La próxima represalia de Marruecos contra España: vía libre al paso de pateras a través del Estrecho

La situación en Ceuta tras la invasión masiva de inmigrantes hace casi un mes no engaña a los servicios de Inteligencia españoles. El devenir de los acontecimientos que han deteriorado la relación diplomática entre España y Marruecos no ha terminado y los servicios de Información de nuestro país son muy conscientes de que antes o después habrá nuevas presiones de Rabat. Tras haber permitido el paso de miles de personas, una gran cantidad menores de edad, a través de la valla que separa el territorio marroquí del español en Ceuta, el siguiente movimiento puede ser mucho más sutil en cuanto a su autoría, pero demoledor en cuanto a su efectismo: permitir la salida masiva de pateras desde costas marroquíes hacia España a través del Estrecho de Gibraltar.

OKDIARIO ya informó de la honda preocupación que había provocado la crisis con Marruecos entre los servicios de Inteligencia, Información y policiales de nuestro país. La acogida del líder del Frente Polisario en España enfrió la comunicación entre ambos países hasta el punto de que las fuentes consultadas por este diario lo describieron como “una súbita ceguera desde el punto de vista de la seguridad”. Poco a poco parece que las consecuencias no están siendo ni inmediatas ni graves, pero eso no le resta un ápice de importancia a la gravedad del momento que atraviesan ambos Estados.

Pero primero las buenas noticias: la situación con Marruecos no implica un riesgo de seguridad inminente en materia terrorista. El agujero de seguridad generado por el comportamiento de Marruecos en su frontera no ha sido, a priori, aprovechado por radicales o pertenecientes a grupos yihadistas para pisar territorio español. De hecho, las fuentes de este periódico ya advirtieron que Ceuta o Melilla son ratoneras para ese tipo de delincuentes. Pero ahí se acaban las buenas noticias.

Las fuentes consultadas por OKDIARIO advirtieron que dos acontecimientos inminentes aglutinaban la preocupación de las fuerzas de seguridad españolas: la Operación Paso del Estrecho, por la que España recibe el tránsito de entre 3 y 3,5 millones de personas cada año desde Europa hasta África, y la celebración de la Eurocopa en Sevilla, donde se van a jugar tres partidos de la selección española de fútbol y uno más de la fase eliminatoria.

Operación Paso del Estrecho

La primera de las premisas ya se ha cumplido: Marruecos cancela la Operación Paso del Estrecho, pero lo hace de tal manera que sólo se vea afectada España, porque sí va a permitir la llegada de barcos provenientes de otros países como Francia e Italia. Más allá del gesto público contra España lo que Marruecos ha hecho es asestar un golpe económico a las provincias que se benefician del paso de esas personas valorado en unos 500 millones de euros.

El siguiente hito llega en cuestión de horas con el inicio de la fase final de la Eurocopa que tendrá como una de sus sedes Sevilla, donde va a jugar la selección española. Mientras las fuentes consultadas por OKDIARIO explican con alivio que la seguridad del evento está garantizada, también explican que se trata de un evento deportivo con repercusión planetaria. Demasiado goloso para que Marruecos lo pase por alto.

Para colmo la Eurocopa se juega en junio, época histórica de repunte de llegada de pateras y cayucos hasta las costas españolas sobre todo por el estado de la mar y la buena climatología. Por todo ello lo que no se descarta es que Marruecos repita lo que hizo en Ceuta en su lado de la valla: permitir el paso masivo de personas, pero esta vez en sus playas, en sus costas, a bordo de embarcaciones con rumbo a la Península, sobre todo a la zona de Tarifa.

Las llegadas a Canarias de embarcaciones ilegales en el número en el que están llegando desde 2020 y en la actualidad sólo es posible con la aquiescencia o dejadez del Gobierno de Marruecos. Lo que temen ahora los servicios de Inteligencia españoles es que Rabat traslade esa permisividad a la costa norte de su país y aprovechando que medio mundo mira al sur de España por la Eurocopa para permitir la salida masiva de embarcaciones hacia el sur de la Península.

Lo que para las autoridades españolas sería un repunte más en la crisis de la inmigración ilegal se convertiría en una reválida de la reacción policial española a ojos de Europa. Si en Ceuta se hizo la vista gorda con devolver en caliente a 5.000 personas en respuesta a la actitud permisiva de Marruecos porque se vio a sus gendarmes abrir las vallas, habría que ver cómo se encaja un gesto similar si detrás de la llegada de cientos de pateras no hay agentes de uniforme marroquí a los que responsabilizar. La alerta es máxima y el verano será largo.