La «singularidad» de Cataluña: la Generalitat maneja al año 20.000 millones más que Madrid, un 48% más
Moncloa esconde informes oficiales que demuestran los abultados ingresos de la Generalitat y su excesivo gasto improductivo
Con menos costes, la Sanidad y la Educación de Madrid están mejor valoradas que las de Cataluña
Ni «España nos roba» ni «agravio fiscal». La realidad de las cifras que maneja el propio Ministerio de Hacienda, y a las que ha tenido acceso OKDIARIO, demuestran que la Generalitat catalana no sólo manejó el último año casi 20.000 millones más que Madrid sino que, en términos de contribución a la solidaridad estatal, los madrileños aventajan con mucho a Cataluña en función de lo que el Estado recauda por impuestos. Además, los barómetros de calidad de servicio en poder del Ejecutivo de Sánchez tumban el mantra independentista que estos días replica el Gobierno de Sánchez para justificar un nuevo trato de favor a los secesionistas mediante lo que han dado en llamar «financiación singular»: la Generalitat gasta más, pero el dinero se le evapora en ineficacia.
Siendo menos costosa que la catalana, la Sanidad pública en la Comunidad de Madrid está mejor valorada por los usuarios que la que presta la Generalitat. Y los resultados del Informe Pisa sobre calidad de la enseñanza pública, en términos de preparación de los alumnos, colocan a Cataluña a la cola de España, mientras que Madrid está en el grupo de cabeza. Eso sí, la Generalitat es, por ejemplo, una auténtica locomotora en gastar dinero público en «política exterior», en pagar sueldos de su agigantada estructura «directiva» en la que encuentran acomodo como altos cargos y asesores cientos de afiliados al discurso separatista, y en alimentar la independentista TV3 –330 millones les cuesta a los catalanes este año su radiotelevisión autonómica, 55 más que en 2023-.
El socialista Salvador Illa y el Gobierno de Pedro Sánchez llevan días ofreciendo una financiación «singular» para Cataluña atendiendo a una supuesta infradotación de los recursos que ahora le llegan a la Generalitat del conjunto del Estado. Pero, como ha comprobado OKDIARIO en documentos oficiales del propio Gobierno de Sánchez, esa infradotación no es cierta. Los documentos no sólo no le son ajenos a Moncloa sino que llevan su sello. Más en concreto, el del Ministerio de Hacienda.
Según la contabilidad oficial autonómica certificada por el ministerio de María Jesús Montero, en 2023 la Generalitat disfrutó de unos recursos totales de 49.586 millones de euros, mientras que la Comunidad de Madrid se bastó con 29.264 millones de euros. En términos de recursos públicos por habitante, el Ejecutivo autonómico madrileño contó con unos ingresos de 4.048 euros por cabeza, frente a los 5.996 que disfrutó la Generalitat, un 48% más.
El botón de muestra de 2023 es elocuente. Demuestra que el problema de la Generalitat no es lo que recibe por la vía de la financiación autonómica, a lo que se suma lo que recauda con la multitud de impuestos y tasas autonómicas con la que dispara la presión fiscal sobre las empresas y ciudadanos catalanes. El problema es su excesivo e improductivo gasto público.
Gasto corriente: 12.000 millones
Un representativo ejemplo es el gasto corriente de la Generalitat, es decir, el gasto en costes de funcionamiento ordinario como electricidad, mantenimiento de instalaciones, material de oficina, suministros y servicios contratados a externos. Según las cuentas certificadas por el Ministerio de Hacienda, el año pasado la Generalitat fulminó en gasto corriente 11.991 millones de euros; a la Comunidad de Madrid le bastó con la mitad, 6.019 millones.
Sueldos: 10.500 millones
El gasto de personal, el que se va en nóminas y cotizaciones sociales de los empleados públicos, arroja también una comparativa demoledora: 1.300 millones más al año en Cataluña que en la Comunidad de Madrid. Sólo para pagar su abultada nómina funcionarial, a la Generalitat se le fueron el último año 10.508 millones de euros. De ellos, 172 millones se los embolsaron los encuadrados en la «Alta Dirección» de la Generalitat, que incluye a cientos de altos cargos políticos y los colocados a dedo por ellos tanto en los cuadros de mano de la Administración como en su extenso entramado de sociedades públicas, fundaciones y entes varios.
