Las provincias pequeñas darán el Gobierno a la izquierda si PP, C’s y Vox no pactan antes del 28-A
Las provincias en las que se asignan 6 o menos escaños empiezan a provocar saltos en el reparto con motivo de los famosos restos
El PSOE será la primera fuerza en las próximas elecciones generales del 28-A pero sin capacidad para formar Gobierno, ni por su cuenta, ni con Podemos. Serán los separatistas, los proetarras y las confluencias de Podemos los que le den la gobernabilidad. Y ello, pese a que los votos totales del centroderecha superarán en las próximas generales la suma de votos de todo ese conglomerado que ya hoy en día soporta el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
La clave estará en la ley electoral, el reparto de escaños en las pequeñas provincias y su impacto en un voto liberal conservador que se repartirá entre tres formaciones políticas, tal y como muestra la encuesta electoral elaborada por Demoscopia y Servicios para OKDIARIO.
La encuesta da a los socialistas un triunfo el 28-A con 6,7 millones de votos, el 27,7% del total, y un total de 118 escaños en el Congreso de los Diputados. La segunda fuerza será el PP, con algo más de cinco millones de votos, el 21% del total y 88 diputados.
Y a partir de ahí las alianzas: en el bando de izquierdas, Podemos quedará en 3,2 millones de votos, el 13,4% del total, y 30 diputados. Lo que hacen 148 actas con las del PSOE. Pero esa cifra de escaños se elevará hasta los 180 al sumar a PDeCAT, ERC, Compromís, PNV, EH Bildu y PRC. Un total de 180 escaños pese a sumar menos voto real que el centroderecha: 11,8 millones de votos frente a 11,9 de los liberales conservadores. Y la clave se encontrará en las pequeñas provincias.
La encuesta refleja cómo Madrid y Barcelona -que asignan 37 y 32 diputados respectivamente- no implican grandes alteraciones sobre el resultado lógico. El resto de grandes provincias, tampoco en exceso. Pero la respuesta al desorden en la asignación de diputados con respecto al voto realmente conseguido viene en las pequeñas provincias.
Así, las provincias en las que se asignan 6 ó menos escaños empiezan a provocar saltos en el reparto con motivo de los famosos restos. Se trata de provincias como Almería, Cantabria, León u Orense. Circunscripciones en las que esos saltos perjudican a los partidos minoritarios provocando una mayor asignación al más votado en cada plaza.
Esta situación se da en un total de 35 plazas, un número lo suficientemente elevado como para provocar una distorsión sensible en el resultado del reparto de los escaños.
Ese factor, además, se une a un segundo problema en el mantenimiento de la equidad en la asignación de escaños. El de la concentración del voto en únicamente una región: característica de la que se benefician las fuerzas nacionalistas. Ese combinado de factores que expulsa a los partidos con más voto pero más repartido en toda España se da en concreto en Gerona, Guipúzcoa, Tarragona, Navarra, Álava y Lérida. Porque en todas esas provincias hay concentración de voto en partidos nacionalistas y, además, el número de escaños asignados por plaza es de 6 o menos sillas.
El resultado de esta unión de factores es la explicación a que con más voto en el centroderecha pueda gobernar tras el 28-A la izquierda más los separatistas.
Y esa fotografía es precisamente la que está motivando ya los mensajes cruzados entre partidos con un objetivo: el de que alcancen un pacto las tres fuerzas del centroderecha para evitar que esa fragmentación apuntale la gobernabilidad del bloque de Sánchez.