RACISMO

Sánchez mete a Vinicius en campaña: Interior conocía desde febrero a los ultras del muñeco detenidos hoy

La Brigada de Información y la Policía Científica ya tenía pruebas contra ellos hace meses

Detenidos cuatro ultras del Atlético de Madrid por ahorcar un muñeco con la camiseta de Vinicius

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Pelayo Barro

El Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a agitar en campaña los episodios racistas sufridos por el futbolista del Real Madrid Vinicius Jr. La víctima de una campaña racista que ahora el Ejecutivo quiere fagocitar como medalla electoralista. El Ministerio del Interior informaba este martes de la detención de cuatro personas que el pasado enero colgaron en un puente de Madrid un muñeco hinchable de color negro con la camiseta del club blanco. Los cuatro, miembros del grupo ultra Frente Atlético, ya estaban identificados el pasado mes de febrero, apenas una semana después del incidente racista. Y también había huellas con las que cotejar su identidad. Sin embargo, Interior no dio orden de proceder a su detención hasta después de la polémica generada el este fin de semana, en plena recta final de la campaña electoral.

El muñeco de Vinicius como baza electoral. El Gobierno de Sánchez y el Ministerio del Interior han decidido desempolvar una causa olvidada en un cajón desde hace meses para aflorarla en plena campaña, a falta de cinco días para las elecciones municipales del 28M. Ante el clamor popular y mediático por los gritos racistas que le dedicaron en Valencia al futbolista del Real Madrid, Interior ha respondido con detenciones en Valencia y Madrid. Pero, como señalan fuentes policiales, las de la capital de España pudieron realizarse hace meses.

El incidente con el muñeco de Vinicius tuvo lugar a finales de enero, tras lo que la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte convocó una reunión con la Fiscalía General del Estado. De ese encuentro salió la orden de investigar lo sucedido. El caso recayó en los agentes especializados de la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Madrid. Una unidad policial que conoce en profundidad los ambientes ultras del fútbol madrileño, tiene amplias redes de información y reconoce los rostros de aquellos miembros más activos de estos movimientos.

Identificados

Los autores de aquel señalamiento a Vinicius, como ocurre en este tipo de acciones, dejaron numerosas pistas: fotos, vídeos y comentarios para presumir de hazaña ante sus compañeros de gradas. A la Brigada de Información no le resultó complicado central el tiro. Seis habituales, algunos de ellos muy conocidos y con antecedentes en otros delitos, como la trifulca en la que resultó muerto un ultra del Deportivo de la Coruña conocido como Jimmy.

La Policía tenía sobre la mesa ya en febrero la lista de los presuntos autores, pero la investigación aún estaba coja a la espera de que la Policía Científica certificase los hallazgos de huellas en el muñeco y la pancarta. Las pesquisas dieron resultado unos días después. Aparecieron diez huellas, pero sólo tres de ellas útiles. La Brigada de Información, mientras, se centró en buscar pruebas de la compra del muñeco en los sex shops madrileños donde se vende este tipo de producto.

El 6 de febrero, el entonces delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, anuncia que la Policía tiene «avanzada la investigación» para procesar a los autores. Pero incide en que «a veces no se puede sancionar sin pruebas concluyentes». Un reconocimiento expreso de que se conocía a los autores, pero se abría una fase para encontrar pruebas que se alargó durante meses y que, según el desarrollo de los acontecimientos, finalizó esta semana. La última de la campaña electoral.

Nada más se supo más del muñeco hasta este martes, cuando en pleno vendaval del racismo contra Vinicius, convertido en una noticia internacional y de la que se hace eco incluso el presidente de Brasil, Lula da Silva, se producen las detenciones de los cuatro miembros del Frente Atlético.

Hace meses

Fuentes policiales consultadas por OKDIARIO les resulta sorprendente este proceder, ya que consideran que disponiendo de información precisa sobre los autores obtenida a través de fuentes abiertas y contactos en el mundo ultra, sumado a las huellas extraídas del material utilizado, la detención de los sospechosos pudo realizarse hace muchos meses. De hecho, no hacerlo en su momento «podría haber permitido a los autores deshacerse de pruebas al saberse perseguidos». Por lo menos, dicen, se les podría haber interrogado sobre su posible participación.

En cambio, el departamento de Fernando Grande-Marlaska dejó congelada la investigación hasta este mismo martes, cuando el debate sobre el racismo ha inundado los medios y ha contagiado la campaña electoral colándose en todos los mítines y discursos.

Uso político

Sánchez, sólo un día después de lo ocurrido en Valencia, publicó un mensaje dedicado al episodio: «Tolerancia cero con el racismo en el fútbol». Según el líder socialista, «el odio y la xenofobia no deben tener cabida en nuestro fútbol ni en nuestra sociedad».

Podemos, socio de Sánchez en el Gobierno, fue un paso más allá. El portavoz parlamentario de la formación, Pablo Echenique, responsabilizó a los medios, al PP y a Vox -aunque sin citarlo- de lo ocurrido, en un intento por capitalizar electoralmente los episodios racistas sufridos por el futbolista brasileño del Real Madrid.

La detención

El maniquí, objeto de la investigación por un delito de odio, se encontró colgado de un puente en los alrededores de la Ciudad Deportiva de Valdebebas (Madrid) junto a una pancarta con el lema «Madrid odia al Real» en la previa del derbi Real Madrid-Atlético de Madrid de Copa del Rey.

La investigación ha dado resultado ahora, cuatro meses después de que se iniciara, justo en un momento en el que ha quedado en evidencia el trato que sufre el jugador brasileño del Real Madrid objeto de insultos racistas a lo largo de toda la temporada sin que la Liga tomara carta en el asunto.

Las pesquisas llevadas a cabo por los investigadores a través de vestigios, testigos y consultas en fuentes abiertas, entre otras, permitieron  identificar  a cuatro varones como presuntos responsables de los hechos. Una identificación que, sin embargo, pudo conducir a su detención hace ya meses.

Por otra parte, esta mañana la Policía Nacional ha comunicado también la detención de tres jóvenes relacionados con los insultos racistas a Vinicius Jr. durante el encuentro del pasado domingo entre el Valencia y el Real Madrid. Así lo ha comunicado la Policía Nacional en sus redes sociales y lo ha confirmado la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé.

Los tres detenidos tienen entre 18 y 21 años y son todos españoles. Según ha podido saber este periódico, los detenidos están acusados de «delitos contra el ejercicio de las libertades públicas». Son los tres seguidores del Valencia que increparon a Vinicius dentro del estadio, en el momento que el jugador le comunicó al árbitro que estaba siendo víctima de insultos racistas. En ese instante, De Burgos Bengoetxea paró el partido para pedir que anunciaran por megafonía que pararan los ataques racistas contra el delantero del Real Madrid. Desgraciadamente, los insultos continuaron después y el colegiado no volvió a detener el partido ni lo suspendió, saltándose así el protocolo.

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