Sánchez premiará a Cataluña con más inversiones en detrimento de las otras 16 autonomías
El PSOE premiará a Cataluña mientras niega el aumento de fondos al resto de Comunidades Autónomas en su financiación. Lo hará a través del reparto de las inversiones territorializadas. Y es que, mientras acaba de decir que la reforma del modelo de financiación autonómica que afecta a todas las regiones no corre prisa ya ha pactado con los separatistas catalanes un aumento de sus inversiones en proporción a la aportación de esta comunidad al conjunto de España.
El PSOE de Pedro Sánchez lleva meses trazando esta ruta negociadora. Y se apoya en la Declaración de Granada. La base de la que se parte es evitar el impacto de la devolución de la deuda con el Estado para esta autonomía. Y eso se hará ampliando los plazos de devolución y asumiendo un incremento de las inversiones del Estado en esta región.
Hay que recordar que fue el propio José Luis Ábalos uno de los defensores del modelo de perdón de la deuda. Ábalos hablaba de Cataluña, pero no negaba su extensión a todas las regiones. Pero, como ya ha dejado claro el PSOE, eso no se puede abordar ahora en el modelo de financiación.
Es más, Ábalos no habló sólo de un nuevo aumento de la inversión destinada a esta región, sino también la conversión de la deuda autonómica en deuda puramente nacional. Es decir, lo que se conoce como mutualizar la deuda catalana: diluir entre todo el territorio español una montaña que, hoy por hoy, supera los 78.000 millones de euros.
La argumentación exterior ya ha sido esgrimida en ocasiones por Ábalos: “El Estado debe contribuir a resolver (la deuda) para que no se colapse la institucionalidad en Cataluña y que pueda atender los servicios que presta”. El plan, por supuesto, supondría mantener un plan de facilidades financieras con cargo a las arcas nacionales hasta que las supuestas dificultades de financiación de Cataluña se solventasen.
La otra pata de esta estrategia de aumento de fondos de Cataluña pasa por las inversiones nacionales territorializadas en esta región. El PSOE ha aceptado ya que se acepte un cierto principio de “ordinalidad” (el que limita la solidaridad de un territorio hacia el resto al momento en el que las comunidades más ricas pierdan puestos en el orden de renta). En el caso concreto de Cataluña, podría suponer un regalo extra de 4.000 millones de euros, la mitad del teórico déficit reclamado por la Generalitat.
Pero en ausencia de una reforma de la financiación autonómica ese importe debería ser materializado en inversiones. Literalmente no podrá ser implementado de golpe en los primeros años ante lo desmesurado del volumen. Pero el plan consisten en un incremento paulatino hasta acercar la cifra al volumen reclamado en el Estatuto catalán tumbado por el TC.