Generalitat de Cataluña

Torra presume de sus aliados internacionales: «Flandes, Cantón de Sarajevo y Occitania»

El Plan de Acción Exterior de la Generalitat destaca los acuerdos "bilaterales" firmados y promueve el protagonismo internacional.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el Parlament.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el Parlament.

El presidente catalán, Quim Torra, quiere reforzar los lazos de Cataluña con terceros países, para promover la influencia de la comunidad autónoma en el exterior. Así lo recoge en su último Plan Estratégico de Acción Exterior, donde se diseña la política internacional que quiere desplegar la Generalitat independentista.

En uno de los apartados del documento, Torra apuesta por «defender directamente nuestros intereses en Europa y la Unión Europea» -confiriendo a Cataluña el estatus de Estado- y fija como objetivo «profundizar en las relaciones bilaterales existentes con los diferentes países europeos, tanto en el ámbito institucional como sectorial».

En este contexto, destaca el desarrollo de las relaciones ya concretadas en acuerdos vigentes con sus aliados actuales: «Flandes, Baden-Württemberg, Cantón de Sarajevo, Consejo Regional d’Île de France, Occitania y Alvèrnia-Roine-Alps». Ejemplos que evidencian la nula repercusión e influencia exterior de la Generalitat de Torra.

Recurso del Gobierno

El Ejecutivo de Pedro Sánchez advirtió el pasado viernes al presidente catalán de que su plan excede el ámbito de las competencias de la Generalitat en la materia y ordenó su retirada. Cumplía así con el trámite previo imprescindible para la eventual presentación de un futuro recurso de inconstitucionalidad, al considerar que el texto se extralimita en las atribuciones del Ejecutivo autonómico.

«El plan ofrece una proyección de Cataluña como Estado al obviar las competencias estatales y al presentar por acción u omisión a Cataluña como objeto internacional», advertía la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, en rueda prensa posterior al Consejo de Ministros.

Además, Moncloa considera que el documento contiene ambigüedades terminológicas utilizadas para presentar a Cataluña como un sujeto político propio con capacidad para actuar en el exterior como un Estado, establecer relaciones bilaterales con otros países e influir directamente en organismos internacionales, al margen del Gobierno español.

Así lo señaló el ministro Luis Planas -quien adquirió las responsabilidades de Política Territorial tras la elección de Meritxell Batet como presidenta del Congreso- calificando de «expresiones equívocas» y «uso torcido del lenguaje» los recursos lingüísticos que presenta el documento.

El plan de la Generalitat se presentó el pasado mes de junio. El consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Alfred Bosch, aseguró que «el documento marca el camino de Cataluña para convertirse en un actor internacional todavía más influyente y de prestigio».

A lo largo de las 80 páginas que conforman el Plan se confirma este extremo y se sintetizan las bases de la que será la acción internacional del Gobierno catalán. Una estrategia que resulta esencial para que el separatismo pueda extender sus tesis de Estado independiente, más allá de sus fronteras.

«Confrontación democrática»

El propio Bosch respondía en nombre de la Generalitat para ignorar la advertencia del Ejecutivo de Sánchez: «Haremos frente a la enésima arbitrariedad del Gobierno español». Torra, por su parte, abundaba en la idea de una «necesaria la confrontación democrática».

No es la primera ocasión en que la política internacional de las autoridades catalanas genera un enfrentamiento con Sánchez. Josep Borrell, ministro de Exteriores en funciones, ya presentó un recurso contra las Delegaciones de la Generalitat en el exterior, tanto las cerradas tras la aplicación del artículo 155 como las de creación posterior a la llegada de los socialistas a Moncloa.

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