Sánchez indulta a Cataluña de un estado de alarma que impuso a Madrid con el mismo umbral: 500 casos
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Cataluña ya ha rebasado este miércoles el umbral de los 500 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, el doble de la incidencia que el Ministerio de Sanidad considera «riesgo extremo». Ese listón fue el mismo que el Gobierno de Pedro Sánchez utilizó el pasado mes de octubre para imponer un estado de alarma unilateral a Madrid y cerrar la Comunidad ante el puente del 12 de octubre pese a la oposición del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso. En esta ocasión, sin embargo, Moncloa no tiene previsto tomar medidas drásticas contra Cataluña.
La situación de la pandemia en Cataluña se complica seriamente. Los datos aportados por el servicio epidemiológico catalán este miércoles son preocupantes, con una incidencia que ya supera los 500 casos, sumando 7.430 contagiados nuevos en las últimas 24 horas y con una tasa de reproducción del virus del 3,39. Ese número corresponde a la llamada ‘Rt’, la capacidad de un infectado para trasmitirle la enfermedad a otras personas. Por debajo de 1 significa que la expansión decrece. En el caso catalán, ese 3,39 indica que los 7.430 contagiados de ayer se convertirán en 24.882 nuevos casos próximamente.
Cataluña, además, es la única comunidad que calcula un indicador denominado ‘riesgo de rebrote’, elaborado en base a una fórmula matemática ligada a otros indicadores. En los peores momentos de la pandemia llegó a superar ligeramente los 700 puntos. Este miércoles se sitúa en un récord absoluto: 1.460 puntos. El doble.
La Generalitat y Sanidad ya han tomado algunas decisiones, como dar marcha atrás en la apertura del ocio nocturno o «recomendar» el uso de mascarillas en la vía pública. Sin embargo, no hay sobre la mesa ninguna medida extrema como el cierre perimetral de la comunidad. Una restricción que Sanidad sí aplicó a Madrid estableciendo en 500 casos por cada 100.000 habitantes el límite tolerable de contagios. Mismo umbral que ahora supera Cataluña. El límite de la «paciencia» a la que hizo mención Illa entonces no es la misma con Madrid que con Cataluña.
Moncloa sí cerró Madrid
El pasado 9 de octubre de 2020, el Consejo de Ministros decretaba, en una reunión extraordinaria, el cierre perimetral de Madrid. Sólo un día antes, la Justicia había tumbado el intento de ‘cerrojazo’ de Moncloa ejecutado mediante una simple Orden Ministerial de Illa. El cierre por la alarma llegaba tras varias semanas manteniéndole el pulso a Isabel Díaz Ayuso, que se resistía al cierre alegando que sus medidas de control estaban funcionando. Los datos le daban la razón, pese a que Sanidad llegó a inflar en 11.000 los contagios de Madrid que luego desaparecieron por arte de magia.
Aquel cerrojazo se ejecutó mediante el Real Decreto 900/2020, que establecía como indicador prioritario de la decisión la incidencia acumulada que registraba Madrid. Ese viernes 9 de octubre era de 540 casos, y la norma establecía textualmente que «una tasa de incidencia superior a los 500 casos por 100.000 habitantes, que duplica la considerada de alto riesgo, permite establecer un umbral significativamente elevado a partir del cual puede calificarse la situación como extrema».
A partir de esos 500 casos, Sanidad establecía «la enorme gravedad de la propagación de la enfermedad en las unidades territoriales que la experimentan», e insistía en que «resulta imprescindible la adopción con urgencia de medidas de choque dirigidas a tratar de controlar en el menor tiempo posible la situación extrema generada».
Aunque la medida del BOE insistía en ese umbral de la incidencia acumulada como principal indicador, también incluía consideraciones sobre la positividad de las pruebas PCR y de la presión asistencial. La positividad se marcó en un 10% -en Cataluña ayer era del 15,18%- y la ocupación en UCI en el 35% -es del 12% ahora en Cataluña-, pero tal y como ha asegurado la Comisión de Salud Pública esta semana, una quinta ola podría tener graves efectos sobre la ocupación hospitalaria pese al ritmo de la campaña de vacunación: más de la mitad de españoles aún no tienen la pauta completa.
Alarma a medida para Madrid
En la medida publicada en el BOE no se hacía mención específica a Madrid, única comunidad a la que se aplicaría durante dos semanas ese estado de alarma ad hoc. Pero el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, se ocupó en rueda de prensa posterior de poner el foco sobre la Comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso: «Es muy importante que el nivel de contagios de Madrid no se extienda por el resto de España. Las medidas que adoptamos el día 30 de septiembre iban claramente en esta dirección. Lo único que le importa al Gobierno de España es proteger la salud. Y esa es la finalidad de las medidas que tomamos».
Además, en el resumen del Consejo de Ministros publicado por Moncloa se incluía la lista de los 9 municipios madrileños que, según el Gobierno, había que confinar para que no extendiesen sus contagios al resto de España.
Madrid estaba a la baja
Los datos actuales de la pandemia en Cataluña muestran que los contagios y el riesgo están en claro ascenso. Sin embargo, esa tendencia no se cumplía en Madrid cuando quedó cerrada por orden de Moncloa.
En aquellas primeras semanas de otoño de 2020, la incidencia acumulada de Madrid había bajado de manera continuada en los días precedentes al cerrojazo impuesto a la comunidad, dando la razón al Gobierno de Díaz Ayuso y a las decisiones sanitarias recomendadas por sus expertos.
El modelo de restricción por áreas básicas de salud, un sistema «quirúrgico» para controlar el virus tal y como lo definió la Consejería de Sanidad, estaba funcionando: el lunes 28 de septiembre la incidencia acumulada a 14 días ascendía a 775,13 casos, el lunes 5 de octubre había bajado a 586,64 y cuando el cierre entró en vigor se situaba en 501,58. Aun así, el Gobierno de Pedro Sánchez siguió adelante con su plan para cerrar Madrid.