«Política exterior»: 42,81 millones
Al servicio de la «internacionalización» del discurso independentista está también el enorme entramado de organismos de «política exterior» y embajadas de la Generalitat. En esto, Cataluña también es líder de gasto. El apartado de «política exterior» de la Generalitat se tragó el año pasado 42,81 millones de euros, según la contabilidad oficial certificada por el Estado. En la Comunidad de Madrid, 2,35 millones, cifra que incluye las ayudas al Tercer Mundo y acciones de promoción internacional de Madrid, de su tejido productivo y de sus oportunidades de inversión.
La deuda catalana la cubre España
Y otro capítulo presupuestario de gasto en el que el Gobierno catalán despunta es en el de las amortizaciones de deuda, es decir, los vencimientos obligatorios por la enorme cantidad de dinero prestado que ha ido tomando década tras década. El año pasado se le fueron en amortizaciones 10.801 millones, 8.100 millones más que a la Comunidad de Madrid.
Eso sí, esta factura de la deuda, en realidad, no la paga la Generalitat, sino el conjunto de España. Y es que desde hace más de 10 años el endeudamiento público de Cataluña cae sobre las espaldas del Estado por la vía del FLA, el Fondo de Liquidez Autonómica. Son préstamos, sí, pero pocos dudan de que la Generalitat nunca los devolverá del todo o en parte. De hecho, otro de los privilegios que el Gobierno de Sánchez está dispuesto a dar al independentismo es perdonarle a la Generalitat, como mínimo y de entrada, 15.000 millones de todo ese dinero que el Estado le ha ido prestando al Ejecutivo catalán. En la práctica, es una financiación extra encubierta, de la que en absoluto disfruta la Comunidad de Madrid.
El Gobierno de Sánchez lo oculta
Todos esos datos los conoce el Gobierno de Sánchez porque constan en sus propios documentos oficiales, pero los esconde en las declaraciones que los miembros del gabinete vienen haciendo desde hace días para justificar un nuevo trato privilegiado para la Generalitat con lo que ha dado en llamar financiación «singular». Y, de paso, obviando esos mismos informes que maneja el Ejecutivo, la ministra de Educación y portavoz del Gobierno de Sánchez, Pilar Alegría, ha aprovechado estos días para atacar al Ejecutivo madrileño de Isabel Díaz Ayuso, al que critica porque –dice– las rebajas de impuestos que ha ido aprobando para beneficiar a ciudadanos y empresas en la Comunidad de Madrid dañan los servicios públicos.
«Ayuso ha tomado la decisión de suprimir los impuestos a los ricos y esto conlleva que se deje de recaudar el dinero correspondiente a 700 escuelas infantiles, 250 colegios o 20 hospitales», ha dicho Pilar Alegría. La realidad es que, con menos impuestos cobrados a los madrileños, tanto la Educación como la Sanidad de la Comunidad de Madrid están muy por delante de Cataluña. Y Alegría lo sabe, porque así consta en documentos oficiales de su propio Gobierno.
Sanidad y Educación
Así, según la contabilidad autonómica oficial certificada por el Ministerio de Hacienda, la Sanidad pública madrileña es 3.3o0 millones de euros menos cara que la catalana –10.349 millones frente a 13.644 millones en 2021, último año con liquidaciones de gasto público autonómico certificadas por el ministerio de Montero–. Sin embargo, según el barómetro del Gobierno de Sánchez que mide el «grado de satisfacción de los ciudadanos con el funcionamiento del sistema sanitario público» indica que el de la Comunidad de Madrid tiene una nota de 6,38 puntos, frente a 6,26 del catalán.
En Educación, más de lo mismo. En 2023, la Educación pública madrileña costó 2.100 millones menos que la catalana, 5.520 millones frente a 7.630 millones de euros. Sin embargo, según los informes de la OCDE y del Ministerio de Educación certifican que los alumnos madrileños están mucho mejor preparados que los catalanes. Con datos del último Informe Pisa que mide este aspecto, la Comunidad de Madrid es la cuarta autonomía con mejores resultados educativos, mientras que Cataluña está en el grupo de cola, en el puesto 14 del ránking autonómico y muy por debajo de la media tanto de la UE como de la OCDE y del conjunto de España.