultando un estrepitoso fracaso hasta su desaparición definitiva en 2019: 10.000 trabajadores perdieron el empleo tras el cierre de la empresa.

Cesta de la compra fijada por el Gobierno

El narcodictador Nicolás Maduro trató de insuflar vida al proyecto de «Precios Justos» en 2015, presentando una revisión de la misma que apretaba aún más las tuercas a los comerciantes, fijando de forma aún más estricta los precios que estos podían poner a los productos a la venta. Es más, la norma desarrollada por Maduro añadía «dentro del precio máximo de venta al público una categoría especial de protección de la canasta básica, de los servicios de salud y de los servicios fundamentales de nuestro pueblo». Es decir, que dibujaba una cesta de productos fijada por el Gobierno como la que el pasado mes de septiembre propuso imponer la ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, similar igualmente a la cartilla de racionamiento cubana.

El portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha bromeado con el temor que suscita la idea de imponer una medida así en España: «Cubazuela del Norte. ¡Bu!». Pero lo cierto es que no anda desencaminado geográficamente, puesto que la medida estrella para atacar la distribución nacional procede directamente de la narcodictadura venezolana, coincidente ya hasta en el nombre con el que se la ha bautizado. Unos «Precios Justos» de origen chavista con cuyo folleto posaba orgulloso Nicolás Maduro.

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