El PP acepta que Gabilondo sea el Defensor del Pueblo como le propone el PSOE

Ángel Gabilondo en la Asamblea de Madrid. (Foto: EP)
Ángel Gabilondo en la Asamblea de Madrid. (Foto: EP)
Carlos Cuesta

Las piezas del futuro pacto nacional para renovar organismos clave empiezan a cuadrar. El PSOE quiere sacar definitivamente a Ángel Gabilondo de su actual papel como líder de las filas socialistas en la Comunidad de Madrid y se lo ha propuesto ya a los populares como nuevo Defensor del Pueblo. El PP no ha mostrado oposición al nombramiento, pero sí quiere que ese movimiento forme parte de un acuerdo más amplio en el que figuren igualmente cargos en el CGPJ, RTVE y Tribunal Constitucional que compensen el evidente sesgo ideológico de Gabilondo.

Lo cierto es que, a estas alturas, ni Ángel Gabilondo tiene interés en seguir al frente de la oposición socialista en la Comunidad Madrileña, ni el PSOE quiere forzarle a una situación así. El consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, fue el primero en desvelar el pasado mes de septiembre una situación conocida en las filas socialistas y que el popular calificó de «una situación muy pintoresca»: porque «el PSOE está en una especie de casting permanente para sustituir a Ángel Gabilondo» como portavoz de los socialistas en la Asamblea de Madrid, tal y como afirmó López.

El consejero madrileño dio más detalles al ser preguntado sobre el nombramiento de José Cepeda como portavoz adjunto del PSOE en la Asamblea de Madrid. El consejero aseguró que el nombre de Gabilondo había sonado como uno de los que podrían entrar en futuras renovaciones de cargos clave.

Y esos cargos podrían desbloquearse en breve a causa del aparente distanciamiento entre PSOE y Podemos y de la necesidad de Pedro Sánchez de intentar demostrar a Pablo Iglesias que, al menos temporalmente, sería capaz de apoyarse en otros partidos para gobernar.

Apartar a Podemos

El PSOE ha trasladado ya al PP la posibilidad de apartar a Podemos del pacto del Poder Judicial para lograr cerrarlo. Pablo Casado exigió esta condición y Pedro Sánchez está por la labor de dejar a Pablo Iglesias al margen y de hacerlo de una forma acelerada: antes del muy próximo jueves 25 de febrero. En esa fecha, ambas formaciones pretenden tener cerrado un acuerdo que incluye la renovación de cargos en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en RTVE, en el organismo del Defensor del Pueblo y en el Tribunal Constitucional. La pelota está ya por completo en el tejado de la capacidad de presión de Podemos sobre el PSOE. Y uno de los nombres clave en ese encaje es Ángel Gabilondo como futuro Defensor del Pueblo.

El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, está harto de los desplantes de su socio de Gobierno, Pablo Iglesias, y ha decidido ofrecer a Pablo Casado, líder del PP, dejar fuera a Podemos de la negociación de la renovación del CGPJ, tal y como solicitaba el PP para pactar la citada renovación del órgano de gobierno de los jueces. De este modo, el PSOE cumpliría dos de las tres exigencias que tenía el PP para llegar a un acuerdo de renovación: apartar a Podemos y aparcar la reforma unilateral y por una mera mayoría absoluta del Poder Judicial.

El ofrecimiento del PSOE y de Pedro Sánchez se materializó durante la llamada del presidente del Gobierno a Pablo Casado realizada a lo largo de esta semana.

El líder del PP recordó en esa misma conversación sus tres condiciones ya clásicas para cerrar el pacto de renovación de los cargos del Poder Judicial: que Podemos no intervenga de ninguna manera en la negociación del nuevo CGPJ; que se retire la reforma legal con la que los socialistas pretenden rebajar la mayoría necesaria, ahora de tres quintos, para renovar los cargos del CGPJ; y que se modifique la ley para volver a la regulación del Poder Judicial de 1980, donde los jueces elegían a los jueces. Tal y como ha publicado ya este diario, ambos líderes estarían más cerca de llegar a un acuerdo.

A nadie se le escapa igualmente que el paso dado por el PSOE responde en parte al enfado del presidente con Pablo Iglesias debido a que su formación ha alentado los ataques callejeros vividos en las últimas jornadas y el propio vicepresidente ha descalificado a España afirmando que no es una democracia “plena” por encarcelar a los golpistas del 1-O.

Bloqueo del acuerdo

Hay que recordar que justo antes de Navidades, y tal y como publicó OKDIARIO, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, dio ya el ‘OK’ a cerrar el pacto de la Justicia con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Pero, en contra de lo que defendía públicamente su propio Gobierno por aquellas fechas, era ya Podemos quien bloqueaba el acuerdo. Y es que, mientras Campo aceptaba hace ya dos meses un pacto entre PSOE y PP para impulsar, cada uno de estos partidos, 10 nombres de vocales para el órgano de gobierno de los jueces, era el propio Pedro Sánchez quien se encontraba indeciso ante el freno de Pablo Iglesias al cierre del acuerdo por la insistencia del vicepresidente y líder morado en meter en el pacto a Bildu y ERC y, por supuesto, a ellos mismos.

Iglesias no lo ha puesto fácil desde el primer momento. Ha querido desde el inicio ampliar su poder y ha exigido modificaciones troncales en las negociaciones del Poder Judicial abiertas entre el PP y el PSOE. Podemos ha exigido la presencia de ellos mismos y de sus aliados, ERC y Bildu, en la negociación de los cambios en el Consejo. Es más, ha dejado abierta la puerta a que puedan reclamar la designación directa del nombre de algunos de los nuevos vocales.

El PP rechaza frontalmente negociar la nueva composición del Poder Judicial con las exigencias de Podemos, Bildu y ERC. Y eso significa que la pelota está en el tejado del PSOE: es Sánchez el que debe apartar a Pablo Iglesias para poder desbloquear la renovación. Y, ahora, los mensajes del propio Sánchez a Casado apuntan en esa dirección.

 

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