El Rey arropa a las víctimas de la DANA: «Entiendo la frustración, el dolor y la impaciencia»
La tragedia de la DANA marca el discurso de Navidad de Felipe VI
La tragedia de la DANA, que el pasado 29 de octubre golpeó la Comunidad Valenciana y otras zonas del país dejando 223 muertos y decenas de miles de damnificados, ha marcado irremediablemente el discurso de Navidad de Felipe VI. Con las dramáticas imágenes de las inundaciones aún muy recientes, el monarca ha sido rotundo al exigir un mayor compromiso a los dirigentes políticos.
Así, tras elogiar la labor de los «voluntarios anónimos» y los «servidores públicos» ha advertido en primera persona que «hemos comprobado -y entendido- la frustración, el dolor, la impaciencia, las demandas de una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones». Un recado directo a los responsables de la gestión de la DANA, empezando por el propio Gobierno de Pedro Sánchez que, a través de sus organismos, ignoró durante horas el riesgo de las crecidas.
En este contexto, el Rey ha llamado a anteponer el interés de los ciudadanos por encima de las disputas partidistas. «Porque todas esas emociones -las que conmueven y reconfortan y las que duelen y apenan- surgen de una misma raíz: la conciencia del bien común, la expresión del bien común, o la exigencia del bien común», ha resuelto.
Este pasado domingo, los Reyes y sus hijas se desplazaron por sorpresa a Catarroja, uno de los epicentros de la DANA, para conversar con los vecinos y recorrer las zonas más devastadas. Fue una visita privada con la que los monarcas quisieron demostrar una vez más su compromiso y cercanía con los afectados. Una visita que ha recibido las críticas del Partido Socialista.
El pasado 3 de noviembre, los Reyes vivieron en primera persona, durante una visita a Paiporta -otra de las localidades más afectadas- la indignación y enfado ciudadano con la gestión de la DANA. Don Felipe y Doña Letizia se vieron envueltos en un lanzamiento de objetos y de fango. Mientras Pedro Sánchez decidía desmarcarse de la visita, el Rey siguió avanzando a pie y pudo conversar con los vecinos, a quienes trató de enviar un mensaje de serenidad y comprensión. Felipe VI, en medio de la crispación y de una lluvia de barro, palos y botellas, pidió que le retiraran el paraguas y no dudó en acercarse a los ciudadanos, consciente de su gran malestar, dirigiéndose a ellos con palabras de consuelo y de calma. Doña Letizia, por su parte, también mostró su comprensión con los vecinos, a quienes abrazó sin poder contener las lágrimas. «No es por ustedes, señora», se escuchó decir a uno de los afectados, dirigiéndose a la Reina.
Los Reyes prometieron regresar a las zonas afectadas y cumplieron esa promesa el 19 de noviembre, cuando visitaron las localidades de Chiva, Utiel y Letur. Allí fueron recibidos con vítores y gritos de «¡Viva el Rey!» y «¡Viva la Reina!». Felipe VI ya aprovechó esa visita para reclamar una mayor responsabilidad a las autoridades: «Es importante que las administraciones funcionen unidas, que todas las administraciones trabajen hombro con hombro», aseveró el Rey.
Un mensaje que ahora reitera en su tradicional mensaje de Navidad. «No debemos olvidar nunca aquellas primeras imágenes de la riada que todo lo arrasó, los rescates de personas, algunas enfermas, ancianas o agotadas, que trataban de salir de sus coches o se refugiaban en tejados y azoteas», ha destacado, recordando el drama que se vivió el 29 de octubre.
Felipe VI ha elogiado la labor de los ciudadanos que «abrían sus casas para acoger a los más vulnerables, oponiendo a la fuerza implacable del agua y del lodo la fuerza abrumadora de la solidaridad y de la humanidad».
«Vecinos, voluntarios, equipos de protección civil, bomberos, cuerpos de seguridad, Fuerzas Armadas, ONG’s, y también empresas que organizaron colectas y donaciones, movilizando incluso su personal y maquinaria… la ayuda y la colaboración de todos está propiciando que, poco a poco, las más de 800.000 personas afectadas recuperen paulatinamente en su vida cierto grado de normalidad. Y que el medio y largo plazo quede igualmente atendido para asegurar realmente la recuperación», ha relatado el Rey.
En este contexto, ha aprovechado para lanzar su llamamiento a las autoridades, con un mensaje rotundo: «Por encima de las eventuales divergencias y desencuentros, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene, de lo que a todos beneficia y que, por eso, tenemos el interés y la responsabilidad de protegerlo y reforzarlo».
«Noción del bien común»
«Es algo que la Reina y yo hemos podido constatar y valorar aún más a lo largo de esta década de reinado», ha destacado Felipe VI. Y, así, ha advertido también que «es responsabilidad de todas las instituciones, de todas las Administraciones Públicas, que esa noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política».
«El consenso en torno a lo esencial, no sólo como resultado, sino también como práctica constante, debe orientar siempre la esfera de lo público. No para evitar la diversidad de opiniones, legítima y necesaria en democracia, sino para impedir que esa diversidad derive en la negación de la existencia de un espacio compartido», ha resuelto Don Felipe.
El Rey llama así a las autoridades políticas a que prescindan de sus intereses particulares y antepongan el bienestar común de los ciudadanos. Un necesario mensaje en tiempos de alta crispación política, donde el desencuentro entre Gobierno y oposición es evidente. El Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha negado a asumir responsabilidades en la tragedia.