Sánchez sólo tomará medidas excepcionales en Cataluña «cuando lo entienda la ciudadanía»
El presidente del Gobierno apela a la "moderación" para "calmar los ánimos" tras cuatro días de disturbios
Rivera acusa a Sánchez de "negar la realidad" y le exige que "actúe" ya en Cataluña
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha vuelto a posponer una intervención del Estado en Cataluña pese a los cuatro últimos días de disturbios. En una comparencia en Bruselas con motivo del Consejo Europeo, el jefe del Ejecutivo ha apelado una vez más a la «moderación» en la respuesta a los radicales separatistas y ha afirmado que sólo tomará una medida excepcional «cuando lo entiende la ciudadanía».
«Cualquier decisión está prevista, la tenemos diseñada con los principios de firmeza democrática, unidad de acción de los partidos y proporcionalidad. Contamos con la legitimidad para hacerlo, la del amparo de las leyes, pero lo que es importante es que haya legitimidad social, que la ciudadanía entienda cuándo se aplican esas medidas. La moderación conduce a calmar los ánimos y reconducir las situaciones», ha declarado Sánchez en rueda de prensa.
Preguntado sobre si la «proporcionalidad» a la que tanta apela, puede ser considerada como un síntoma de «debilidad» o de inacción del Gobierno frente al separatismo que incendia las calles y corta carreteras, Sánchez ha contestado que, a su juicio, «la proporcionalidad es un signo de fortaleza en el Estado democrático de derecho porque es la forma de hacer frente con eficacia a esta crisis». Una crisis que, según ha dicho, «se va a superar». La «convivencia se va restaurar», ha añadido convencidamente.
Así, mientras la oposición exige a Sánchez que intervenga ya en Cataluña ya sea con la Ley de Seguridad Nacional o con el artículo 155, el presidente socialista no ha dado muestra por ahora de ir más allá de la «colaboración y coordinación» que mantienen Guardia Civil y Policía Nacional con los Mossos d’Esquadra.
«La coordinación está siendo modélica. La fortaleza se expresa con la firmeza, la moderación y la proporcionalidad en la respuesta», ha insistido Sánchez, asegurando que «no habrá ningún espacio para impunidad ante hechos vandálicos».
«Cuestión de orden público»
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado este viernes que los disturbios de estos días han sido «protagonizados por grupos minoritarios pero muy organizados, con un mando y una estrategia evidentes».
Horas antes en el Palacio de La Moncloa, el ministro ha señalado que el Gobierno trabaja con «las previsiones establecidas» para actuar en cualquier escenario, pero ha confiado en que la situación no pase de ser «una cuestión de orden público», esperando en que ésta se pueda resolver en un plazo breve «y vuelva la tranquilidad plena a las calles de Barcelona».
Junto a ello, Grande-Marlaska ha remarcado que la «tranquilidad plena» es compatible con que haya «manifestaciones y reuniones, porque eso es un Estado de Derecho», incidiendo en que lo que «no puede haber son actos violentos». El ministro del Interior ha llegado a decir que se puede visitar Barcelona con «total normalidad», pese a los avisos de las embajadas extranjeras.
Tras ello y a preguntas de los periodistas, se ha visto obligado a matizar que él no cree que la situación ahora mismo en Cataluña sea de «normalidad», porque normalidad es «el ejercicio de derechos fundamentales pacíficamente» y «con violencia no se ejercita ningún derecho ni libertad», ha precisado.