Crisis del coronavirus

Sánchez frenó un adelanto del toque de queda la semana pasada tras pedirlo Murcia y Andalucía

Sánchez frenó un adelanto del toque de queda la semana pasada tras pedirlo Murcia y Andalucía
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa. (Foto: Efe)
Joan Guirado

El Gobierno estaba la semana pasada dispuesto a modificar el decreto del estado de alarma para adelantar el toque de queda en España. Era la medida previa que tenía sobre la mesa para frenar la expansión del virus, antes de tener que recurrir a un confinamiento domiciliario duro que nadie quiere. Pero tras la petición de los gobiernos de Murcia y Andalucía de modificar el estado de alarma, y la decisión unilateral de Castilla y León de adelantar el toque de queda, Pedro Sánchez frenó su medida por estrategia política. Hasta que este miércoles la someta al Consejo Interterritorial de Sanidad.

Tal como adelantó este periódico hace unos días, tras las fiestas de Navidad, Sánchez solicitó a su equipo de colaboradores legales que estudiasen una modificación del estado de alarma que permitiera endurecer las restricciones existentes. Sin intención de tener que recurrir de nuevo al confinamiento domiciliario, como ya han hecho algunos países europeos, la petición de Sánchez iba encaminada a adelantar el toque de queda de tal forma que los ciudadanos vieran limitada aún más su libertad nocturna.

De esta forma, el Gobierno español iba a seguir los pasos de Francia y Portugal, que han fijado sus toques de queda a las 6 de la tarde en el día a día francés y a la una del mediodía los fines de semana en el país luso. Como a lo largo de la gestión de toda la pandemia, el Gabinete de Pedro Sánchez pretendía vender la idea de que era una nueva restricción impulsada desde Moncloa con el objetivo de «salvar vidas» pero sin dañar demasiado la economía.

La lentitud del equipo de Moncloa en estudiar las medidas, y las peticiones de las comunidades presididas por el PP, chafaron los planes del presidente que lo iba a anunciar personalmente a bombo y platillo. Un anuncio en el que también iba a pedir al PP su apoyo a la próxima prórroga del nuevo estado de alarma. Así pues, antes de reconocer la cesión a las comunidades, ha decidido someter una decisión que le compete únicamente a él, en tanto que debe reunir al Consejo de Ministros para modificar el decreto del estado de alarma, al Consejo Interterritorial de Sanidad que se reunirá este próximo miércoles. Esto, en la práctica, retrasará como mínimo una semana la medida.

De momento el Gobierno deja en manos de las 17 comunidades autónomas la gestión de la tercera ola del coronavirus. Lo hace bajo un férreo control, pese a hablar a diario de la cogobernanza, algo que en realidad no es así, ya que no se están ofreciendo todas las herramientas necesarias para aplicar las medidas más efectivas. Una situación que provoca fuertes tensiones entre administraciones al no contar siempre con el apoyo necesario del Gobierno a la hora de adoptar medidas como el adelanto del toque de queda.

Ronda de llamadas

Al optar por someter la decisión al consenso de los consejeros autonómicos Pedro Sánchez ordenó este fin de semana a su ministro de Sanidad, Salvador Illa, llamar a todas las comunidades autónomas para garantizarse la aprobación. En el Gobierno, al no tener el control final de la decisión, y para que no decaiga una propuesta que cuenta también su aval y es entendida en Moncloa como la más efectiva y menos dañina a día de hoy, quiso saber antes de lanzar la propuesta si habría acuerdo en la reunión.

El trámite

Una vez aprobada en el marco del Consejo Interterritorial de Sanidad la petición al Gobierno de modificación del estado de alarma, el próximo miércoles, Pedro Sánchez tendrá que reunir de forma extraordinaria a su gabinete ministerial. Una reunión que, según fuentes monclovitas,  consultadas por este periódico se podría celebrar entre el jueves y el viernes. Esa reforma del decreto tendrá una validez de 15 días, en los que las comunidades podrán avanzar la hora del toque de queda, y tras esas dos semanas tendrán que recibir el beneplácito del Congreso para continuar con esos horarios.

Confinamiento en casa

La gran duda ahora es si en la próxima modificación del estado de alarma se incluirá también una cláusula que permita el confinamiento domiciliario. Varias autonomías ya se lo han solicitado al Gobierno y, según fuentes de estas comunidades, consultadas por OKDIARIO, no descartan contar con la mayoría suficiente en la reunión de esta semana para obligar al Ejecutivo a adoptar también esta medida. De ser así, pese al rechazo frontal de Moncloa, los gobiernos regionales se guardarían también un as en la manga, además de adelantar los toques de queda, que les permitiría encerrar a los ciudadanos en sus domicilios de forma quirúrgica si la situación epidemiológica lo requiere.

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