Crisis del coronavirus

Sánchez cerrará su primer año de Gobierno con 80.000 muertos por coronavirus

Sólo en los últimos 18 días contabilizados por Sanidad la cifra de fallecimientos asciende a casi 4.000 personas

Pablo Iglesias
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados.
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias conseguirán una de las más tétricas marcas al cierre de su primer año de Gobierno: la de haber gestionado la crisis del Covid con todo un récord, el de 80.000 muertos por esta enfermedad.

El Instituto Nacional de Estadística acaba de dejar en ridículo al Gobierno por la manipulación oficial de las estadísticas de muertos por el Covid en la primera ola. Ahora, los datos del INE revelan que, desde el inicio de las muertes en España por el coronavirus hasta el momento actual, la cifra de fallecidos se eleva, al menos, a 78.626 personas. Este dato está medido desde el 9 de marzo hasta el 22 de noviembre por el INE -74.738 muertes-, cifra a la que se le ha sumado el dato del Ministerio de Sanidad desde ese día y hasta el 10 de diciembre -3.888 fallecidos más-.

Puesto que los datos del Ministerio de Sanidad están excluyendo del cómputo parte de los muertos por  Covid que el INE registra, esa cifra será, al menos, de esa magnitud, pudiendo crecer con toda probabilidad.

Es más, puesto que la cifra de muertes diarias en España supera las 300 por jornada en estos momentos, a cierre de año será literalmente imposible que ese dato no haya sobrepasado las 80.000 muertes teniendo en cuenta la tendencia marcada por los datos de coronavirus.

De hecho, sólo en los últimos 18 días contabilizados por Sanidad -y teniendo en cuenta su sistema de cribado estadístico-, la cifra de fallecimientos asciende a casi 4.000 personas.

Como comparativa, sobra decir que el dato oficial del Gobierno refleja 47.344 muertos, prácticamente la mitad de la cifra que se superará a cierre de 2020. El dato es literalmente escalofriante y demuestra la pésima gestión de la crisis, tanto humanitaria, como sanitaria y hasta económica provocada por el virus.

La primera ola

De hecho, estos últimos días ha sido igualmente el INE quien ha tenido que confirmar que, efectivamente, en la primera ola de la enfermedad, los datos del Gobierno han escondido nada menos que 18.557 muertos por Covid en los datos oficiales de recuento de fallecidos.

Entre los meses de marzo y mayo no murieron los poco más de 28.000 españoles que reconocía el Ministerio de Sanidad, sino que la cifra superó los 45.000, ajustada al cálculo que ha venido realizando de forma constante OKDIARIO y que prueba que el Gobierno manipuló el recuento para reducir el impacto real del virus en la mortalidad nacional.

Era un secreto a voces que, poco a poco, va desvelándose en las estadísticas oficiales de la pandemia: el Gobierno mintió al calcular los muertos del coronavirus. Y lo hizo con un desfase de cifras importante, con un 68% más muertos de los reconocidos. Mientras Sanidad dejó el contador en 27.091 defunciones, los registros civiles -fuente del estudio del INE- las han elevado a 45.648 muertes por enfermedades infecciosas relacionadas directamente con la Covid.

Fueron muchas las voces que advirtieron la pasada primavera que el sistema de conteo de muertos oficial del Gobierno de Pedro Sánchez dejaba fuera a miles de fallecidos. Así lo advirtieron las residencias, los sanitarios e incluso las propias funerarias, que experimentaron un volumen de trabajo muy superior al que reflejaban las cifras oficiales.

Muertes con o sin síntomas

El ‘truco’ del Gobierno fue restar de la ecuación a todas aquellas muertes que se hubiesen producido con los síntomas de Covid-19, pero que no hubiesen sido diagnosticados como tal con una prueba PCR. Lo que la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea denominan «casos sospechosos». La OMS dio en los últimos meses hasta 127 avisos a España para que lo hiciese.

Eso, en la práctica, se concretó en dejar fuera de las estadísticas de mortalidad a miles de fallecidos en residencias de ancianos a los que, tras enfermar, no fueron sometidos a test diagnósticos. La falta de estas pruebas -en parte, por la cascada de pedidos de material defectuoso de las primeras semanas- y la saturación de los laboratorios donde se procesaban impidió hacer efectiva la certificación de la enfermedad en los organismos de estos mayores. El Gobierno decidió sacarlos de la factura mortal que dejó la pandemia entre el  pasado 1 de marzo y el 31 de mayo.

Según los datos desgranados ahora por el INE, de los 45.648 muertos contabilizados, 32.652 defunciones se produjeron con el virus «identificado» y otras 13.032 fueron registradas como «sospechosas» de tener el virus. El número total de muertes en la categoría de «enfermedades infecciosas y parasitarias» ascendieron a 48.393 (el desfase con los 45.648 del Covid representa a muertos por otros virus).

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