Los socios anticapitalistas de Iglesias apoyan el referéndum ilegal y llaman a desobedecer al TC
La corriente más radical de Podemos, la conocida como anticapitalista liderada por el eurodiputado Miguel Urbán y la andaluza Teresa Rodríguez, ha trasladado este jueves su apoyo a la «legítima» ley del referéndum aprobada por el Parlamento catalán y ha lanzado un llamamiento a organizar la resistencia «desde abajo» para «desobedecer» el previsible dictamen del Tribunal Constitucional para prohibir la consulta prevista para el próximo 1 de octubre. El secretario general, Pablo Iglesias no se ha pronunciado al respecto.
En un comunicado, Anticapitalistas considera «legítima» la ley que valida la convocatoria del referéndum al responder a un «mandato popular» a favor del derecho a decidir en Cataluña y a pesar de «legalidad injusta y represiva del régimen» que pretende impedirlo. «Un mandato popular que el Estado español, las fuerzas del régimen del 78 y el gobierno pretenden taponar y judicializar», ha subrayado.
Esta corriente interna de Podemos, que se situó como tercera fuerza en la formación morada en la Asamblea de Vistalegre II, traslada así su «profundo rechazo» a «toda medida represiva» que se ponga en marcha para paralizar la consulta y que, según defienden, supondría también «una merma democrática grave para el conjunto de las clases populares del Estado español».
«La cuestión que tenemos que preguntarnos es muy clara: ¿el día 1-O queremos un Rajoy debilitado o fortalecido? ¿Un Rajoy derrotado o un Rajoy triunfante? El 1 de octubre no sólo está en juego el legítimo derecho a decidir del pueblo catalán. Es el futuro del régimen del 78 lo que está en el aire. Si el PP y todo el aparato del Estado es derrotado se allanará el camino para un cambio favorable a las fuerzas populares en todo el Estado. Si el PP vence en este pulso saldrá fortalecido y el bloque reaccionario que encabeza se hará aún más resistente», ha argumentado Anticapitalistas.
En esta misma línea, la corriente liderada por Miguel Urbán ha defendido como algo «legítimo y necesario» la desobediencia civil ante un marco legal «que niega derechos políticos».
Así, ha considerado «fundamental» la organización «de las resistencias desde abajo» ante la previsible prohibición de la convocatoria por parte del Tribunal Constitucional y ha llamado a que sean «las izquierdas» de todo el país las que organicen «la solidaridad con el pueblo de Cataluña».
En este sentido, ha reiterado que «la desobediencia civil e institucional» es una herramienta «legítima e imprescindible de conquista de derechos sociales, políticos, económicos y culturales como demuestra la historia de las luchas populares, feministas y de la clase trabajadora».