‘Rodea el Congreso’ divide aún más a Podemos: Errejón se desvincula del escrache
La movilización de “Rodea el Congreso” convocada para la segunda votación del debate de investidura de Mariano Rajoy, el sábado, ha evidenciado de nuevo la brecha en el grupo parlamentario de Unidos Podemos.
Mientras Pablo Iglesias ha afirmado que el grupo se pasará a saludar, el sector ‘errejonista’ se ha mostrado más cauto a la hora de expresar su apoyo a la protesta.
El propio Errejón ha avanzado este miércoles que, en línea con Iglesias, se pasará por la concentración, si bien ha advertido que el papel de su grupo es estar en las instituciones. El aviso es un nuevo desacuerdo en la estrategia del secretario general-partidario de retomar la movilización callejera- y su número dos, que defiende la prioridad del trabajo político.
Así, Errejón ha considerado que la organización de este tipo de actos le corresponde a las organizaciones sociales. “No somos nosotros los que tenemos que propulsarlas”, ha advertido a los periodistas en el Congreso, “Nosotros tenemos que estar detrás”, ha añadido.
El debate sobre la urgencia de retomar la protesta en las calles, instigando movilizaciones de este tipo, es uno de los grandes motivos de discordia entre ambos bandos. Al “Rodea el Congreso” se ha sumado con nitidez el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón.
Este martes, tras reunirse con el Rey dentro de la ronda de consultas, Iglesias defendió la legitimidad de esta convocatoria. “Los diputados no tienen restringidos sus derechos civiles y es frecuente y normal que puedan participar en movilizaciones”, afirmó.
La convocatoria cuenta con un apoyo mucho más rotundo del sector ‘pablista’. Los diputados más próximos a Iglesias, como su jefa de Gabinete, Irene Montero, ha defendido la legitimidad de esta convocatoria, y ha asegurado que los diputados de Podemos realizarán su cometido durante el debate de investidura -en el que votarán ‘no’ a Rajoy- y una vez terminado el mismo «actuarán como cualquier compatriota libremente expresando sus opiniones».
En la manifestación también estará la portavoz de En Marea en el Congreso, Alexandra Fernández. «La legitimidad también está en escuchar lo que hay fuera», dijo, tras su encuentro con Felipe VI.
La concentración ha sido convocada por la Coordinadora 25S para “valorar una acción el día de la investidura” de Rajoy, al que consideraban líder de un “gobierno ilegítimo de un régimen ilegítimo”. Además, han comparado la investidura del candidato del PP con un “golpe de Estado”, hasta el punto de usar una fotografía del golpe de Tejero en 1981.
El empeño de Iglesias en retomar la esencia quincemayista de Podemos discurre paralela a un acercamiento con el sector ‘anticapitalista’, la más radical del partido. Esta corriente defiende una vuelta a la protesta en la calle y a retomar la movilización como arma para agitar las instituciones.
Hace unas semanas, Iglesias y sus afines, Irene Montero o Rafael Mayoral, presentaron la iniciativa Vamos! con la que intentan volver a activar a las plazas. Bajo el pretexto de dar visibilidad a asuntos como la “pobreza energética”, se oculta, en realidad, el intento de Iglesias de volver a tomar las calles e impulsar la movilización social. Este pasado sábado, los ‘pablistas’ organizaron una Asamblea en Madrid, sin participación de Errejón, para tomar el pulso de la militancia.
La estrategia consuma el rechazo a la estrategia del número dos y que se basa en un programa más moderado y en hacer política desde las instituciones. Iglesias trata de visibilizar las dos ‘almas’ del partido: la más blanca, en manos de Errejón, y la más radical, por la que él apuesta.
Este enfrentamiento estratégico se pondrá negro sobre blanco en la próxima Asamblea (Vistalegre II), que se espera para principios del año que viene.