El PSOE culpa a Arrimadas del fracaso de la moción en Murcia porque «no controla su partido»

Ciudadanos
Inés Arrimadas en el Congreso. Foto: Europa Press
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
  • Responsable de la mesa de coordinación. Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

Inés Arrimadas se encuentra entre la espada y la pared. El arriesgado movimiento realizado por Cs en Murcia, aliándose con el PSOE para terminar con 26 años de Gobierno del PP, le ha salido mal al partido naranja. A las críticas internas de la propia formación, ahora la líder de Ciudadanos se encuentra con el ataque de sus socios de moción. El PSOE acusa a Inés Arrimadas del fracaso de la moción de censura porque no controla su partido, según fuentes de Ferraz.

La traición de Cs ha quedado al descubierto y, de paso, tiene como víctima colateral al partido de Pedro Sánchez, que ansiaba el poder en Murcia y no podía esperar a las urnas. El cabreo en Ferraz es importante y cargan contra el PP por lo que consideran un «tamayazo» en Murcia y de «comprar» a tres diputados de Ciudadanos para frustrar la moción de censura.

Los socialistas no quieren que este fracaso le salpique políticamente y le pueda pasar factura en próximas citas electorales. Por eso, el PSOE responsabiliza, por un lado, al PP, por comportarse de manera «mafiosa» y «corrupta» y, por otro, a Inés Arrimadas, por no tener control sobre sus diputados ni autoridad suficiente para impedir que aceptaran la oferta de los de Pablo Casado.

Por ello, la formación que dirige el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mantienen a la espera de que Ciudadanos ponga orden interno, y asegura que la pelota está en el tejado de Arrimadas. En este sentido, los socialistas no tienen intención de contactar con los naranjas por el momento, según explican las fuentes consultadas, y mucho menos, Sánchez de telefonear a Arrimadas.

Además, avisan de que el comportamiento del PP es, a su juicio, un claro caso de «transfuguismo», que han bautizado como «el tamayazo murciano» –en alusión al caso de transfuguismo de Madrid en 2003–, en el que todavía no se sabe si a los ya ex diputados de Ciudadanos que votarán contra la moción se les ha ofrecido «algo más» que sillones en el nuevo Ejecutivo de López Miras.

El PSOE ha usado a Arrimadas

El PSOE ha vuelto a utilizar en beneficio propio los movimientos de Ciudadanos, el partido que preside Inés Arrimadas. Los deseos de los naranjas de acabar con el mando del PP en la Región de Murcia fueron captados por los socialistas, que vieron en la jugada una oportunidad para intentar desestabilizar el mando nacional de Génova: el PSOE cree que la pérdida del feudo natal del secretario general del PP, Teodoro García Egea, puede inyectar nerviosismo en la Ejecutiva de los populares y apoyó la operación con generosidad: ha regalado la presidencia autonómica a Ciudadanos pese a su escaso respaldo electoral.

Pero no fue un acto de altruismo: la realidad es que los socialistas optaban a desestabilizar al PP en su conjunto y no sólo a nivel autonómico. Hace tiempo que resulta obvia la estrategia del PSOE de intentar identificar a PP y Vox. Su artimaña pasa por lanzar el mensaje de que son lo mismo, intentando impedir que el PP pueda absorber voto de un centro desencantado por la radicalización de un Partido Socialista que pacta con proetarras, golpistas, comunistas y separatistas.

Ese desplazamiento al centro del PP abre las posibilidades de lograr voto a escala nacional de cara al triunfo nacional de un centroderecha que desbanque al actual Gobierno socialcomunista. Y, por ello, el PSOE vio en la moción de censura de Murcia una oportunidad para inyectar inestabilidad en el PP.

 

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