GOBIERNO DE ESPAÑA

Sánchez evita tratar con Rumanía el alto número de delitos de sus ciudadanos en España

Sánchez y Ciuca, junto a sus respectivos ministros, este miércoles en Castellón
Sánchez y Ciuca, junto a sus respectivos ministros, este miércoles en Castellón
Joan Guirado

Pese a que ambos Gobiernos reconocen que los datos delincuenciales de los ciudadanos procedentes de Rumania y que residen en nuestro país son cada vez más preocupantes, Pedro Sánchez ha dejado el tema fuera de la primera cumbre Hispano-Rumana que se celebra este miércoles en Castellón. De los poco más de 620.000 rumanos que viven en España, la segunda nacionalidad más presente en nuestro país, más de 65.000 han tenido problemas con la Policía o los tribunales. Lo que representa alrededor de casi un 12% de la población inmigrada.

Desde el 2007, tras la entrada de Rumanía en la Unión Europea, la libertad de movimientos ha provocado un mayor movimiento de personas entre ambos países. Con lo que también ha aumentado el número de delincuentes fichados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Aunque entre las fichas policiales hay algunos personajes extremadamente peligrosos, según fuentes de Interior, la mayoría cometen pequeños hurtos y robo con fuerza. Principalmente en lugares concurridos como el metro o el tren. Los delincuentes de nacionalidad rumana, según las mismas fuentes, son los que cometen un mayor robo de estas características que generan una importante inseguridad ciudadana, ya que cualquiera puede resultar ser víctima. En los últimos meses, también se ha observado un aumento de delitos sexuales por parte de rumanos.

Un año después de la entrada en la UE, cuando había poco más de 500.000 rumanos en España -en catorce años han llegado unos 120.000 más- y 50.000 con antecedentes policiales, el Gobierno de este país ya reconoció
la mala imagen que supone para su país la actuación de esas bandas fuera de sus fronteras. En muchos casos tras cometer sus golpes la mayoría huyen hacia Rumanía con el botín. Pero pese a ese pronunciamiento público, la realidad, es que catorce años más tarde la situación sigue prácticamente igual. Y a juzgar por la ausencia del debate del tema en la cumbre de hoy, a la que no han acudido ni los ministros del Interior ni Justicia -los máximos responsables en esta cuestión-, pese a la alarma social que provoca el aumento de la delincuencia ninguno de los dos gobiernos parece tener intención de poner solución al mismo.

Cumbre

Con casi una hora de retraso con respecto al horario establecido, Sánchez ha recibido al primer ministro de Rumanía, Nicolae Ciuca, con la tradicional recepción con honores por parte de las tropas del Ejército de Tierra de Valencia en la explanada exterior del Auditorio castellonense. Allí, antes de la foto de familia, han sonado los himnos nacionales de ambos países. Además de los dos presidentes estén presentes los ministros de Asuntos Exteriores, Defensa, Agricultura, Trabajo, Política Territorial y Sanidad, de los dos países. A lo largo del día se producirán las reuniones bilaterales, de Sánchez y Ciuca y de los distintos ministros con sus homólogos, además de un almuerzo de trabajo y una sesión plenaria.

La voluntad de los dos gobiernos es firmar media docena de acuerdos, entre ellos uno de consultas políticas, otro de cooperación entre las escuelas diplomáticas, otro de sanidad y otro de cultura. La cita permite, según fuentes de Moncloa, repasar todos los aspectos de la relación bilateral así como abordar temas de interés mutuo tanto en el seno de la UE como a nivel internacional, si bien la guerra de Ucrania y sus consecuencias copan buena parte del tiempo. Rumanía es país fronterizo de Ucrania y por su territorio han pasado unos dos millones de ucranianos en su huida del conflicto, si bien solo unos 90.000 han permanecido, menos que los que se han instalado en España.

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