Puente ataca de nuevo a Milei y reitera sus acusaciones ridiculizándolo con un tuit: «Es aún peor»

Envalentonado por Sánchez, el ministro español echa más leña al fuego a la crisis diplomática que ha provocado con Argentina

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Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

No sólo no se disculpa ni se arrepiente sino que reincide en la ofensa. El ministro de Transportes, el socialista Óscar Puente, ha vuelto a la carga este domingo contra el presidente de Argentina, Javier Milei, incidiendo en el mismo insulto que lanzó contra él y que ha desatado una crisis diplomática sin precedentes entre España y Argentina. El viernes, en un acto de partido en Salamanca, Puente insinuó que Milei se droga con «no sé qué sustancias».

El Gobierno argentino ha pedido la dimisión o cese del ministro español, pero éste no ha sido censurado por Moncloa y, de hecho, el Ejecutivo lo ha amparado –el PP ha pedido su dimisión–. Envalentonado por el respaldo del gabinete de Sánchez, la crisis entre España y Argentina se mantiene, una tensión internacional sin precedentes porque nunca antes en la historia democrática de España un miembro del Gobierno había atacado con insultos al presidente democráticamente elegido de otro país amigo o aliado. En este caso, una potencia en Iberoamérica.

Óscar Puente ha vuelto a enfangarse echando leña al fuego de la crisis diplomática que ha provocado al mismo tiempo que él, su jefe de filas, Sánchez, y el resto de aliados de la izquierda española claman contra los «bulos» y contra el «fango» político.

A través de un tuit, Óscar Puente ha cargado este domingo contra Milei. Lo ha hecho sumándose a otro mensaje previamente públicado por un socialista andaluz, Francisco Jesús Guerrero Cáceres, concejal y diputado que fue del Ayuntamiento de Puente Genil y de la Diputación Provincial de Córdoba, respectivamente. Es funcionario de la Consejería andaluza de Educación: trabaja como profesor en la enseñanza pública de Andalucía; eso sí, en este tuit la ortografía no es lo suyo, con cuatro faltas en cuatro líneas y media –dos veces le falta la tilde a Óscar, un llamó sin la preceptiva tilde del pretérito y un PP en el que calza la segunda sigla en minúscula, Pp–.

Guerrero ha lanzado un tuit con el vídeo de la entrevista televisiva de Milei a la que aludió Puente el pasado viernes para decir que le hace pensar que el presidente argentino consume «sustancias». Óscar Puente, en vez de asistir en silencio a ese tuit, se ha sumado a él contestando a mayores para ahondar en su ridiculización de Milei: ha difundido otra parte de la misma entrevista, con el comentario «Este trozo es aún peor».


Óscar Puente irrumpe así en la polémica para mantenerla viva. Queda por ver ahora cuál será el siguiente paso que puede dar el Gobierno de Argentina, ninguneado por el Ejecutivo de Sánchez tras pedir una rectificación oficial de Moncloa, un perdón y la destitución o cese del ministro de Transportes.

El episodio que está protagonizando el Gobierno de España en esta crisis diplomática se suma a los enfrentamientos desatados por el Ejecutivo de Sánchez con Israel por su alineamiento con los palestinos frente al Estado hebreo. Tal ha sido el ímpetu de Sánchez en este particular que ha llegado a merecer los elogios de los terroristas de Hamás.

En el recuerdo reciente queda también la crisis que el Gobierno socialcomunista provocó con Marruecos, cuando se supo que había introducido furtivamente en España al líder del Frente Polisario, el saharaui Brahim Ghali, tras haber preparado la operación con Argelia. El Polisario y Argelia son enemigos de Marruecos. Después, forzado por las presiones y con el telón de fondo del espionaje del teléfono móvil de Sánchez con el programa Pegasus, Sánchez dio un viraje sorpresivo, rompió la tradicional línea de la política exterior española respecto al antiguo Sáhara español, se plegó a las tesis de Marruecos para reconocer que ese territorio es parte del reino alauí, y aquello desató un enfrentamiento diplomático con Argelia, cuyos efectos permanecen.

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